Quentin Tarantino
Kill Bill es una película feminista
17 junio, 2004 02:00Quentin Tarantino
"La venganza es un plato que se sirve frío". Con estos rótulos se abre la última obra maestra de Tarantino, Kill Bill, de la que sólo hemos podido ver la primera parte. Días antes de su inminente visita a España para presentar Kill Bill Vol. 2 -que aterrizará en nuestras pantallas en julio-, Tarantino habló con El Cultural en torno a su esperada obra.
-Al final, resulta que Kill Bill. Vol. 2 es una película feminista, algo inesperado en una película de Quentin Tarantino.
-Me alegro de que me haga ese comentario (carcajada). Por supuesto, es una película para las chicas. Ella regresa de la muerte, arranca ojos y sabe cómo matar con cinco detalles. En fin, no quiero revelar más, pero la película... sí, es feminista. Vale.
-Pero por encima de todo, incluso de su rabia, ella es madre.
-Claro, ahí radica la ironía. Ella cumple su venganza a su manera. Ni Sinatra lo soñó de semejante manera.... al estilo kung-fu.
-Hábleme de Uma, su musa.
-Ella es el sueño de cualquier director. Preparada, valiente, llena de ideas. Beatrix Kiddo es un personaje que nos pertenece a ambos. Aunque me de vergöenza confesarlo. Ella era La Novia y ahora es Beatrix, la que da alegría. Tal cual. La felicidad que le va a dar a su hija, esta asesina comercial, es inmensa.
-¿Son ciertos los rumores de que hubo problemas entre Uma Thurman y Daryl Hannah?
-Digamos que se "metieron" dentro de sus personajes. La rivalidad en la lucha final es palpable. Pero nadie se sacó los ojos, son efectos especiales (Carcajada).
-La elección de David Carradine es todo un acierto.
-Siempre le tuve en mente. Si se hubiera negado, no podría haber hecho la película. él es Bill, absolutamente. David ha heredado de su padre el físico, pero también esa ironía y un cierto modo de ver la vida. Los Carradine son una saga y un modo de concebir la vida.
-¿Qué cree que le ha aportado David a Bill?
-Sobre todo esa serenidad a la hora de morir. Algo que atraviesa la cultura asiática y también la mediterránea.
La fiesta griega
-Ha tardado seis años en hace una nueva película desde Jackie Brown y, además, le ha costado ocho meses hacer los dos volúmenes de Kill Bill. ¿Es hacer cine un negocio inteligente?
-Para nada, pero es divertido. Hacer cine es una fiesta. Invitas a tus mejores amigos, te inventas una historia y, al final, brindas con champán (risas). No, ahora en serio. Siempre he querido contar la historia de una venganza femenina a la manera griega y con Uma. Creo que lo he conseguido con Kill Bill.
-¿Hablamos de la violencia de las películas de Tarantino?
-Como quieras, pero no es más que un cliché. En esta película he querido que la violencia sólo sea una pequeña parte de la historia. Todo está integrado en la historia de esta madre, y la música juega el papel más fundamental.
-De hecho, finaliza con Malagueña salerosa.
-"Besar tus labios quisiera y decirte niña hermosa" (Canta). La música es fundamental cuando preparo una película, no sé si empiezo por el guión o por la banda sonora... En lo que sí me empleo a fondo es en las coreografías. En esta película, lógicamente, era esencial. En caso contrario, la historia no es creíble.
-¿Fundamentalmente, con qué referentes ha trabajado?
-A mí me vale todo. Desde Elizabeth Montgomery en Embrujada hasta las novelas de Bret Easton Ellis. También, por supuesto, toda la serie de Kung Fu, ¡vaya! Bonnie and Clyde, por supuesto, los golpes que daba Babe Ruth, los diálogos ácidos de mi colega Roger Avary, los cuadros de Giacometto... todo vale si sabes cómo emplearlo.
-La Novia se ha convertido en La Madre, ¿qué aventuras le esperan a partir de ahora?
-Está todo por delante, pero creo que no lo contaré. En su vida real, Uma es una madre impresionante y yo no he pasado por la experiencia. Prefiero que lo cuente otro.
-Pues bueno, ¿dónde se ha quedado el proyecto de su película acerca de la II Guerra Mundial, Inglorious Bastards?
-Me temo que de momento se queda en proyecto. De vez en cuando vuelvo al guión, le doy algunas vueltas, pero me parece que lo tendré que dejar de momento. Pero permítame decirle que es un guión magnífico yque algún día lo filmaré. Palabra de Quentin.
-Entonces ¿tendremos que esperar de nuevo seis años?
-¡No, ni de coña! Espero que no. Tengo muchas historias en la cabeza, demasiadas. Espero que no se desesperen en Miramax. Aunque creo que han hecho un buen negocio conmigo.