Image: Richard Linklater

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Cine

Richard Linklater

“Mi reto era contar la explotación cruel de animales y hombres por una hamburguesa”

12 julio, 2007 02:00

Linklater, el azote del establishment

Mañana llega a nuestras pantallas Fast Food Nation, un demoledor trabajo de Richard Linklater sobre la industria alimentaria. El Cultural ha hablado con el director sobre los pormenores de la película y de su particular reparto.

Los espectadores españoles conocen a Richard Linklater sobre todo por dos películas muy alejadas de polémicas: Antes del amanecer y Después del amanecer, dos comedias románticas consideradas clásicos del género. Pero Linklater, además de un corazón sensible y la facultad para transmitir emociones delicadas, también es un cineasta de armas tomar, un enfant terrible. Y lo demuestra en su última película, Fast Food Nation, un retrato demoledor de la industria de la alimentación.Todo ello, a partir de la adaptación de un libro homónimo que en su momento alcanzó la categoría de best seller, obra de Eric Shlosser y que muchos consideraban inexportable a la pantalla al tratarse de un largo reportaje periodístico.

"Mi reto era narrar la explotación cruel de animales y seres humanos en aras de una hamburguesa y la consiguiente miseria que provoca, además de las enormes ganancias para ciertas corporaciones -explica Linklater a El Cultural-. La primera vez que me reuní con Schlosser, él estaba intrigado sobre cómo un libro escrito como un documental, en términos cinematográficos, podía devenir en una película de ficción. Creo que ese reto fue lo que le hizo aceptar. Yo había leído el libro hace tiempo y ya entonces me tentó llevarlo al cine, pero tenía muchas dudas. El primer encuentro con Eric me dio la solución.". Una solución que pasaba por "dotar al relato no de uno sino de una miríada de rostros humanos. Esa fue la clave para empezar a funcionar. Y las mayores contribuciones vinieron de los actores". La aseveración de Linklater parece más lógica si tenemos en cuenta que el filme cuenta con un reparto plagado de nombres famosos (Bruce Willis, Patricia Arquette, Gregg Kinnear o Catalina Sandino), que se prestaron al juego rebajando su caché.

Linklater, vegetariano "a pesar de ser de Texas", tenía muchas razones para luchar por el proyecto: "La fabricación de la comida basura causa un tremendo impacto en el medio ambiente Contamina, usa demasiada agua y grano. Para alimentar a una vaca y engordarla a ritmo cósmico se usa una cantidad de grano que podría alimentar a 20 personas. Y está la crueldad con la que se trata a los animales. La falta de información acerca de las consecuencias de comer esa carne adulterada químicamente, con todas las hormonas que han sido utilizadas... Hay mil motivos por los que Fast Food Nation es una película necesaria". De esta manera, el espectador asiste a un rosario de maldades: trabajadoras acosadas sexualmente, las ínfimas condiciones sanitarias de una planta de carne o los accidentes casi mortales que se producen en el matadero por la falta de las más elementales medidas de seguridad, además de las citadas. La de Linklater es, sin duda, una denuncia sin paliativos que lo ha convertido en una suerte de nuevo Michael Moore, azote incombustible del establishment (no en vano prepara una película muy crítica sobre la última guerra de Irak). "Me consta -concluye- que soy la bestia parda de las multinacionales. La gente está asustada de los efectos de la globalización y saben que a las multinacionales les da lo mismo con tal de magnificar sus ganancias".