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No habrá ninguna película americana en competición. Este podría ser el titular de una noticia más que llamativa para cualquiera de los grandes festivales internacionales de cine del mundo, como sin duda es el de San Sebastián. Es un hecho insólito y poco frecuente, que habla de la valentía de los programadores, pues se supone que no han encontrado ninguna producción estadounidense con el nivel que tienen el resto de las películas seleccionadas, lo que a su vez elevará, inevitablemente, el nivel de exigencia con el que será valorada la competición oficial.

En abierto contraste, el cine de habla o de producción hispana toma el relevo y se adueña de importantes parcelas dentro del certamen. El primer síntoma se hará sentir ya en la gala inaugural de esta misma noche, en la que Montxo Armendáriz, ganador de la Concha de Plata con 27 horas y de la Concha de Oro con Las cartas de Alou, presentará su nuevo y ambicioso trabajo: Obaba, basado en el libro de Bernardo Atxaga Obabakoak, una obra de fuertes raíces en el imaginario cultural y nacional vasco. La apuesta es fuerte, porque se trata de un film arriesgado y valiente, porque es una de las piezas mayores del cine español del presente año y porque será la primera de las películas en competición.

Después llegarán otras tres películas españolas que, realizadas por jóvenes cineastas de las últimas promociones, prometen no pasar desapercibidas. Y menos que ninguna lo hará 7 vírgenes, dirigida por Alberto Rodríguez (firmante de El factor Pilgrim y de El traje), responsable ahora de un retrato durísimo y lleno de veracidad de la juventud semidelincuente en un barrio marginal de Sevilla: un film de imágenes vivas y contundentes, atravesado por dolientes fogonazos de verdad y carente de todo discurso moralista. Tampoco dejará a nadie indiferente la original propuesta narrativa desplegada por Chema de la Peña y Gabriel Velázquez en Sud Express, donde la cámara sigue la pista a una amplia nómina de personajes cuyas historias se cruzan dentro de un crisol multiétnico y plurilingöístico que no tiene antecedentes en el cine español.

‘Malas temporadas’
La tercera en liza, segunda realización de Manuel Martín Cuenca (Malas temporadas), interpretada por Javier Cámara y Leonor Watling, levanta también una notoria expectación. La participación española dentro de la sección oficial se extiende a una coproducción con Argentina (El Aura), dirigida por el realizador de Siete reinas (Fabián Bielinsky) y otra con Marruecos (La vida perra de Juanita Narboni), dirigida por Farida Benlyazid sobre la famosa y homónima novela de ángel Vázquez, de la que Javier Aguirre filmó ya una personalísima versión en 1981 (Vida/Perra) interpretada en exclusiva por Esperanza Roy. Por si esto fuera poco, el cine de habla hispana contará también con una producción exclusivamente argentina (Iluminados por el fuego, de Tristan Bauer), primera película de ficción rodada en este país que afronta sin tapujos la memoria hiriente de la Guerra de las Malvinas.

La presencia del cine nacional se hace apabullante dentro de la sección "Especiales de Zabaltegi", donde, junto a una exótica película ficcional de Sri Lanka, se dan cita ¡cinco! documentales españoles dirigidos respectivamente, por Ariadna Pujol (Aguaviva), Israel Sánchez Prieto (Días azules), Juan Miguel Gutiérrez (Bozes lexanas), Diego Galán (Pablo G. del amo: un montador de ilusiones) y el tándem formado por Esteve Riambau y Elisabet Cabeza (La doble vida del faquir): una selección que permitirá poner al día la producción más interesante de este pujante género. Otras dos películas españolas aparecen incluidas en la sección de Zabaltegi dedicada a los nuevos realizadores: El taxista ful, de Jo Sol, y la producción vasca Aupa Etxebeste, de Asier Altuna y Telmo Esnal, junto a una coproducción hispano-portorriqueña (Agua con sal), firmada por Pedro Pérez Rosado.

Camarón y Chávarri
En un registro muy diferente, el estreno de Camarón, la película que Jaime Chávarri ha dirigido sobre la desaparecida figura del cante jondo, pondrá la guinda a las proyecciones previstas en el velódromo, donde se ha programado también -pintoresca ocurrencia- una versión doblada al euskera de Spy Kids-3D. Game Over, de Robert Rodríguez, para cuyo disfrute integral serán necesarias las gafas que permitan apreciar las tres dimensiones. La sección "Horizontes latinos" (donde se podrá ver la película dirigida por Antonio Skármeta en 1983 -Ardiente paciencia- sobre su propio guión, que después dio lugar al film de M. Radford El cartero y Pablo Neruda, y una restauración de Los olvidados, de Buñuel) y la repesca de "Made in Spain" terminan de completar el exhaustivo paisaje de cine hispano que ofrece la presente edición.

Un jurado de lujo presidido por Anjelica Huston, en el que se integran personalidades tan fuertes como el director artístico Dean Tavoularis (estrecho colaborador de Coppola), el escritor chileno Antonio Skármeta, el director francés Claude Miller, la realizadora danesa Lone Scherfig, el actor italiano Enrico lo Verso y la actriz española Verónica Forqué, tendrá que confeccionar un palmarés que la amplia representación hispana deberá disputar duramente con importantes creadores del cine mundial dispuestos a no dejarse avasallar.

