Los YoGA o lo peor del año
Siempre me han hecho gracia, y creo que a todo el mundo le pasa lo mismo, esos "antipremios" tipo los Razzies que encumbran a lo más nefasto del año. Del mismo modo que actores y directores pueden ser honrados, fotografiados y elogiados, me parece justo que quepa la posibilidad de que suceda lo contrario. Además, estos premios suelen ser divertidos y dan lugar a todo tipo de suspicacias cuando se solapan los "antipremiados" con los "premiados", creando una confusión que quita solemnidad a la cultura.
Desde hace años, varios críticos de Barcelona se reúnen para dar los YoGa, que ya tienen, por así decirlo, su pedigrí. La peor película española del año ha sido para ellos La voz dormida, a la que dedican la frase: "No me lo vuelvas a contar otra vez". En San Sebastián ya quedó claro que esta película sobre la Guerra Civil, nominada a 10 Goyas de los de verdad, no había gustado a los críticos, una impresión que al parecer también tuvo el público dada su discreta acogida. Su director, Benito Zambrano, al paso que va puede acabar convirtiéndose en el hombre de Solas, y punto.
Más discutibles me parecen otros premios. Como el de peor director para Fresnadillo por Intruders, una película que claramente no ha cumplido expectativas. A mí me gustó, pero es verdad que es extraña y que no acaba de decantarse ni por el filme arty que a ratos apunta ni por el blockbuster puro y duro. Al cineasta le ha caído la coletilla "mientras duermes". El dúo Marisa Paredes y Roberto Alamo en La piel que habito han "ganado" por sus interpretaciones. Salta a la vista que la escena del "tigriño" no ha sido la preferida del filme del manchego.
Más extraña aún resultan las decisiones de cine internacional. El árbol de la vida fue considerada por los críticos de El Cultural como la mejor del año y los YoGa, en cambio, los castigan como la peor y la llaman "Habemus plastam". No lo entiendo. Me gustó El castor y tampoco comparto que Jodie Foster sea la peor directora. Y Harrison Ford tampoco creo que sea el peor actor entre otras cosas porque él mismo da la impresión de pasar de todo y se trata de burlarse del "esfuerzo". Sí es verdad que Hillary Swank anda un poco perdida y que sus últimos filmes, Betty Anne Waters o La víctima perfecta no han hecho mucho por su carrera.
Terminan haciéndole un feo a Eduardo Chapero por Verbo y Isaki Lacuesta por Los pasos dobles, a los que califican, junto a Miranda July, de Promoción fantasma. Tampoco le encuentro mucha gracia. Me siguen cayendo bien estos chicos del Catacric pero la realidad es que esta vez no les acabo de pillar el chiste.