Image: Gabriel Nesci: En las pequeñas desgracias está la mejor inspiración para la comedia

Image: Gabriel Nesci: "En las pequeñas desgracias está la mejor inspiración para la comedia"

Cine

Gabriel Nesci: "En las pequeñas desgracias está la mejor inspiración para la comedia"

El director argentino estrena Días de vinilo, una comedia sentimental que apela al entretenimiento y la empatía de sus personajes.

6 junio, 2014 02:00

Días de vinilo nos propone un asunto clásico de la comedia contemporánea. Un grupo de amigos en los treinta y muchos con vidas desordenadas marcadas por la insatisfacción en las relaciones de pareja, la precariedad y un peterpanismo contemporáneo. Gabriel Nesci es un porteño en la treintena y aspecto hipster con pinta de parecerse mucho a sus personajes y popular en Argentina gracias a esta película y la serie Todos contra Juan. Retrato de costumbres burguesas y sátira de los males contemporáneos, un poco al estilo de aquella Pequeñas mentiras sin importancia de Guillaume Canet, Días de vinilo es una comedia sentimental que apela al entretenimiento y la empatía de unos personajes tan desastrosos como tiernos.

Pregunta.- En el filme se censura a uno de los amigos protagonistas porque hace solo comedias banales. ¿Se estaba blindando contra lo que preveía que dirían de Días de vinilo?

Respuesta.- Eso es algo que me dijo una persona antes de estrenar la película. Yo entiendo que hay obras que se dedican a hablar del amor con otra densidades y yo prefiero hacerlo con el tamiz ligero de la comedia. Abordo la cuestión desde las miserias cotidianas a partir de cuatro pequeños hombres. Siento que quizas todo aquello que apela al entretenimiento o lo busca puede llegar a ser mal visto por un sector. Es una película blanca, quienes quieran historias más oscuras las verán en otra parte. Al mismo tiempo, también creo que me permito hablar sobre ciertos asuntos.

P.- La pregunta es obvia, ¿es autobiográfica?

R.- No es autobiográfica pero tiene ciertos elementos personales, no soy ninguno de los cuatro pero siempre digo que tengo lo peor de los cuatro y tengo amigos que tienen elementos de ese grupo. Está plagada de elementos míos porque es imposible no escribir desde uno mismo. Uno tiene que ser esos personajes por un tiempo, ponerse en sus zapatos, entenderlos, entender en su forma de pensar y de proceder.

P.- Aborda un tema clásico de la comedia contemporánea, ahí está Judd Apatow, como el peterpanismo. ¿Es muy duro madurar?

R.- Los treinta y tantos es ese momento de la vida en que hay que tomar decisiones y tienen consecuencias: elegir una pareja ahora es muy diferente que a los 15 o hasta los 25. Todo se pone un poco más definitivo, si estás en pareja probablemente convivas o tengas hijos. Esas decisiones a veces son difíciles de tomar o se contraponen con una sensación de que en nuestra generación la adolescencia se ha retrasado. Tengo amigos que aun viven con sus padres o que siguen varados en un momento de su vida en el cual prefieren no decidir y es probable que sean felices. Este momento es muy particular en la vida. Implica decisiones, riesgos, saltos, replantearse todo lo que hiciste hasta ahora y lo que vendrá, hay un miedo a crecer, a madurar. También quiero hablar de los peligros de la nostalgia excesiva. Nos reímos con la película sobre todo viendo lo mal que lo pasan los protagonistas. En las pequeñas desgracias cotidianas está la mayor fuente de inspiración para la comedia: no ser correspondido, no poder aspirar al trabajo que uno quiere, no sentirse realizado en la profesión, son situaciones que vistas a través del prisma de la comedia ganan muchísimo. En los momentos poco felices de la vidas está la materia prima más rica para generar situaciones cómicas.

P.- Un mal endémico: enamorarse de personas que no nos convienen.

R.- Los cuatro protagonistas son grandes negadores, no se atreven a mirar la realidad tal como es. Esto es algo que me ha ocurrido a mí, el hecho de elegir como parejas precisamente aquellas que no nos convienen, que nos van a llevar al conflicto seguro, como un kamikaze que vuela contra un edificio. Surge un tema fundamental, la autoaceptación.

P.- Los amigos de toda la vida surgen como consuelo eterno del hombre.

R.- Para mí el grupo de amigos es el quinto protagonista. Hay una mirada masculina. La pelicula habla sobre cómo es tener un grupo de amigos desde la adolescencia hasta los trenta y tantos años. La gente va creciendo hacia diferentes lugares, tus amigos de los doce años ya no tienen nada en común contigo pero lo siguen siendo por trayectoria, si los tuvieras que elegir probablemente no lo harías pero ya son algo dado de la vida, como la musica. De eso habla la pelicula, esas amistades que atraviesan el paso del tiempo.

P.- Hay un músico sin éxito y un director de cine que ha perdido la inspiración, a usted sin embargo le va bastante bien.

R.- Todo artista siente algo de dificultad personal para realizarse. Tuve la suerte de filmar una película y una serie de televisión pero hubiera filmado muchas más. Un artista siempre es inquieto, le gustaría hacer otra cosa. Si un artista está totalmente satisfecho eso no lo va a movilizar a hacer una próxima obra. Seguimos creando más para tratar de llegar a ese perfeccion a la que nunca vamos a llegar pero nos impulsa a seguir.

P.- Esa sensación de frustración recorre el filme. ¿Se trata de que nos guste lo que nos conviene?

R.- Hay una relacion extraña entre lo que uno se propone hacer de la vida y luego lo que la vida termina permitiéndote. De alguna manera vivir es la forma en que nos adaptamos a aquello que nos permite la vida que hagamos. La vida es todo lo que te pasa mientras estas ocupado haciendo otros planes: la frase de John Lennon es lo que mejor puede definir la película y la que mejor ha definido el sentido de la vida. Estamos todo el tiempo ocupados previendo lo que anhelamos, trabajamos para llegar a determinado objetivo y siempre surge otro más.

P.- Son personajes universales pero también muy argentinos, ¿cómo definiría esa argentinidad?

R.- Somos muy cerebrales, en Argentina lo pensamos todo, lo analizamos todo, todo lo cuestionamos quizás excesivamente. Hay una neurosis que tiene que ver con sobreanalizar las relaciones humanas, ponemos demasiado en tela de juicio a la pareja. Eso es lo que nos define.