[caption id="attachment_1121" width="510"] Una imagen de Pinoxxio de Ananda Dansa[/caption]

Ananda Dansa es una de las compañías de danza más longevas del país, el próximo año celebrará su 35 aniversario. Afincada en Valencia, tierra fructífera en bandas musicales y en bailarines, está capitaneada por la coreógrafa Rosángeles Valls. Estas Navidades presenta su último trabajo en los Teatros del Canal de Madrid, Pinoxxio, elegante versión dancística del célebre cuento, ideado para niños y adultos, y que tiene la particularidad de representarse con música en directo interpretada por la orquesta sinfónica Verum.

La compañía ha forjado un estilo de danza-teatro que se identifica fácilmente por los vuelos de sus intérpretes y que también incorpora elementos poéticos, circenses y de ilusionimo, en la línea de Patrice Decouflé o de Maguy Marin. "La idea de versionar cuentos la descubrimos en 1992 y vimos sus ventajas. Nos interesó porque nos permite crear un espectáculo híbrido que se adapta al mundo adulto pero también al mundo infantil. Nuestro Pinoxxio no está pensado para los niños pero sí que los atrapa", explica Valls.

La coreógrafa, que siempre trabaja con su hermano como director de escena, Edison Valls, ha adaptado otras títulos como Peter Pan, El mago de Oz o Alicia en el país de las maravillas. En esta ocasión, la temática del clásico de Carlo Collodi se presentaba también como un extraordinario material para dirigirse a un público familiar: "Habla de la educación, de la relación de padres e hijos. Hay aspectos que no nos han interesado tanto, como todo lo que se refiere a la obediencia, los castigos y las mentiras. Encontramos que lo más hermoso del cuento es la historia de amor entre padre e hijo. El enfrentamiento que surge entre Gepetto y su hijo y cómo al final todo se perdona y se acepta".

La coreógrafa y Edison Valls comenzaron a edificar este espectáculo el pasado mes de septiembre, a partir de la música que escribió su colaborar habitual, Pep Llopis: "Para todas nuestras obras encargamos siempre una partitura original que el compositor va escribiendo conforme avanza el planteamiento conceptual del espectáculo", explica Rosángeles. "Pero en esta ocasión Llopis escribió primero la música y Edison y yo comenzamos a escribir el espectáculo a partir de ella, secuenciándolo. Luego yo lo coreografío y lo bailo físicamente antes de llegar a los ensayos con los bailarines. Somos una compañía pequeña y tenemos que ser muy disciplinados con nuestra manera de trabajar. Cuando yo llego a los ensayos, que por lo general duran tres meses, ya tengo un diseño de producción muy claro y preciso".

Ananda Dansa, que fue Premio Nacional de Danza en 2006, no ha sido impermeable a la crisis, y ha pasado de ser una compañía a ser un equipo de producción con un elenco más o menos estable, que figura como residente del teatro municipal de Paterna. Entre los bailarines habituales con los que trabaja figura Ana Luján, procedente del Phoenix Dance Theater, colaboradora de Ananda desde hace dos años y que en esta ocasión encarna a Pinocho. En el papel de Gepetto está un veterano de la compañía, Toni Aparisi, y alter ego en el escenario de Rosángeles.

La compañía presume también de ser una de las que más gira por España, lo que no es poco, ya que la danza, junto con la ópera y la zarzuela, es uno de los géneros de las artes escénicas más castigados por el público y que sigue perdiendo espectadores a tenor de las últimas estadísticas del anuario de la Fundación Sgae. Para Valls este es un viejo asunto que lleva discutiendo con las admnistraciones públicas: "Hace 20 años que hablo de este tema y creo que mientras no se elabore un Plan General de la Danza que permita, como en Francia, educar al público y programar espectáculos de danza en los teatros, seguirá siendo algo ocasional y no podremos generar espectadores. Creo que es una responsabilidad de los poderes públicos".