Plumas de caballo

Una escena de 'Plumas de caballo'

El Cultural entrega el jueves 10 de mayo, por sólo 7,50 euros, el DVD Plumas de caballo (1932), brillante parodia de los geniales Hermanos Marx.

Woody Allen, que se ha reconocido devoto de los Hermanos Marx en infinidad de ocasiones, incluso decidió homenajearlos con el título de una de sus películas: Everyone Says I Love You (traducida en España con el híbrido Todos dicen I Love You), nombre de la canción que cantan los cuatro hermanos más disparatados de la historia del cine a la misma chica en esta espléndida Plumas de caballo. Por extraño que parezca, se trata de uno de los filmes más desconocidas de la filmografía de los cómicos, y resulta extraño porque pocas veces el espíritu libertario marca de la casa se deja ver. El escenario, sin duda, se presta al canto anárquico: una Universidad de la provinicia estadounidense en la que el deporte tiene mucha más importancia que las propias lecciones. Una circunstancia de la que los artistas se sirven tanto para denunciar (con toda la acidez e ironía posibles, claro está) un sistema educativo que prima lo físico a lo intelectual como para rebelarse contra la propia disciplina y autoritarismo propios de todo sistema educativo, conservador ene ste caso. Por ello, no cabe concebir rector más surrealista que ese Groucho Marx que, en una declaración de intenciones, termina cantando el que siempre fue su lema: "Me opongo a todo".

Rodada en los primeros tiempos de su trayectoria, la trama es ligera como una hoja: el nuevo rector universitario (Groucho), ante la crisis de su equipo de fútbol decide contratar a dos nuevos jugadores. Pero se equivoca y acaba fichando a los inefables Harpo y Zeppo, dos vagabundos que llevan el caos más absoluto al equipo. Todo se intenta resolver secuestrando a las dos estrellas rivales, lo que conduce a una final deportiva en la que nada sale como debiera y es la antítesis de los clichés del género.