Image: Cristina Peri Rossi
Cristina Peri Rossi
Juegos de miradas en un verano violento
10 julio, 2015 02:00Noche, oscuridad, calor. Cine de verano en la plaza del pueblo. Una de tiros, de amores prohibidos, de aventuras míticas... De Jamón, Jamón a Lawrence de Arabia, escritores, artistas, cineastas, músicos, actores y directores teatrales recuerdan aquí aquella película que vieron en plena ola de calor.
Dice Julia Kristeva: "El amor quema. El amor es una quemadura." Ningún comentario mejor para ilustrar una de mis películas favoritas, Estate violenta, de Valerio Zurlini, de 1959. Fue prohibida en España. Es una magnífica película, llena de emoción, de belleza y dolor. Una historia de amor que quema, sugerida por el juego de las miradas de un jovencísimo Jean Louis Tringtinant y una bellísima y sensual Eleanora Rossi Drago que protagonizan unas de las escenas eróticas más intensas, mientras bailan, cada uno con una pareja diferente, una noche de verano, en una terraza de una mansión, a la luz de la luna. La canción se hizo famosísima: es Temptation, de Franco Papelli, un excelente saxofonista. Todo el deseo y el amor se manifiestan sin diálogo, en esas miradas absorbentes que ambos se cruzan, como sometidos a la fuerza de un imán. Eso es puro cine, pura imagen cinematográfica que lo dice todo sin palabras.Los grandes amores son difíciles, la guerra es el infierno, el tórrido amor del joven no comprometido políticamente y la hermosa viuda es una lucha contra el destino y la escena final, con el avión volando bajo y aterrorizando a los habitantes tampoco necesita palabras: para que triunfe el deseo es necesario que las circunstancias ayuden, y la guerra no es un buen momento para eso. De ahí que pocos años después una juventud formada por películas como ésta y otras del gran cine europeo, esgrimieran como eslogan: Hagamos el amor, no la guerra.