Viejos conocidos
Directores como Terry Gilliam, Michael Winterbottom, Ruy Guerra y Zhang Yang (todos ellos viejos conocidos del festival) traen a Donosti sus nuevas realizaciones y tampoco éstas dejarán de llamar la atención. El autor de Brazil (recién llegado de Venecia, donde ha presentado El secreto de los hermanos Grimm) estrena en Donosti Tideland, protagonizada por una niña que, tras la muerte de sus padres, se construye un mundo imaginario poblado por extraños personajes. Winterbottom cambia completamente de registro y, tras la tórrida sexualidad de Nine Songs, se adentra en un clásico literario de gran calado (Tristam Shandy, de Lawrence Sterne) para filmar A Cock and Bull Story, donde se atreve a mezclar la historia del rodaje de una película en lo que promete ser otra de sus inclasificables y estimulantes propuestas narrativas.

El brasileño Ruy Guerra toma prestada una novela de Gabriel García Márquez (La mala hora) para dirigir O veneno da madrugada, mientras que el chino Zhang Yang, inolvidable director de La ducha (Concha de Plata en 1999), narra esta vez, con Sunflower, la historia de un hombre en tres momentos diferentes de su vida. El alemán Andreas Dressen, con Verano en Berlín, y el sueco Per Fly (realizador de La herencia), con un film sobre un grupo de militantes antiglobalización (Manslaughter) son, a priori, otros tantos nombres a tener en cuenta dentro de una sección oficial que se completa con títulos de Corea del Sur, Eslovenia y la República Checa, junto a dos producciones francesas realizadas, respectivamente, por Anne Fontaine y Stéphane Brizé.

La dura competición
La gala de clausura se ha reservado, ya fuera de concurso, para una producción neozelandesa dirigida por Roger Donaldson y protagonizada por Anthony Hopkins: The World´s Fastest Indian. El plato fuerte de Zabaltegi volverá a estar, como los años anteriores, dentro de las "perlas" rescatadas de otros festivales. Aquí el menú se llena de delicatessen y la mayoría de éstas tienen importantes nombres propios detrás de sus imágenes. Woody Allen regresa a Donosti con la película que obtuvo mayor consenso en Cannes (Match Point), film que introduce un llamativo y valiente giro en su trayectoria reciente.

De ese mismo festival llegan también los últimos trabajos de Jim Jarmusch (Broken Flowers) y Kim Ki-duk (El arco), realizador este último a quien la FIPRESCI le entregará el Premio a la Mejor Película del año por Hierro 3, así como la pequeña sorpresa que firma Miranda July, directora y protagonista de Me and You and Everyone You Know, retrato coral de una pequeña comunidad, fruto de una intensa mirada personal y ganador del Premio del Jurado en Sundance y de la Cámara de Oro en Cannes.

Del reciente festival de Venecia se han rescatado las nuevas películas de Abel Ferrara (Mary), Lauren Cantet (Hacia el sur) y Rodrigo García (Nine Lives), mientras que también se podrán ver esperadas obras de Bertrand Tavernier (Holy Lola) y Denis Tanovic (El infierno). Entre las "perlas" se ha colado de matute, eso sí, una piedra tosca y falsaria, de nacionalidad mejicana, firmada por Carlos Reygadas (Batalla en el cielo), mientras que la obra de su discípulo Amat Escalante (Sangre), producida por el propio Reygadas, igual de radical, pero mucho más interesante y, sobre todo, bastante más sincera que la de su mentor, ha quedado subsumida sin apenas relieve dentro "Horizontes latinos".

Rebeldes e insumisas
Tres amplias y jugosas retrospectivas completan la programación del festival. La de carácter temático se dedica este año a las mujeres "Rebeldes e insumisas", con una amplia selección que va desde La reina Cristina de Suecia (R. Mamoulian, 1933) hasta Ni locas ni terroristas (Cecilia Barriga, 2005), pasando por títulos como Siete mujeres (Ford) o Gloria (Cassavettes). Será una buena oportunidad para rescatar del olvido algunos títulos de notoria personalidad y hoy en día casi desconocidos, como La vieja dama indigna, de René Allio o la excelente Agnes Browne, realizada nada menos que por la señora presidenta del jurado, Anjelica Huston. Los dos ciclos de autor tienen, en cambio, protagonismo masculino y, aquí sí, nacionalidad americana Abel Ferrara es el cineasta contemporáneo de este año. Su filmografía entera, desde The Driller Killer (1979) hasta Mary (2005), que tiene plaza de honor entre las "perlas", podrá verse así por vez primera en España. El creador de Bad Lieutenant, El funeral o la incomprendida ‘R Xmas se encontrará en el festival con el tributo que se le rinde, en paralelo, a Robert Wise, un clásico de Hollywood. Director de grandes éxitos como West Side Store (1961), Sonrisas y lágrimas (1965) o el título fundacional de la serie Star Trek (1979), lo es también de olvidadas, pero valiosas obras durante los años cuarenta y cincuenta, como Born to Kill, The Set-Up, Ultimátum a la Tierra o Quiero vivir.