Juan Sardá

Hace tiempo que el cine chino ha dejado de ser una rareza para exquisitos en la cartelera española. Con todos los honores llega Acantilado rojo, de John Woo (Hard Boiled, Mission: Impossible II), superproducción del gigante asiático que reconstruye, con todo el lujo de las producciones más significadas de Hollywood. La película reconstruye las batallas que tuvieron lugar en el país en el año 208 a. C. cuando estaba gobernado por tres dinastías enfrentadas a muerte entre sí. Con una duración de casi tres horas y basada en una novela clásica de la épica asiática, se trata de un nuevo paso de esa cinematografía en la conquista del público masivo. Y el cine español presenta una de sus bazas más potentes con El mal ajeno, en la que Alejandro Amenábar como productor se reúne con Daniel Sánchez Arévalo en el debut de Oskar Santos. Se trata de un drama médico con elementos fantásticos protagonzazo por Eduardo Noriega y Belén Rueda que reflexiona sobre asuntos como el dolor, la enfermedad y la esperanza en una producción realizada con los mejores medios.

El cine estadounidense hace acto de presencia con un título de indudable interés, Brothers, de Jim Sheridan (En el nombre del padre). Este remake de la película danesa Hermanos analiza las consecuencias de la guerra de Afganistán en el hogar de los soldados que allí luchan. Se trata de un sólido drama con un reparto de lujo encabezado por Tobey Maguire (que hace doblete) y Natalie Portman que aporta una visión distinta y esclarecedora sobre esa tan famosa como desconocida América profunda. Y dos estrellas como Denzel Washington y Gary Oldman protagonizan El libro de Eli, un filme plagado de efectos especiales que plantea un escenario apocalíptico en el que un hombre debe enfrentarse a la tiranía que amenaza a los pocos supervivientes que quedan en la tierra. Finalmente, ya se han ponderado suficientemente los méritos de Toy Story 2, joya de Pixar que regresa a las pantallas en el formato que arrasa, 3D.

Aún quedan dos estrenos. Por una parte, el cine español intenta repetir el éxito de filmes como Fuga de cerebros o Fuera de carta con Tensión sexual no resuelta, una comedia urbana con enredos amorosos y actores jóvenes y guapos (Amaia Salamanca, Miguel Ángel Muñoz) en una trama delirante cuyo único objetivo es conquistar a las masas. Y para los más pequeños hay un título más: Los niños de Timpelbach, película francesa con Gérard Depardieu y Carole Bouquet que fantasea con la idea de un mundo sin padres en el que reina el caos.