Image: Andrés Moya

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Ciencia

Andrés Moya

“Los genes influyen pero no dictan nuestro destino”

13 marzo, 2008 01:00

Andrés Moya. Foto: Benito Pajares

"Lo que somos visto bajo la peligrosa idea de Darwin". Con este sugerente encabezamiento Andrés Moya, catedrático de Genética de la Universidad de Valencia y director del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, participará en las jornadas ¿Por qué somos como somos?, de la Fundación Banco Santander, dentro del ciclo Ciencia y Sociedad. El Cultural ha hablado con el investigador sobre la vigencia de Darwin.

El profesor Andrés Moya (Chirivella, Valencia, 1956) no se muestra del todo satisfecho con el curso de la ciencia española y llama a la prudencia: "Es mejor pensar en nuestras carencias que asistirnos de autocomplacencia, pues la primera aviva el ingenio y la segunda el engolamiento".

-¿Qué nos hace ser como somos?
-Como genetista sería fácil responder que de la determinación que los genes ejercen sobre nuestro ser, entendido éste como el conjunto de manifestaciones de todo tipo que se despliegan a lo largo la existencia, es total. Pero esta visión es radicalmente falsa. Los genes influyen pero no marcan nuestra singularidad ni dictan nuestro destino. Delimitan, establecen intervalos, pero difícilmente podemos sostener que dado nuestro genoma vamos a poder predecir todas y cada una de nuestras manifestaciones. Al igual que los genes influyen lo hacen también muchos otros componentes o factores, tanto internos como externos a nosotros mismos, que se presentan en nuestro propio devenir y que van configurando nuestra personalidad.

-¿Juega la naturaleza a los dados?
-Sí. Con frecuencia hago la siguiente reflexión a mis estudiantes. De no existir un acontecimiento, más o menos fortuito, que condicionó la desaparición de los dinosaurios en nuestro planeta: ¿estaríamos aquí formulándonos este tipo de preguntas? El carácter fortuito o contingente de muchos fenómenos que ocurren en la naturaleza condiciona su evolución futura, además de forma impredecible en un buen número de casos.

Un ácido corrosivo
-¿Puede considerarse "peligrosa" la aportación de Darwin a nuestra identidad?
-La noción de Darwin de selección natural, en efecto, es como un ácido molecular que todo lo corroe (por utilizar la metáfora del filósofo Daniel Dennett). Hay científicos que sostienen que la ciencia no puede entrar en determinados terrenos, que no puede ofrecer respuestas a preguntas tales como si el Universo tiene un objetivo, si la existencia humana algún sentido o si podemos dar con una explicación a nuestra capacidad de valorar, porque todas ellas, dicen, son preguntas ajenas a la ciencia. Pero esto no es del todo cierto. Con independencia de si la ciencia dispone o no de teorías explicativas para los asuntos anteriores, lo cierto es que cada vez se nos hace más claro que podemos pensar sobre tales cuestiones, que podemos ofrecer una explicación a la luz de la ciencia. Dónde nos lleven tales explicaciones, eso es otra cuestión.

-¿Cómo ve los intentos de colocar al mismo nivel darwinismo y creacionismo?
-La Academia de Ciencias de los EEUU, recientemente, ha colgado en su página web un documento donde de forma clara y concisa manifiesta que la teoría de la evolución (por precisar mejor a qué hago referencia) es una teoría científica y el creacionismo no lo es. La declaración no trata de ser irrespetuosa, no lo es en absoluto, con aquellos que sostienen posiciones creacionistas. Simplemente pone las cosas en su sitio. En ella se sostiene la importancia de la teoría evolutiva y sus contribuciones a campos tan variados como la agricultura, la medicina, las enfermedades infecciosas, además de mostrar pruebas empíricas fehacientes que le dan soporte. Todo ello no tiene otro objetivo que indicar que 'cada una de ellas' debe limitarse al ámbito de aplicación que le es propio. La ciencia debe enseñarse en clase de ciencias y el creacionismo en otro lugar. No creo, por lo tanto, que debamos hablar de competencia por estar en el mismo nivel, sino de que cada una de ellas tiene su ámbito propio.

