Image: Assassin's Creed: Las manzanas lo son todo

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Cine

Assassin's Creed: Las manzanas lo son todo

23 diciembre, 2016 01:00

Una imagen de Assassin's Creed

Aunque la trama es en general bastante incomprensible, la película protagonizada y producida por Michael Fassbender podría ser peor. Las escenas de la Edad Media funcionan y tienen la espectacularidad suficiente.

No tengo nada, faltaría más, contra los videojuegos aunque albergo más dudas sobre si deben ser considerados obras de arte como se empeñan en defender sus creadores y sus millones de fanáticos. En cualquier caso está claro que son productos de la creatividad humana que merecen respeto y así, a priori, tampoco tiene nada de malo que sean la base para una película como sucede con esta Assassin's Creed. Michael Fassbender, protagonista y productor de la adaptación, confía la dirección en Justin Kurzel, quien obtuvo un éxito de crítica el año pasado con su adaptación de Macbeth. Y si entonces nos quedaba claro que a Kurzel le gusta el polvo, en ésta también. No creo que haya película con más arena arremolinada al viento.

Assassin's Creed parece seguir el credo de Dan Brown a la hora de llevar la historia de Europa al pop y plantearnos una complicada trama ambientada en el siglo XVI, cuando el inquisidor Torquemada estaba en pleno furor asesino, en los años 80 en Estados Unidos y de nuevo en la actualidad en Madrid, aunque podría ser Varsovia porque los personajes no se mueven de un secretísimo y sofisticado centro científico. En él, Marion Cotillard y su padre (Jeremy Irons) investigan cómo acabar con la agresividad y la violencia en el mundo buscando una mítica manzana superpoderosa (algo así como el anillo de la saga de Tolkien) por la que llevan batallando templarios y "asesinos" desde hace siglos.

Entiendo que haya gente a la que le guste el género de "conspiraciones históricas" pero no es mi caso y confieso que de entrada la historia de la manzana, el centro científico, una cosa que se llama "Animus" que sirve para reproducir el pasado de los ancestros de quienes se someten a él o la vaguedad del objetivo, acabar con la violencia, me resultan por lo general bastante incomprensibles. Y aunque siempre es un plus que la película suceda en España, la verdad es que también da un poco de pena que la visión de nuestro país se ajuste punto por punto a esa leyenda negra de nación oscurantista e intolerante. De todos modos, y como he dicho, este Madrid podría ser también Varsovia y en esa Granada medieval lo que hay sobre todo es mucho polvo. A Kurkel le gusta el polvo que es una barbaridad.

Dicho todo esto, Assassin's Creed podría ser peor. La película, en la que aparece Javier Gutiérrez como Torquemada y Charlotte Rampling como potentada, es algo así como un "all stars" europeo que lucha con sus propias armas contra el modelo de Hollywood. Cotillard y Fassbender tienen el suficiente carisma como para aguantar personajes difícilmente verosímiles. Las escenas de la Edad Media funcionan y tienen la espectacularidad suficiente y uno la ve casi sin darse cuenta aunque un tanto atónito por ese lema: "Nosotros no somos nada, la manzana lo es todo", que por momentos parece una parodia de sí mismo.

@juansarda