En tierra hostil se corona como la película del año en una ceremonia austera y brillante
La cinta de Kathryn Bigelow destrona a Cameron y su millonaria Avatar
8 marzo, 2010 01:00Kathryn Bigelow, la gran triunfadora. Foto: Reuters
Juan SardáLos Oscar, un año más, fueron un brillante homenaje al talento de las personas que hacen el cine. Más allá del glamour y la cifras de escándalo, el merecido triundo de En tierra hostil, una película impresionante que honra el honor y la valentía de los soldados estadounidenses en el mundo, mucho más allá de que uno pueda estar o no de acuerdo con la decisión política que los ha llevado allí, supone un éxito del verdadero cine por encima de la espectacularidad y pompa de un filme como Avatar, que con Oscar o sin él sigue siendo una notable película, pero no excelente como este drama bélico dirigido por la bella e inteligente Kathryn Bigelow, una directora que ya dio muestras de un gran talento y sensibilidad en ese filme de culto que es Le llaman Bodhi (mala traducción de Point Break, título original). El éxito de Bigelow supone, como adelantó Mike Goodridge en las páginas de El Cultural, el éxito de aquellos sectores de la Academia que siguen prefiriendo que se premie a filmes "pequeños" con verdaderos méritos por encima del éxito comercial. Supondrá, además, un impulso decisivo en taquilla a una película que ha recaudado, literalmente, un 1% de lo que ha despachado su principal y poderosa principal competidora.
Ha habido más premios y la entrega ha seguido el guión pautado con una tremenda y emocionante sorpresa: la película española El secreto de sus ojos (aunque competía por Argentina el dinero sale de Madrid, como ha quedado claro con la presencia del ubicuo Gerardo Herrero en el escenario) ha ganado como mejor película extranjera, además en un año en el que competía con filmes de tanta altura como Un profeta o La cinta blanca. El secreto de sus ojos, que ya ha sido un gran éxito en la taquilla española, logrará atraer a más espectadores gracias a este afortunado y merecidísimo premio. Como muchos lectores ya conocerán, es una emocionante y poderosa historia de amor y redención, un tributo a la vida y a la lealtad en un mundo en el que el mal puede acechar en cada esquina. Bravo por Juan José Campanella y su extraordinario reparto encabezado por Ricardo Darín.
Unos Oscar de interpretación cantados
El adorable Jeff Bridges (ese hombre que para toda una generación será siempre el "dude" de la inmensa El Gran Lebowski) era el más que previsible ganador como mejor actor por su sutil y enérgica composición en un filme menor pero cálido como Corazón rebelde. Y estaba cantado que Sandra Bullock, muy emocionada, iba a ganar como mejor actriz por su composición en The Blind Side de una mujer de clase alta que adopta a un niño afroamericano de la calle y gracias a su amor y entrega se convierte en un héroe del deporte. Es curioso que esta película, que ha sido un gran éxito de público en Estados Unidos, aún no tenga ni fecha de estreno en España. Sin duda, la Academia ha premiado, una vez más, el coraje de una actriz conocida sobre todo por olvidables comedias románticas y que es uno de los iconos más visibles de Hollywood. En honor a la verdad, la intérprete estaba bellísima y elegante.
No ha habido sorpresas tampoco con los secundarios. Cristoph Waltz ha ganado, como era de justicia, por su inolvidable interpretación de un maníaco coronel nazi en Malditos bastardos como ya hiciera en el Festival de Cannes. Es una pena que la excelente película de Tarantino saliera con un solo Oscar de la gala pero bueno, no se puede ganar siempre. Y también era más que previsible que Mo'Nique, una actriz de comedia televisiva muy popular en Estados Unidos, se llevaría el preciado premio por su portentoso trabajo en la excelente Precious, donde da vida con aplomo, sencillez y hondura a una mujer de cincuenta años más ignorante que malvada.
El consuelo de Avatar
Precious se ha llevado también el premio al mejor guión adaptado, arrebatándoselo al gran favorito, Jason Reitman (Up in the Air). El agraciado ha sido Geoffrey Fletcher. Y Mark Boal también ha arrebatado el Oscar al favorito, Quentin Tarantino, por su extraordinario libreto para En tierra hostil. El joven artista conoce muy bien el terreno ya que fue corresponsal de guerra en Iraq. Las quinielas han vuelto a acertar con el premio para Up como mejor filme de animación, que algunos consideran, quizá de forma exagerada, el mejor del año en cualquier categoría. Suyo ha sido el premio también para la mejor música por la bella partitura del italoamericano Michael Giacchino. Y Avatar, que ha sido la gran derrotada, por lo menos sí ha triunfado en el apartado de fotografía, una consolación además un tanto injusto ya que La cinta blanca es manifiestamente superior en este aspecto. La película millonaria de Cameron, se llevó también los previsibles premios a la dirección artística y efectos especiales.
Ceremonia express
Respecto a la gala, se ha impuesto el modelo que vimos en los últimos Goya, la ceremonia exprés. Muchos recordarán esas interminables galas del pasado que llegaban a durar hasta cinco horas en las que cada ganador de efectos de sonido se acordaba de su abuela polaca que llegó con dos maletas de cartón (anécdota muy socorrida que recuerda al mundo el sueño americano y que este 2010 ha repetido el músico ganador). Una gala quizá demasiado exprés en la que no ha dado demasiado tiempo a disfrutar del talento y gracia de dos hombres tan curtidos como Steve Martin. En general, ha dominado la sobriedad y una cierta socarronería. Si otros años Hollywood mostraba su rostro más sentimental y meloso, en esta ocasión ha abundado el humor negro (ejemplos, Robert Downey Jr. diciendo que los guionistas son "tíos feos y friquis que escriben para personas bellas y con talento, como los actores", Steve Martin diciendo que Bullock estaba sólo "ok" en Miss Agente Especial 2 o Tim Robbins diciendo la verdad, que no se hizo amigo de Morgan Freeman cuando trabajaron juntos).
Aunque a a la Academia se le ha ido un tanto la mano con la sobriedad y la rapidez (se ha echado un poco de menos más show y esplendor) la gala ha sido tremendamente entretenida y glamourosa. Algunos apuntes finales sobre la muy mejorable transmisión de Canal +: 1. Los comentaristas no han hecho ni un apunte que aportara algo a la ceremonia, pero ni uno. 2. Es increíble que el 90% de los invitados a la fiesta del Círculo no hubieran visto ni Avatar ni En tierra hostil, a ver si los del cine español van un poco más al cine, hombre. 3. ¿Es normal que a estas alturas haya fallos del sonido director desde Los Ángeles?