-¿Hay algo en Darwin que pueda ser motivo de especulación o creencia?
- Especular y creer son dos cuestiones muy distintas. En ciencia necesitamos especular, es como la base sobre la que asentamos la formulación de hipótesis o teorías. Pero estas de poco valen si no pasan el filtro de la contrastación y la evidencia empíricas que les den apoyo. Y la palabra creencia entraría en otro ámbito, desde lo coloquial -creo en esto o aquello, sin más- hasta lo religioso -mi fe sostiene mi creencia en un Dios creador, por ejemplo-. Si me pregunta sobre si Darwin especulaba, le diría que tanto como cualquier otro científico. Si me pregunta sobre si Darwin creía, le podría decir que cambió a lo largo de su vida y no puedo descartar que su propia ciencia contribuyese a su pérdida de fe.

-¿Qué aportación esencial considera que nos ha dado el pensamiento evolutivo?
- Si tuviera que decidirme por alguna le diría la unidad de la vida y la relación entre todas las criaturas que pueblan o han poblado el planeta desde que aquella apareció. La vida es extraordinariamente persistente en su empeño por mantenerse y expandirse. Tal es así que prácticamente no hay rincón del planeta que no esté habitado por una forma u otra de ser vivo. Pues bien, todos ellos están relacionados. Podría añadir que la selección natural ha sido el principal motor de la evolución, el que ha contribuido y contribuye fundamentalmente a esta insistente capacidad de llegar a cualquier lugar por inhóspito que pueda parecernos. Pero debo añadir, también, que la propia teoría evolutiva se nutre para la explicación de tanta biodiversidad de otras fuerzas, además de la de la selección natural. Sin ir más lejos la misma que comentábamos anteriormente: el azar.

Metabolismos
-¿Cuál es la más mínima expresión de vida genéticamente hablando? ¿Hay "vida" por debajo de 200 genes?
-Podría indicarle que difícilmente podríamos pensar en sintetizar una célula con una dotación menor de genes. Y también que son múltiples las posibles células mínimas con dotaciones génicas, y sus correspondientes metabolismos, cuya síntesis podría abordarse.

-Recientemente se ha sintetizado de forma artificial el cromosoma de una bacteria. ¿Se podrá generar vida artificial a corto plazo??
-Bueno, ya tenemos un componente, importante, de la célula.. Pero hacer lo mismo con la envuelta o membrana y que luego funcione el conjunto -que se mantenga, que tenga metabolismos, que re reproduzca-, eso es otra cuestión. Pero si debo serle sincero considero que estamos mucho más cerca de lograrlo que los objetivos de otros ambiciosos proyectos estrella que se presentan en sociedad. Por ejemplo los relacionados con el genoma humano y la expresión de sus genes a lo largo del desarrollo, que requiere de una comprensión no totalmente disponible de los intrincados mecanismos de su complejo funcionamiento.

Una carrera incontenible
-¿Cómo ha influido en el ámbito científico la secuenciación del genoma humano?
-Incrementando la capacidad tecnológica para abordar de forma más rápida la secuenciación de muchos otros genomas. Estamos en una carrera incontenible por determinar el genoma de muchos otros organismos. El conocimiento que nos brinda el genoma humano es una pálida representación de lo que nos deparará en un futuro. Es importante esta observación porque como en otros campos las tecnologías genómicas están muy por delante en su capacidad de generar 'datos' con respecto a la de interpretarlos o darles cumplida explicación. Tenemos mucho más de lo que podemos entender. Y como corolario diría que sería prudente que los propios científicos no hiciéramos declaraciones ostentosas sobre los logros tecnológicos cuando ellos no van acompañados por explicaciones bien fundadas.

Gigerenzer y las decisiones instintivas

El ciclo ¿Por qué somos como somos? que se celebran estos días en Madrid organizado por la Fundación Banco Santander tiene también entre sus ponentes a Gerd Gigerenzer, director del Max Plank Institute for Human Devolopment de Berlín desde 1997. Gigerenzer, que publica estos días en España el libro Decisiones instintivas. La inteligencia del inconsciente (Ariel), pronuncia hoy la conferencia "Cerebro: la intuición en la toma de decisiones". Además de Gigerenzer integran el ciclo Eduardo Punset, Marc Hauser, de la Universidad de Harvard, Rene Diekstra, de la Roosvelt Academy, Richard Fortey, del Museo de Historia Natural de Londres, y el profesor Alfonso Martínez-Arias, que cierra las jornadas el 24 de abril.