Cifuentes "guillotina" a los directores de los festivales de Madrid
[caption id="attachment_1006" width="100"] Jaime de los Santos[/caption]
Una de las primeras decisiones que ha tomado Cristina Cifuentes, presidenta del Gobierno de la Comunidad de Madrid, ha sido decapitar a los directores artísticos de los festivales de la Comunidad, la mayoría nombrados por Santiago Fisas cuando era consejero de Cultura con Esperanza Aguirre. En realidad, estos cambios han sido obra de Jaime de los Santos, el nuevo Director General de Promoción Cultural, que hoy me confirmó que la de este año será la última edición de Ariel Goldenberg, el director del Festival de Otoño a Primavera: "No tenemos todavía recambio, pero estamos buscando a una persona de la misma excelencia que él para que se haga cargo en 2016. No hay nada contra él, todo lo contrario, pero necesitamos hacer cosas nuevas".
De los Santos está siendo criticado por el gremio de la cultura, gentes lenguaraces que presumen que este señor no conoce el paño, pues ¿qué puede saber un hombre que hasta ahora ha sido asistente personal de la mujer del presidente de Gobierno?, argumentan. A mí me parece que su labor en Moncloa dice mucho del susodicho, más si cabe que su Licenciatura en Historia o sus otros trabajos como profesor o periodista en gabinetes de prensa y en televisión. Y, además, ¿no es preferible un político alejado personalmente de los intereses que administra? Tampoco parece que De los Santos se arredre por estas críticas. Los cambios que ha hecho "ya tocaban", viene a decir. Los directores que menos tiempo llevaban al frente de los festivales iban por los dos lustros en el puesto, y según cuenta "hay que dar juego a más personas del sector, reformularlos económicamente y artísticamente, porque fueron concebidos hace muchos años".
[caption id="attachment_1001" width="100"] Ana Cabo[/caption]
[caption id="attachment_1002" width="100"] Aída Gómez[/caption]
Como ya se sabe, la primera en caer ha sido Ana Cabo, directora del festival Madrid en Danza, que llevaba en el puesto doce años y que también era asesora en Danza. Su sustituta fue presentada la semana pasada, Aida Gómez, posiblemente la mejor bailarina de danza española y ahora vinculada a la Comunidad por un contrato de un año que le impedirá autoprogramarse. Joel Toledo, miembro de la Compañía Nacional de Danza con Nacho Duato, es el nuevo asesor en Danza. Me cuentan fuentes interesadas que Ana no ha sido muy "polite" en su adiós, y que tuvieron que llamarla para que informara y aclarara el papeleo de todos los contratos programados para el próximo Festival, que se celebra en el mes de noviembre y que, lógicamente, ha preparado. Pero si hablamos de buenas maneras, tampoco en la CAM se han portado muy bien con ella, pues le dieron la callada por respuesta y ni las gracias. Cabo era personal de confianza, por lo que cesa cuando lo hace el equipo político que la nombró o, más precisamente, la renovó.
[caption id="attachment_1003" width="100"] Juan Verdú[/caption]
El segundo naipe en caer del castillo festivalero ha sido el periodista Juan Verdú, gran entendido de flamenco. Él se inventó Suma Flamenca, también hace más de diez años: "Yo soy el Luis Aragonés del flamenco, hago la suma campeona del mundo, revoluciono el sistema de festivales con un equipo de artistas que llenan los teatros y el equipo de la Comunidad de Madrid de funcionarios todos juntos como una piña. Y llega un Florentino de turno, director general, y me echa y nos echa a todos", me comenta más chulo que un ocho, al tiempo que señala que deja el evento con un 87% de ocupación. Según dice Verdú, su empresa Neptuno registró el nombre del Festival, pero este fleco tan importante lo niega De los Santos, que está seguro que la propietaria del registro es la CAM, por lo que podrá continuar con él bajo este nombre sin problemas.
