Image: Isabel Coixet

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Cine

Isabel Coixet

“Sólo me interesan los personajes inteligentes”

6 febrero, 2003 01:00

Isabel Coixet. Foto: M.R.

Fanática de Aki Kaurismaki y Wong Kar-Wai, a Isabel Coixet (Barcelona, 1962) no le quita el sueño su participación en Berlín, ni el hecho de que su película se medirá con trabajos de Zhang Yimou, Steven Soderbergh, Claude Chabrol o Michael Winterbottom. "El público va a los festivales como Berlín a juzgar, es decir, o aplauden o silban la película. Es un arma de doble filo. Pero ya he estado en los suficientes jurados como para saber que todo es muy aleatorio". Sin grandes expectativas, pero convencida de su último trabajo, My Life Without Me (Mi vida sin mí), Coixet acude a Berlín con un historia de "oscuras esperanzas" en la que por primera vez cree "haber encontrado el equilibrio entre drama y comedia".

Si le preguntan por qué rueda sus películas en inglés y con actores extranjeros, su respuesta es desarmante: "Porque sí... porque las historias que imagino me lo piden". También le exigen aislamiento, espacios vitales en los que ella y su equipo puedan operar en un microcosmos sin más horizontes que los que la vida les ofrece a sus personajes. Si en Cosas que nunca te dije se encerró en un pequeño pueblo de Oregon (Estados Unidos) con sus actores y un reducido equipo técnico, para My Life Without Me estableció su territorio de trabajo en Vancouver (Canadá), de nuevo bajo las inclemencias del frío y en una zona cerrada sobre sí misma.

Escenarios carverianos
"Tengo la tendencia a situar todo en zonas muy desoladas. Lugares en los que a las cinco de la tarde ya es de noche y a las seis de la mañana lo sigue siendo. Lo que busco es la sensación de aislamiento, saber que estoy ahí para hacer la película y nada más. Y en Vancouver, en un radio de muy pocos kilómetros, encontré todo lo que necesitaba para la historia que quería contar".

Una caravana con jardín, una universidad, hogares aislados y sin muebles y, por supuesto, una lavandería. En estos escenarios que parecen rescatados de un relato de Raymond Carver -si bien la historia está inspirada en uno de Nanci Kincaid- transita Ann (Sarah Polley), joven de 23 años a la que tras un reconocimiento médico le comunican que le quedan dos meses de vida (en una escena escrita, planificada e interpretada con asombrosa eficacia y atrevimiento). "En el relato, la protagonista corría a contárselo a todos, pero a mí me interesó lo contrario. Pensé... ¿y si se lo calla ? Creo que ahí es donde encontré el impulso vital de la película", explica la autora de A los que aman. Impulso vital, también, del personaje, que a partir de ese fatídico día exprime el jugo de su vida. Con dos hijas, un marido en paro (Scott Speedman), una madre enfadada con el mundo (Deborah Harry, cantante de Blondie en plena conversión a actriz), un padre en la cárcel y un trabajo de limpiadora nocturna, Ann, "que nunca ha tenido tiempo para pensar", prepara una lista de "cosas que hacer antes de morir". Este podría ser el título de la película, que además suena a título Coixet -en apenas cuatro largometrajes ha creado un discurso cinematográfico con entidad propia-, pero Mi vida sin mí va más allá y resulta más certero.

Una auténtica heroína
Los deseos pre-mortem de Ann pueden ser tan estériles como cambiarse el pelo (y lo intentará con la peluquera María de Medeiros) o tan perversos como lograr que alguien se enamore de ella (que será Mark Rufallo), pero en esencia van encaminados a preparar una vida sin ella lo menos traumática posible para su familia, como encontrarle una nueva esposa a su marido (aquí Leonor Watling jugará un papel determinante). "Ann es una auténtica heroína -explica Coixet-. Es la única que no se queja del mundo y la que más razones tiene para hacerlo. Incluso su despedida de un mundo que no se ha portado especialmente bien con ella es un puro acto de amor y generosidad".

Variaciones de un mismo tema, aquí como en sus anteriores trabajos, los personajes sufren y aman sin palabras -"Me han dicho que mis películas se parecen a las de Ozu porque salen personas sentadas y en silencio", bromea-, arrastran heridas emocionales, tienen problemas de comunicación y viven en un perpetuo miedo al compromiso con la vida y sus responsabilidades. "Soy incapaz de hacer películas con asesinos en serie, sólo me interesan los personajes inteligentes, básicamente buenos y generalmente desprotegidos". Personajes, se nos antoja, muy parecidos a Isabel Coixet.