Image: Aledaños de lujo

Image: Aledaños de lujo

Cine

Aledaños de lujo

"Habana Blues", única presencia española en Cannes, clausurará la sección ‘Una cierta mirada’

5 mayo, 2005 02:00

Escena de Habana Blues

La atractiva oferta de Cannes no termina en las películas a competición. El festival galo puede permitirse el lujo de programar fuera de concurso, casi en segundo plano, filmes que cubrirían sobradamente la "cuota de estrellato" en cualquier otro festival. Por ejemplo Match Point, la última película de Woody Allen, quien este año ha trocado Venecia y San Sebastián por la Croisette. El genial cómico de Brooklyn, que ha rodado íntegramente en Londres su última propuesta, vuelve con una comedia con elementos de thriller protagonizada por un amplio reparto que incluye a Scarlett Johansson, Emily Mortimer y Brian Cox. "Generalmente quiero que me trague la tierra después de hacer una película -ha dicho el autor de Manhattan-, pero con esta estoy muy entusiasmado porque Scarlett Johansson es una actriz sencillamente excepcional". El secretismo en torno al filme no es ninguna sorpresa tratándose del cineasta judío, si bien sabemos que el argumento de Match Point está centrado en un profesor de tenis que comete un crimen pasional. También fuera de competición, y haciendo gala del eclecticismo del certamen, cuatro días antes de su estreno en las pantallas mundiales se presentará en el Grand Théatre Lumière la fatal conversión de Anakin Skywalker en Darth Vader, pivote argumental del Episodio III de La guerra de las galaxias, que pondrá fin a la precuela intergaláctica de George Lucas, sin duda menos excitante que los capítulos IV-VI rodados hace más de veinte años.

Donde hay que concentrar la mirada en busca de extrañas joyas del cine contemporáneo, cajón de sastre de propuestas clásicas y vanguardistas, expertas y profanas, es, sin embargo, en la sección ‘Una cierta mirada’, que según el director del certamen, Gilles Jacob, tendrá este año "más visibilidad que nunca". No en vano, ya es de por sí sintomático que sea el cineasta Alexander Payne (Entre copas) quien presida el jurado de una categoría que existe con la clara vocación de abrir puertas a jóvenes realizadores.

Veinte películas
Un total de veinte trabajos conforman una sección con películas procedentes de quince países, nueve de ellas óperas prima. Entre los países invitados, en representación de cinematografías tan distintas como las de Sri Lanka o Islandia, también se encuentra España, que clausurará la sección con la segunda película de Benito Zambrano, Habana Blues, ya estrenada en nuestras pantallas con moderado éxito. Sorprendentemente, es la única concesión del certamen a una cinematografía, la nuestra, que a pesar de los largos brazos de su comité de selección está históricamente vetada en sus pantallas. Sus razones tendrán.

Más cineastas. El prolífico director coreano Kim ki-duk, con dos películas actualmente en nuestras salas (Hierro 3 y Samaritan Girl, galardonadas en Berlín y Venecia respectivamente), ya se ha convertido en una fijación de los grandes festivales, que celebran su inmenso poder fabulador, su inteligente y personalísimo aliento narrativo en viscerales épicas sobre la crueldad y belleza del comportamiento humano. Sorprenderá en Cannes con su decimosegundo largometraje en apenas nueve años, The Bow, un filme de muy bajo presupuesto que narra la historia de un anciano dispuesto a contraer matrimonio con una adolescente de diecisiete años. Cualquier cosa se puede esperar también de François Ozon, un fijo del Festival, que presenta Le temps qui reste, en torno a las tribulaciones en los últimos meses de su vida de un joven de treinta años que padece una enfermedad mortal.

Cine emergente
Con especial preferencia por las emergentes cinematografías latinas, los nueve debuts que tienen cabida este año en la prestigiosa sección son los del argentino Juan Solanas (Nordeste), el mexicano Amat Escalante (Sangre), los brasileños Marcelo Gomes (Cinema, aspirinas e urubus) y Sergio Machado (Cidade Baixa), el alemán Benjamín Heisenberg (Schläfer), los norteamericanos David Jacobsen (Down in the Valley) y James Marsh (The King), el iraní Niki Karimi (Yek Shab), y el realizador de Sri Lanka Vimukthi Jayasundara (Sulanga enu pinisa). Con su puesta de largo en Cannes, todos buscan algún día entrar en el panteón de los clásicos que homenajea el festival cada año, como el británico Michael Powell en esta 58 edición, a propósito del centenario de su nacimiento. Otra efemérides, el medio siglo desde la muerte de James Dean (30 de septiembre), da lugar a una exposión fotográfica en torno a este icono del siglo XX. Cine para todos los gustos, por tanto, en un certamen que un año más consolida su liderazgo mundial.