Image: La brutalidad y el rito

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Cine

La brutalidad y el rito

Llega a los cines Encierro 3D, una cinta sobre los sanfermines dirigida por Olivier Van der Zee

28 junio, 2013 02:00

Fotograma de Encierro 3D


Se estrena hoy en España Encierro 3D, película que reproduce con todo lujo de medios una de las tradiciones más pintorescas y conocidas en todo el mundo de nuestro país. Todos los años, miles de personas se reúnen en Pamplona a principios de julio para desafiar a los toros, esos animales con aspecto mitológico, en un combate desigual de fuerzas y peligroso que desafía toda la lógica y que nos fascina por lo que tiene de atávico y ancestral, la quintaesencial lucha del hombre contra la naturaleza reducida a su expresión más cruda y brutal. Una apoteosis de nuestra condición de fieras capaz de tocar membranas muy profundas del ser humano.

El realizador holandés afincado en el País Vasco Olivier Van der Zee se acerca en Encierro a la fiesta de San Fermín utilizando las técnicas más avanzadas para que el espectador se sienta dentro de esa carrera disparatada por la vida en la que los toros actúan como bestias y los humanos como gacelas. Utilizando una cámara de Alta Velocidad 3D colgada alrededor de la calle Estafeta, Van Der Zee logra que el espectador sienta la violencia, la tensión, el miedo, la adrenalina y la excitación de enfrentarse a la posibilidad de la muerte. A los humanos nos gusta el riesgo, nos gusta sufrir, y Encierro ofrece la posibilidad de hacerlo sin poner la propia vida en peligro.

En tiempos en que la fiesta nacional se cuestiona desde diversos ámbitos, estando incluso prohibida en Cataluña, Van Der Zee no oculta la locura de San Fermín, pero tampoco su épica y su poética. Sin duda, ese ejército de temerarios vestidos de blanco con pañuelo rojo ofrecen de por sí una impagable estética. El "encierro" son 849 metros que culminan en la plaza de toros, se celebran todos los días que duran las fiestas y apenas duran dos o tres minutos. El director nos presenta a los fanáticos del show, tres de ellos extranjeros, pero también a las víctimas de una costumbre demasiado arraigada y popular como para poder ser prohibida.