Cine

La XII edición del festival de cine de l"Alfàs del Pi apuesta por la comedia como género

5 julio, 2000 02:00

El Festival de Cine L’Alfàs del Pi abre sus puertas, el próximo viernes 7 de julio, a los más de 15.000 espectadores que se esperan este año. Famosos, curiosos, cortometrajistas y amantes del género se darán cita, hasta el domingo 16, en uno de los certámenes con más solera del país. En esta XII edición la estrella indiscutible es la comedia.

No es de extrañar que el Festival de Cine de L’Alfàs del Pi se considere uno de los más glamurosos de nuestra piel de toro. La Costa Blanca se llena de famosos que se dan cita desde pasado mañana hasta el16 de julio para -y esto es lo más importante- ver cortometrajes. Como viene siendo habitual desde su creación en 1989, Juan Luis Iborra, fundador y director del certamen, elabora una cuidada lista de invitados que dan vida y color a uno de los festivales de cortos (pues es ésta su sección estrella) con más solera del país. Este año entre los invitados estarán, si nada lo impide, Cayetana Guillén Cuervo, Nacho Duato, Silke, Alberto San Juan, Pere Ponce, Toni Cantó, Loles León, Ana Torrent, Miguel Albadalejo o Pedro Olea.

Pero no sólo de pan vive el hombre. Además de este nutrido elenco de nombres conocidos, L’Alfàs del Pi tiene una selecta cartelera de cortometrajes (26 en esta duodécima edición) que compiten por los tres premios de 1.000.000, 500.000 y 250.000 pesetas.

Este año, y según Iborra, la calidad es mucho mayor que en ediciones anteriores. "La verdad es que la cantidad (que hace dos años vivió un boom importante) sigue siendo más o menos la misma, pero la calidad va en aumento. Cada vez hay más cortos buenos y la selección es más complicada. Hay también mayor variedad temática, aunque la comedia, en esta edición, se lleva la palma", dice el director. Y es cierto. La primera película de Rafa Russo (Madrid, 1962), El cumplido, es una de ellas. "Es una comedia estilo Woody Allen", dice el realizador, guionista de Lluvia en los zapatos, de María Ripoll. Con unos cinco millones de pesetas (entre los que se cuenta una subvención del Ministerio de Cultura), ha querido narrar la historia de un conflicto: qué pasa cuando tu pareja desprecia tu profesión. Y después de esta primera experiencia detrás de la cámara, ya tiene varios proyectos: "Como guionista, tengo ya varias cosas en el cajón, además de un corto y un largo para rodar", asegura.

Con sorpresa final

La de álvaro García-Capelo (Bilbao, 1965) es una original historia con sorpresa final. Sin subvenciones a priori, El hombre de Atapuerca es su tercer corto. "Es una película de ocho minutos que describe, con voz en off, los pensamientos de un hombre. Es el cuento del cazador cazado", comenta. Nada que ver con el personalísimo trabajo de Isaías R. Jiménez (Málaga, 1973): La carta (definitiva) narra la extraña historia de un poeta que mantiene una relación con la luna. "Es una película muy visual, muy visceral, fantástica y lírica", dice el director, que se ha volcado en este complicado rodaje: "He aprovechado el sol de Málaga para simular la luna mediante el método de la "noche americana", con filtros que convierten el día en noche", comenta Jiménez.

Más cerca de la comedia está también el primer cortometraje de Valerio Boserman (Roma, 1971), Un vuelco en el corazón, que cuenta con la colaboración especial de Jorge Sanz. "Le envié el guión para que hiciera un papel más largo, pero ahora, visto el resultado final, me gusta mucho más así, una aparición breve pero genial", dice Boserman, que ha rodado este corto con tres millones y medio de sus ahorros ("tuve que elegir: coche o corto").
Una luz encendida, de Alber Ponte (Surrey, Inglaterra, 1963), es, como él mismo dice, "una historia de amor sencilla y dura. Una pareja en la que uno mira hacia atrás y otro hacia el futuro". Protagonizado por Lola Dueñas y Luis Zahera, el corto lleva ya varios premios: "Ya lo he amortizado, ahora voy a por el largo (Un mundo por descubrir) que está ya en preproducción".

Un corto sin nacionalidad


Luis Vidal (Barcelona, 1970) es un caso atípico, no ha estudiado cine (es artista en activo, creador de instalaciones) y éste ha sido su primer rodaje y le ha salido redondo. "La verdad es que yo escribo guiones para las instalaciones que realizo, así que en ese sentido no tuve problema. Además, he rodado en Cuba y allí he contado con el mejor equipo", cuenta el director. Muertesita. Una historia de amor es un corto "sin nacionalidad, porque los actores y el equipo son cubanos, pero allí me lo han prohibido porque -según ellos- da una visión distorsionada de la medicina cubana. Así que nos hemos quedado sin subvenciones", dice Vidal, que ha entrado en el cine con una fuerte historia de amor entre un forense y su cadáver.

Y como éstas, otras películas, muchas ya conocidas para los amantes de los festivales (El olor de las manzanas, El figurante, El pan de cada día...), que se podrán ver en los nueve días que dura el encuentro. En total, más de 15.000 personas pasarán por L’Alfàs del Pi en esta edición. "Nuestro mayor éxito es la afluencia de público", dice J.L. Iborra. Y dice bien.