Image: Barbet Schroeder

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Cine

Barbet Schroeder

“Es una película devastadora”

16 octubre, 2008 02:00

Barbet Schroeder

Explota el documental político
El infierno vasco, por Iñaki Arteta

Barbet Schroeder (Teherán, 1941) no le molesta que Jacques Vergès diga de él, como hizo en una entrevista reciente, que "le preocupa demasiado lo que opinen los demás". El cineasta replica que, viniendo de un personaje como el abogado, puede considerarse un elogio. Ambos no se han hecho precisamente amigos después de las interminables horas que pasaron juntos rodando la película, pero desde luego ésa jamás fue la intención. Para el director de filmes tan populares como El misterio Von Bölow (1990), Medidas desesperadas (1998) o La Virgen de los Sicarios (2000) de lo que se trataba era, en primer lugar, de intentar comprender a un hombre que le ha fascinado durante décadas, y, en segundo, obligar al espectador a que reflexione sobre su propia visión de la historia reciente y cómo ésta ha moldeado el mundo en el que hoy vivimos.

- La visión de El abogado del terror es una experiencia brutal que deja al espectador desconcertado.
- Esa era la intención. Siempre he concebido mi trabajo como el de una especie de secuestrador. Tienes a una gente en la sala que, una vez dentro, está obligada a ver la película y le impones un punto de vista. En este caso, durante más de dos horas escuchan los argumentos de un hombre brillante como Vergès que defiende ideas que no tienen nada que ver con lo que entendemos como políticamente correcto. Se produce una especie de síndrome de Estocolmo por el que la gente puede acabar simpatizando con aquello que en realidad detesta. Al final, de lo que se trata es de provocar la reflexión. Yo fui un gran admirador de Vergès cuando era muy joven pero con el tiempo me he ido apartando de sus ideas.

Sobre la democracia
- La película, en cualquier caso, adopta un punto de vista muy cercano a la neutralidad absoluta...
- Siempre la concebí esta como un thriller político. No utilizo muchos de los recursos habituales del documental, como la voz en off. La historia comienza en Argelia, cuando Vergès salta a la fama defendiendo a los terroristas que luchan contra la colonización francesa. En este punto, la mayoría simpatiza con la causa, se presenta como un fin noble. Lo que hago es explicar las raíces del terrorismo islámico moderno, que comienza en ese momento, y hacer pensar a la gente que está justificado. Después, cuando se va desvelando cómo deriva todo eso el efecto que se produce es perverso. Es una película devastadora.

- ¿Cuáles son las particularidades de ese terrorismo?
- Antes de que el FLN (organización terrorista para la liberación de Argelia) comenzara a poner bombas en cafeterías y estadios no existía esa noción del "terrorismo ciego". Hasta entonces se atacaba a cuarteles militares o edificios oficiales, pero a no a personas normales y corrientes cuyo único "delito" era estar en el lugar equivocado. Todo eso comienza entonces.

- ¿Cómo ve a Jacques Vergès ahora que lo conoce tan bien?
- Desde un punto de vista ideológico, la clave está en el colonialismo. Como hijo de francés y asiática, Vergès estuvo en la extraña tesitura de sentirse colonizado por su propio país. En Occidente debemos ser consciente de que en muchos lugares ese recuerdo está mucho más vivo, es más sangrante. Desde un punto de vista psicológico, el momento clave es cuando defendió a Djamila Bouried (terrorista argelina que se convirtió en un símbolo para el mundo árabe) en 1957. Allí se produce una extraordinaria historia de amor en las circunstancias más extraordinarias. Creo que Vergès jamás superó la intesidad de todo aquello y se ha pasado la vida intentando repetirlo, lo que le ha llevado a unos lugares muy extraños.

- Muy pocas veces vemos en televisión o el cine cómo se defienden con vehemencia los argumentos de los terroristas islámicos, por ejemplo.
- Es importante escuchar todos los puntos de vista. Aquí hay una lección de esta película, comprender que la democracia significa que absolutamente todo el mundo tiene derecho a una defensa. Para entender el mundo en el que vivimos es esencial tener los oídos muy abiertos, aunque nos duela.

- La desaparición durante diez años de Vergès es el misterio central de la película. ¿Tiene usted alguna teoría?
- Es importante que los espectadores saquen su propia conclusión al respecto. La mayoría de la gente opina que estuvo con los jemeres rojos, pero creo que también hay que tener muy en cuenta la posibilidad de que estuviera trabajando con los terroristas palestinos. En este misterio está la esencia de la historia de Vergès y de la película.