Culmina el cambio de modelo de financiación del cine
Una imagen de un rodaje
Con la publicación en el BOE de las Órdenes Ministeriales finaliza la actualización de la Ley del Cine, que entra en vigor el 1 de enero de 2016 y tendrá un periodo transitorio de 3 años, hasta 2018
El cambio de modelo de financiación del cine que entra en vigor el próximo 1 de enero, quedó regulado por la reforma de la Ley del Cine, aprobada el pasado mes de mayo, y ha sido desarrollado por el reglamento aprobado a principios del presente mes de diciembre, quedando sólo pendientes las órdenes ministeriales publicadas hoy.
Con esta reforma, el régimen de ayudas denominadas ‘a la amortización' en la producción de cine se ha sustituido por una nueva línea de ayudas anticipadas a la producción. Este cambio permitirá la financiación progresiva de las producciones cinematográficas durante el proceso productivo, y no transcurridos dos años desde el estreno de las películas, como venía sucediendo. Para aportar seguridad financiera al sector cinematográfico, se ha establecido un periodo transitorio -hasta 2018-, en el que este nuevo modelo de financiación del cine convivirá con las antiguas ayudas a la amortización.
Desde que se iniciara en 2012 el proceso para modificar el modelo de ayudas a la cinematografía, se ha mantenido un constante diálogo y consenso con el sector. Resultado de este ánimo de acuerdo, las órdenes ministeriales publicadas recogen buena parte de las observaciones presentadas por el sector en el trámite de información pública.
Orden de bases de ayudas al cine
Regula los criterios para adjudicar las nuevas ayudas a la producción cinematográfica, tanto de largometrajes como de cortometrajes, así como a distribución de películas, participación de éstas en festivales y organización de festivales en España. Las nuevas ayudas distinguen entre ayudas generales y ayudas específicas, según el tipo de película a subvencionar.La orden ministerial de bases publicada ha incorporado gran parte de las demandas del sector. Las principales modificaciones tienen que ver con los requisitos de acceso y la figura del beneficiario.
En las ayudas generales
Se modifica el coste mínimo para acceder a las ayudas. Se establece en 1,3 millones de euros (frente al millón inicialmente planteado), cifra que se adecúa mucho más al coste real de las películas, al tiempo que se reduce el requisito de financiación del 40% al 35%, lo que permitirá acceder a una mayor variedad de películas. Este coste mínimo se reduce para la parte española en películas en coproducción internacional, que será de 0,7 millones de euros, lo que mejorará considerablemente el acceso a estas ayudas de las coproducciones internacionales (en el modelo de ayudas a la amortización, esta exigencia estaba en 1,5 millones de euros).
También se reduce el coste mínimo para películas de carácter documental a 0,4 millones de euros (frente a los 700.000 euros planteados en el primer borrador). Además, debe tenerse en cuenta que en las ayudas selectivas, se mantiene la reserva de entre un 15% y un 20% para documentales.
Se modula la exigencia de estreno en salas en función del coste de la película. De esta forma, se mantiene la exigencia de estreno en 40 salas para películas con un coste superior a 2 millones de euros, pero se reduce a 20 salas a películas con coste inferior a 2 millones de euros. También se reduce a 20 salas para largometrajes en lenguas cooficiales, precisando que al menos en 10 debe estrenarse en su versión original y se reduce 7 la exigencia de estrenos para documentales.
Se modifica el concepto de beneficiario, eliminando la exigencia de un beneficiario único en caso de coproducciones y estableciendo que cada beneficiario cobre según su porcentaje de participación en la película, porcentaje que se revisará en el pago final para adaptarlo a la titularidad que finalmente quede.
Respecto a los criterios a puntuar, se han establecido unos criterios específicos para valorar la solvencia en el caso de las películas de animación, ya que los procesos de producción en estas películas son mucho más largos. Por ello, se requiere que las valoraciones se realicen sobre un mayor periodo de tiempo, concretamente 8 años. Asimismo, se reduce el peso de la participación de estas películas de animación en festivales, sustituyéndolo por experiencia en la producción de animación.
Se valora además la contratación de personal digital español para efectos visuales, lo que contribuye al desarrollo de esta importante industria.
También se ha incrementado la cuantía máxima a percibir a 1,4 millones de euros (frente a los 1,3 inicialmente planteados), pero se eleva a 80 el número de puntos para acceder al 100% de la ayuda. La aplicación de tramos permitirá el acceso a un mayor número de películas a estas ayudas. Se ha puesto un mínimo de 35 puntos para acceder al mínimo de ayuda.
Se regula de forma más detallada los supuestos de posible reembolso de la ayuda, determinando los ingresos procedentes de la exhibición en salas una vez descontados todos los gastos de impuestos, exhibidores o distribuidores entre otros, y estableciendo unos porcentajes de reembolso en función de los ingresos.