Image: “Prestigios” de Cannes y San Sebastián

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Cine

“Prestigios” de Cannes y San Sebastián

Entre los estrenos prenavideños coinciden en las salas Biutiful, de Iñárritu, y Neds, de Peter Mullan

2 diciembre, 2010 01:00

Javier Bardem en un fotograma de Biutiful.

De una cartelera que ya va recibiendo los estrenos de rigor de las fiestas navideñas -con abrumadoras propuestas de cine infantil y cine fantástico-, y al que se suman esta semana varias películas españolas (véase fichas de estrenos), comentamos dos películas que vienen precedidas de su éxito en los festivales de Cannes y de San Sebastián.

Biutiful (Alejandro González Iñárritu). De entre los falsos prestigios del cine contemporáneo, cubiertos con el vitriolo de la seriedad autoral, Alejandro González Iñárritu es posiblemente el más clamoroso. Desde su debut con Amores perros, una prodigiosa pieza de efecto cinemático, su cine ha ido perdiendo tensión visceral para llenarse de cálculo, de efectismo y de gravedad impostada. Ahora llega a las pantallas su última película, Biutiful, con la que Javier Bardem, protagonista del filme, fue galardonado con la Palma al Mejor Actor en Cannes. Biutiful es la primera película que González Iñárritu ha escrito sin la colaboración de Guillermo Arriaga (co-guionista de 21 gramos y de Babel) y quizá se nota en ciertas carencias narrativas, pero el valor moral de las historias sigue siendo el mismo. La entrega incondicional al fatalismo, a la épica emocional y a la sobredeterminación dramática no encuentra límites en la historia de Uxbal (Javier Bardem), cuyo descenso a los infiernos de la culpa y posterior redención se quiere ofrecer como el retrato moral de un mundo en convulsión, desorientado, con las manos manchadas de sangre. Barcelona es el espejo sociológico donde expone con énfasis miserabilista las condiciones de vida de la comunidad inmigrante africana y asiática, su retrato en los supuestos bastidores del mercado clandestino y los piratas modernos. La coexistencia del registro trágico, de la crónica social, del melodrama familiar, de los azares y los destinos, del ternurismo infantil y de las experiencias de ultratumba del filme se apoyan en los acostumbrados golpes de efecto dramático del cine del director mexicano. Si hay una redención posible para esta película, es la que imprime Javier Bardem con su excelente trabajo.

Neds (Peter Mullan). Alcanza también las pantallas españolas el filme ganador en el Festival de San Sebastián. Neds, dirigida por el británico Peter Mullan -autor de la estimable Las Hermanas Magdalena-, se suma a la rica tradición del cine inglés por los retratos crudos y violentes de adolescentes airados. El director regresa detrás de la cámara ocho años después de su anterior largometraje, y lo hace volviendo al Glasgow de su juventud -"es una película personal pero no autobiográfica", ha dicho-, donde sitúa en los años setenta la crónica de John McGill (gran debutante, Conor McCarron), un joven tímido y católico que sueña con abandonar su pasado problemático con la escuela pero que poco a poco se ve envuelto en el entorno de violencia habitado por su hermano mayor. El pulso de Mullan para que la puesta en escena armonice plenamente con la narrativa y algunas interesantes decisiones de guión propulsan la película hacia zonas de riesgo magníficamente solventadas. La tensión realista del film, a pesar de ser un retrato de época, y la violencia que se adueña de la pantalla en algunos momentos, se ve enriquecida por imaginativas secuencias de fantasía y surrealismo, que ahondan en la riqueza y complejidad del relato. Emerge como elemento nuclear del filme el sistema educativo británico, condicionado por una fuerte distinción de clases sociales. La estupenda banda sonora nos hace emprender un viaje por la memoria de la cultura pop.