Image: La cartelera ya produce miedo

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Cine

La cartelera ya produce miedo

Se estrena 'Rec', de Balagueró y Plaza

22 noviembre, 2007 01:00

Hoy llega a las pantallas Rec, de Jaume Balagueró y Paco Plaza, tras alzarse con el premio a la mejor dirección en el pasado Festival de Sitges. Coincidirá en cartelera con dos películas de terror, la muy taquillera El orfanato y La habitación de Fermat. Jesús Palacios analiza el auge de un género que está triturando los tópicos del cine español.

¿Se han terminado los tiempos del viejo cine español de tazón y cuchara? Puede que no, pero de lo que no cabe duda es de que cada vez más y más películas y cineastas de nuestro país se están alejando de los modelos tópicos asociados con la producción cinematográfica española, para bucr decididamente en las oscuras aguas del thriller, el cine de terror y el suspense.

No es algo que ocurra de repente. Ya desde los tiempos de pioneros como Amenábar, álex de la Iglesia, Juanma Bajo Ulloa o Enrique Urbizu, entre finales de los años 80 y los primeros 90, empezó a fraguarse este proceso de transformación del cine español, tan arriesgado e irregular, como justo y necesario. Hoy ya son muchos quienes siguen sus pasos. La habitación de Fermat, ópera prima de los humoristas Luis Piedrahita y Rodrigo Sopeña, es uno de los thrillers españoles que ha abierto la temporada de invierno. Claustrofóbica y cerebral, La habitación de Fermat reúne a cuatro matemáticos que no se conocen entre sí en una habitación trampa, que amenaza con acabar lentamente con sus vidas… Protagonizada por Lluís Homar, Alejo Sauras, Elena Ballesteros y Santi Millán, con un atípico Federico Luppi como el enigmático y mortífero Fermat, el filme de Piedrahita y Sopeña dista mucho de ser perfecto, pero posee sin duda el mérito de haberse arriesgado a pergeñar una intriga psicológica y matemática, llena de suspense, trucos y giros de guión, que mantiene el interés del espectador.

Todavía más claustrofóbica y taquicárdica, (Rec), de la diabólica pareja compuesta por Jaume Balagueró y Paco Plaza, propone una historia para no dormir puesta al día, en la que un céntrico inmueble de Barcelona queda aislado a la merced de mortíferos y contagiosos zombis, que nada tienen que envidiar a los de Romero. Rodada totalmente en digital y haciendo de la necesidad virtud, al convertir en motor de la narración el reportaje televisivo cuyas imágenes constituyen la propia película en sí, (Rec) es un filme de terror y suspense que no se avergöenza de serlo, sin coartadas intelectuales o morales. Una honesta Serie B que funciona perfectamente, gracias a su estructura de túnel del terror, su sentido del humor, su ajustada duración y el conocimiento experto de los mecanismos del género del que hacen gala sus directores. Pero La habitación de Fermat y (Rec), que se estrenan estos días, no son más, ni menos, que dos ejemplos de entre la avalancha de títulos fantásticos del cine español que invaden nuestras pantallas.

Imaginación y riesgo. Todavía reciente el bombazo de El orfanato, pluscuamperfecto ejemplo de cine de terror para todos los públicos, es evidente que el espectador español, tan acostumbrado a huir del cine de su propio país cuando busca entretenimiento, está ya de sobra convencido de que nuestra producción puede ofrecer también con cada vez mayor frecuencia películas que cumplan eficazmente este cometido, superando a veces incluso a los productos americanos, si no siempre en medios, en muchas ocasiones en imaginación y riesgo. Eso, imaginación y riesgo, es lo que se espera del debut en el largometraje de Nacho Vigalondo. Los cronocrímenes, a su paso por festivales como Sitges o la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, ha dividido ya a la opinión experta, pero una vez más, independientemente de sus resultados, no cabe dudar del atrevimiento de su director, quien aborda un estilo de ciencia ficción y thriller intelectual, próximo conceptualmente a títulos como Pi, Cube o Primer.

El rey de la montaña es otro de los thrillers con firma española que ya pasó por el Festival de Sitges, y espera ahora también su estreno comercial. Dirigido por Gonzalo López-Gallego, cuenta una historia de suspense en mitad de las desiertas carreteras de la España profunda, por las que sus protagonistas, Leonardo Sbaraglia y María Valverde, son perseguidos por asesinos implacables… Y mientras esta y otras películas de realizadores que abordan ocasionalmente el género llegan a nuestras pantallas, es inevitable esperar con inquietud y ansiedad el estreno de álex de la Iglesia, cuyo filme Los crímenes de Oxford, adaptación de la novela de Guillermo Martínez, supone su primer trabajo netamente internacional -con la excepción relativa de la injustamente infravalorada Perdita Durango-, y, sobre todo, su primera película de género completamente "seria".

Con los cines a punto de estrenar, pues, películas como (Rec), mientras todavía colea en pantalla -y lo que le queda- un filme como El orfanato, y uno de los DVDs más alquilados en los últimos meses no es otro que El laberinto del fauno, cabe sinceramente preguntarse si por fin algo estará cambiando real y definitivamente en la idiosincrasia de nuestro cine.