Añade Verdú: "La sensibilidad y el criterio es la guía de mi vida en todo el trabajo que he aportado al flamenco, pero del flamenco y de la medicina todo el mundo opina, al menos en España". A diferencia de Cabo, Verdú no ha sido cesado, estaba vinculado al Festival mediante un contrato anual que no ha renovado. Cuenta la triste anécdota de su adiós: "Fui a renovar los papeles del contrato de cara a ir preparando la próxima edición y los que me atendieron me pusieron cara de sorpresa. Llamaron entonces a la CAM y el subdirector de Promoción Cultural me dijo: ¡Que ya no vas a hacer Suma Flamenca, que dice el director que gracias!".
Lo que piensa hacer Verdú (además de promocionar el libro que acaba de publicar en Alfabia, El jardín del flamenco) es competir con la CAM: "Voy a montar un nuevo festival, con ayuda de todos los artistas, que se llamará Suma Madrid porque creo que la ciudad se lo merece y los que hemos trabajado 30 años por el flamenco en Madrid. Y, sobre todo, se lo merecen los artistas". Pero Verdú sabe, y me consta que es pragmático, que tendrá que buscar un buen patrocinador que lo pague, el público no es suficiente. No se conoce todavía quién lo sustituirá, los rumores señalaban también a Aida Gómez, pero ella, consultada por la que esto escribe, no quiere hablar al respecto. Y De los Santos explica que se trata de un comentario a vuela pluma: "El Festival se hará, pero todavía no sé quién lo dirigirá".
[caption id="attachment_1007" width="100"] Ariel Goldenberg[/caption]
El activo festivalero de la CAM más antiguo es Ariel Goldenberg. Ha dirigido el Festival de Otoño desde hace unos quince años, cuando lo contrató Alberto Ruíz Gallardón, o más precisamente su consejera de Cultura, Alicia Moreno. Su relevo es lo más complicado, porque también es el festival más internacional y ambicioso, su presupuesto ronda 1.200.000 euros. No va a ser fácil sustituir a Goldenberg, que por cierto tiene previsto jubilarse el próximo año. Él no ha querido pronunciarse a mi llamada. Su agenda vale un potosí, y en su casa de París, donde tiene su residencia, acostumbra a cenar con gente como Peter Brook, Baryshnikov, Juliette Binoche… Una vez intenté una entrevista con el director de la compañía rusa Taganka, Yuri Lubiomov, y sólo Goldenberg pudo proporcionarme el contacto. Algunos dicen que el Festival de Otoño a Primavera se ha diluido, al programarse a lo largo del año. Pero hay que preguntarse si no ha sido una medida acertada: ¿Hay público en Madrid hoy para concentrar todos los espectáculos durante un mes? Yo me inclino a pensar que no. Con esta fórmula, se ha salvaguardado la presencia de buenas compañías internacionales en la ciudad.
De los Santos señala que su intención es nombrar también un director artístico para Surge, el Festival de teatro de creación contemporánea y que ha venido a sustituir a Escena Contemporánea: "Es importante que los directores conozcan el funcionamiento de la Administración, porque van a trabajar para ella, pero no tiene sentido organizarlo desde dentro. Un festival tiene que tener un director que le imprima personalidad".
[caption id="attachment_1004" width="100"] Albert Boadella[/caption]
De toda la quema parece que el único que se salva es Albert Boadella, que no dirige un Festival sino los Teatros del Canal, y que ha renovado otro año. Su intención es mantenerse un tiempo más, aunque ni él mismo sabe durante cuánto. Su interés, según me explicó en una entrevista en verano, es preservar el modelo de gestión mixta (pública y privada) a la que él se ha adaptado en colaboración con el gerente Jorge Culla y preparar su relevo dentro de ese modelo.
El problema con todos estos movimientos es que no sabemos muy bien hacia dónde caminan, no conocemos todavía los proyectos culturales del equipo de Cifuentes (la Consejería de Cultura depende de Presidencia) y creo que, por el momento, ni siquiera ellos. Veremos cómo evolucionan los acontecimientos, quiénes serán los futuros "ayudas de cámara". Seguiremos informando.