Junto a Bird de Clint Eastwood, es probablemente el mejor film no documental jamás realizados sobre jazz, un conmovedor retrato de los últimos días de un saxofonista americano (trasunto vital de Bud Powell y Lester Young) en el París de 1959 contratado por el Blue Note, exilio cultural de muchas leyendas del jazz. Dale Turner es una de ellas (el saxo tenor Dexter Gordon en una memorable interpretación) que está cansado de todo menos de la música y que, cada vez que logra escaparse de los que controlan su adicción al alcohol y las drogas, emprende un camino de autodestrucción en las noches parisinas. Un joven francés, que le considera un Dios porque su música ha inspirado toda su vida, removerá cielo y tierra para sacarle de la oscuridad y obligarle a recuperar su genio y su inspiración. Entre ambos se establece una relación de amor y amistad que hasta logra entrar en conflicto con el amor del joven por su hija y su ex mujer. Con una banda sonora memorable, que incluye composiciones originales de Herbie Hancock, todas las escenas musicales están grabadas con sonido directo y grandes jazzistas en el escenario (Dexter Gordon, Wayne Shorter, Ron Carter, John MacLaughlin, Bobby Hutcherson, etc.), aportando una autenticidad al film que contrasta con la atmósfera ilusoria del París de los años cincuenta (con un inspirado diseño de producción de Alexandre Trauner). Una película bella, conmovedora y profunda, sobre el amor y la muerte, la soledad y el exlio, sobre el arte como única tabla de salvación, es decir, sobre el jazz.

Extras: Menús estáticos de filmografías y premios.

Escena clave: Dale Tuner lleva el desayuno a la cama a su anfitrión y salvador, "lady Francis", y le dice: "Nunca, nunca más vuelvas a llorar por mí". "¿Qué puedo hacer si te estás matando?". "Lo dejaré".