Primer día con las estrellas
El tándem Pitt-Tarantino la arma, Egoyan seduce y Woody Allen vuelve a su redil neoyorquino
18 septiembre, 2009 02:00
Juan Sardá (San Sebastián)
Se supone que los festivales de cine son lugares para discutir sesudamente sobre la última película de un japonés de nombre impronunciable pero la realidad manda: donde haya Brad Pitt que se quite todo lo demás. Poca broma, Brad Pitt es actualmente el actor más famoso del mundo y en esta ocasión ha llegado acompañado de otro astro, Quentin Tarantino. Dos hombres y un solo destino: Malditos bastardos, la película que ha presentado en el País Vasco tras su paso por el Festival de Cannes. El filme es una nueva vuelta de género a la tarantinada, o sea, reciclar un género menor (el macarroni combat o spaghetti western de siempre) para llevarlo a un nuevo terreno, referencias pop, reflexión posmoderna y mucha violencia. La película llega precedida de un gran éxito en Estados Unidos y el que quiere saber más siempre puede consultar la entrevista con el director que El Cultural publicó hace un par de semanas.
Hollywood ha vuelto a ganar la partida en un terreno teóricamente reservado para otros menesteres y en parte hay que entenderlo. Cuesta imaginarse a Atom Egoyan, la otra estrella del día, repartiendo besos a 500 fans apostadas a las puertas del hotel. El director canadiense se origen armenio, famoso por Exotica o El dulve porvenir, no ha arrasado pero sí ha cautivado con Chloe, una perturbadora reflexión sobre las relaciones de pareja a partir de lo que sucede cuando una mujer contrata a una prostituta para poner a prueba la fidelidad de éste con sorprendentes resultados.
Y también ha habido espacio para Woody Allen aunque no haya estado de cuerpo presente. El director regresa a San Sebastián en la sección Perlas de otros festivales con Si la cosa funciona..., su regreso en toda regla a su amada Nueva York. La película, menor pero llena de gracia, es una reivindicación en todas sus facetas, una llamada a la felicidad sin prejuicios y un ataque directo a la América sureña y religiosa. Se estrena el día 2 de octubre y no decepcionará a ninguno de sus fans.
Se supone que los festivales de cine son lugares para discutir sesudamente sobre la última película de un japonés de nombre impronunciable pero la realidad manda: donde haya Brad Pitt que se quite todo lo demás. Poca broma, Brad Pitt es actualmente el actor más famoso del mundo y en esta ocasión ha llegado acompañado de otro astro, Quentin Tarantino. Dos hombres y un solo destino: Malditos bastardos, la película que ha presentado en el País Vasco tras su paso por el Festival de Cannes. El filme es una nueva vuelta de género a la tarantinada, o sea, reciclar un género menor (el macarroni combat o spaghetti western de siempre) para llevarlo a un nuevo terreno, referencias pop, reflexión posmoderna y mucha violencia. La película llega precedida de un gran éxito en Estados Unidos y el que quiere saber más siempre puede consultar la entrevista con el director que El Cultural publicó hace un par de semanas.
Hollywood ha vuelto a ganar la partida en un terreno teóricamente reservado para otros menesteres y en parte hay que entenderlo. Cuesta imaginarse a Atom Egoyan, la otra estrella del día, repartiendo besos a 500 fans apostadas a las puertas del hotel. El director canadiense se origen armenio, famoso por Exotica o El dulve porvenir, no ha arrasado pero sí ha cautivado con Chloe, una perturbadora reflexión sobre las relaciones de pareja a partir de lo que sucede cuando una mujer contrata a una prostituta para poner a prueba la fidelidad de éste con sorprendentes resultados.
Y también ha habido espacio para Woody Allen aunque no haya estado de cuerpo presente. El director regresa a San Sebastián en la sección Perlas de otros festivales con Si la cosa funciona..., su regreso en toda regla a su amada Nueva York. La película, menor pero llena de gracia, es una reivindicación en todas sus facetas, una llamada a la felicidad sin prejuicios y un ataque directo a la América sureña y religiosa. Se estrena el día 2 de octubre y no decepcionará a ninguno de sus fans.