Image: Francisco J. Ayala

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Ciencia

Francisco J. Ayala

“La ciencia está ahora más humanizada que nunca”

2 julio, 2010 02:00

Francisco J. Ayala. Foto: AP

Abruma el currículum de Francisco J. Ayala. Ha entrado en la historia de la ciencia, entre otros motivos por sus estudios sobre evolución, por haber obtenido el prestigioso Premio Templeton, por ser miembro de la Academia de Ciencias de EEUU y por su dedicación a la divulgación y a la política científica. A partir del lunes estará en los Cursos Magistrales de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, que patrocina Banco Santander a través de su División Global Santander Universidades.

El gran límite de la ciencia española es la inversión". Es el diagnóstico de Francisco J. Ayala (Madrid, 1934), que sorprende por su interés en la política científica de nuestro país y por el dominio de cifras y estadísticas del resto del mundo: "España invierte en I+D sólo algo más del 1% del PIB, que contrasta con el 3% que invierten Estados Unidos y Japón, seguidos muy de cerca por Alemania. España, con su enorme desarrollo industrial de las tres últimas décadas, debería estar al menos al nivel de la media europea, que es del 2%".

Y es que además de la investigación, uno de los motivos por los que no se vendría a nuestro país (además de los familiares) viene determinado por su entrega a la política científica y a la enseñanza de la ciencia en escuelas y colegios, una muestra más de su lejana vocación como sacerdote dominico: "España podría proporcionarme un laboratorio tan bien dotado como el que tengo, pero las otras circunstancias de mi vida personal, social y científica no serían reproducibles".

-Además de las inversiones, ¿qué debe hacer España para estar en primera línea internacional?
-Acción del gobierno y de la industria. En España la industria sólo realiza el 30% de la investigación, mientras que en Estados Unidos este porcentaje sube al 70%. La industria española debe convencerse del rendimiento económico de inversión en I+D. España tiene un déficit de mucho más de mil millones de euros en pago de patentes extranjeras; Estados Unidos tiene un superávit de muchos miles de millones de euros. En este sentido, España necesita crear más puestos de investigación científica en las universidades, en centros de investigación como el CSIC y en la industria. Es una tragedia económica y personal que España siga desangrándose de científicos. Piense en los costes para España de esta sangría y en los beneficios para otros países.

De la política científica al laboratorio. Francisco J. Ayala, University Profesor de la Universidad de California en Irvine (el más alto reconocimiento de la institución) y catedrático en las facultades de Ciencias Biológicas, Sociales y Humanidades ("de las que recibo un sueldo, no tres", señala para evitar perspicacias), ha reflexionado profundamente sobre los logros científicos de las últimas décadas. En su discurso no hay dogmas ni callejones sin salida. Hay entendimiento y matices. Como en el libro Darwin y el diseño inteligente, en el que apuesta por el diálogo entre ciencia y religión.

-¿Puede el ejercicio de la ingeniería genética colisionar con algún valor moral o religioso?
-La ingeniería genética, como cualquier otra tecnología, puede ciertamente colisionar con valores morales o religiosos. Voy a poner un ejemplo muy exagerado para respaldar mi afirmación. Hoy día es posible obtener la secuencia completa del ADN de una persona; y, más sencillamente, secuencias parciales. Imaginemos un político omnipotente que decide secuenciar el ADN de todos sus ciudadanos y eliminar a todos aquéllos que tengan algún gen deficiente (o algún gen particular a gusto del dictador).

- Reflexionando sobre este ejemplo, ¿cree que la ciencia corre el riesgo de deshumanizarse?
- En mi opinión, la ciencia está ahora más "humanizada" que nunca. Mi experiencia es que cada vez más científicos tienen en cuenta los valores humanísticos, sociales y morales de la investigación científica. Además, numerosas entidades, y también gobiernos, establecen y mantienen normas que regulan las implicaciones sociales de la investigación.

-¿Va el conocimiento científico por delante de la capacidad de reflexión del hombre?
-El conocimiento científico no va por delante. Si acaso debe ir por detrás de la reflexión humana. La ciencia y la tecnología son los pilares sobre los que se asientan los sociedades industriales modernas. Pero no son los únicos. Para la mayoría de los ciudadanos también cuenta la economía, el bienestar social, los valores morales y la religión.

Disciplinas distintas
-Siguiendo con la religión, ¿hasta qué punto los descubrimientos científicos difuminan las "certezas" religiosas?
-No veo por qué haya que pensar que los descubrimientos científicos son incompatibles con la fe religiosa. La ciencia busca descubrir y explicar los procesos de la naturaleza: el movimiento de los planetas, la composición de la materia y del espacio, el origen y función de los organismos. La religión trata del significado y propósito del universo y de la vida, las relaciones apropiadas entre los humanos y su creador, los valores morales que inspiran y guían la vida humana. La ciencia no tiene nada que decir sobre estas materias, ni es asunto de la religión dar explicaciones científicas para los fenómenos que tienen lugar en la naturaleza.

Biología y Génesis
-Aun así, en algunos aspectos pueden llegar a ser totalmente contradictorios...
-Los conocimientos científicos parecen contradecir la narrativa bíblica de la creación del mundo y de los primeros humanos. La astronomía describe el origen de los planetas, las estrellas y las galaxias de manera muy diferente al Génesis. La biología nos enseña que las especies, incluyendo la humana, han evolucionado de otras especies, a través de periodos de tiempo muy amplios. Como decía el papa Juan Pablo II, "la Biblia nos habla del origen del universo y su creación, no para proporcionarnos un tratado científico, sino para establecer las correctas relaciones del hombre con Dios y con el universo". En este sentido, añade el Papa, la Biblia se expresa "en los términos de la cosmología conocida en los tiempos del escritor sagrado".

-¿Cuál es su postura ante la clonación?
-Hay muchos tipos de clonación. La clonación de genes (o segmentos de ADN) es algo que los científicos hacen a diario y de manera muy eficiente. Clonamos un gen, haciendo miles de millones de copias de su ADN, para investigar el gen. También se clonan células individuales por razones de investigación, un tipo de proceso que se descubrió ya hace bastantes décadas. Los agricultores han clonado desde la antigüedad árboles frutales y otras plantas.

-¿Y cuando esas técnicas se utilizan con el ser humano?
-Es difícil encontrar razones que justifiquen clonar un ser humano. Hay contra ello razones muy serias, humanísticas, sociales, morales, religiosas, y aun biológicas. De hecho, no es posible, ni lo será, clonar un ser humano. Es posible clonar su ADN, pero lo que es el ser humano no sólo está determinado por sus genes, sino también, y de manera muy importante, por las interacciones entre sus genes y su entorno.

- ¿Qué respuestas puede dar la genética en el futuro a enfermedades como el cáncer o el Alzheimer?
-La genética nos puede ayudar a descubrir, y por tanto a tratar, enfermedades como el cáncer, el Alzheimer, y otras. Pero le diría que la genética y la medicina son, por sí mismas, incapaces de curar varias de las plagas modernas, como el tabaco y la obesidad, que actualmente son las dos causas mayores de mortalidad en los Estados Unidos.