Después de nueve intensas semanas, Jaume Balagueró (Los sin nombre) ha finalizado el rodaje de Darkness, una superproducción de 2.000 millones de pesetas con un reparto de carácter internacional que se ha rodado en inglés en los alrededores de Barcelona. El filme, que distribuirá Miramax, se adscribe al género de terror, y está enmarcado en el proyecto Fantastic Factory. EL CULTURAL visitó el set de rodaje y habló con el director leridano sobre su segunda ficción terrorífica.

La película Darkness alcanzó la semana pasada sus últimas jornadas de rodaje en Roca del Vallés, un pueblecito montañoso a treinta kilómetros de Barcelona donde, apartado de todo rastro de civilización, se ha levantado en madera y piedra un caserío tenebrista con diseños de mediados de siglo, la casa "maldita" que a efectos de guión guarda secretos abominables y donde se ha grabado la mayor parte del filme.

Bajo la producción de Filmax, Darkness se ha concebido como una superproducción de 2.000 millones de pesetas. Tamaño presupuesto, uno de los más caros del cine español, ha sido posible gracias a la intervención de Miramax que, sorprendida por el éxito de la ópera prima de Balagueró, Los sin nombre, compró a ciegas su segunda película. En las cláusulas del contrato se contemplaban varias obligaciones para su segundo filme: que fuera de terror, en formato de superproducción y con reparto internacional.

Para encontrar el germen del guión original que Balagueró ha coescrito con Fernando de Felipe es necesario rastrear en una serie de ensayos científicos. "Leí acerca de unos descubrimientos según los cuales un tanto por ciento del cosmos está formado por materia desconocida, de la que sólo se sabe que no absorbe la luz, es absolutamente oscura y extremadamente virulenta. Es un descubrimiento que los astrónomos temen porque realmente no pueden entenderlo", sostiene Balagueró.

Puro terror

"Prefiero abstraerme de todo lo que se ha generado en torno a mí y a las expectativas que ha creado mi primera película -recapacita el director catalán-. Me planteo Darkness como un capítulo aparte. Es una trama de puro terror en la que el miedo es llevado a la abstracción, concretizado en la oscuridad, y por lo tanto una historia que exige un alto nivel interpretativo, pues rodar una fábula de terror siempre resulta emocionalmente complicado para los actores". Por este motivo, Balagueró ha preferido huir del star system de relumbrón y apostar por un reparto de probado talento interpretativo que además puede funcionar en el mercado americano.

Después de un meticuloso proceso de casting, la actriz sueca Lena Olin (retratada en tres ocasiones por el maestro Bergman), la oscarizada Anna Paquin (El piano), el escocés Ian Glein y el niño debutante Stephen Enquist son los encargados de dar vida a los miembros de una familia que acaba de trasladarse a una casa siniestra habitada por la oscuridad y situada en una zona inconcreta de España. El galán italiano Giancarlo Giannini y los españoles Fele Martínez y Fermí Reixach completan un reparto de evidente carácter multinacional para un rodaje realizado en inglés.

Luz oscura

Una de las máximas preocupaciones de Balagueró reside en el trabajo de fotografía, encabezado por Xavi Giménez, cuyo exquisito trabajo a lo Darius Khondji en Los sin nombre le valió diversos galardones. "Queremos una fotografía con negros muy intensos y siluetas de luz, y para eso Giménez se ha propuesto todo un reto: que se pueda ver en la oscuridad". La recreación de ambientes es otra de las bazas más determinantes con las que juega el cineasta. Para ello, no sólo se ha construido la fachada, de dimensiones menores pero con los mismos brotes de oscurantismo que las mansiones de Psicosis y The innocents (y con bocas de lluvia artificial repartidas por el techo), sino que en otra localidad barcelonesa, Pobla Nou, se han rodado los interiores en un estudio que reproduce las oscuras estancias de la casa.