Muere Jonathan Demme, director de El silencio de los corderos
Jonathan Demme
El cineasta, que ganó el Oscar a mejor dirección en 1991 por la película protagonizada por Anthony Hopkins, ha muerto a los 73 años tras padecer un cáncer de esófago.
Nacido el 22 de febrero de 1944 en Nueva York, Demme comenzó su carrera a mediados de los años setenta con La cárcel caliente (1974) y siempre ha destacado por ser un cineasta versátil que pasaba del thriller y la intriga a las cintas de comedia o al documental. Tras algunos filmes como Crazy Mama (1975) o Fighting Mad (1976), Demme atrajo la atención de Hollywood con la película Melvin y Howard (1980), que narra la vida de un propietario de una gasolinera de Utah, Melvin Dummar, interpretado por Paul Le Mat, que recoge a un anciano que dice llamarse Howard Hughes, un inspirado Jason Robards. La película obtuvo tres nominaciones al Oscar, una del propio Robards como Mejor Actor de Reparto, y las dos estatuillas obtenidas en las categorías de Mejor Actriz de Reparto (Mary Steenburgen) y Guión Original (Bo Goldman).
Esa misma década filmaría otra de sus cintas más recordadas, Algo salvaje (1986), una entretenida comedia de enredo protagonizada por Jeff Daniels y Melanie Griffith que supuso el impresionante debut de Ray Liotta. Demme era un director particularmente dotado para encontrar nuevos talentos y tenía una forma especial de trabajar con los actores que les permitía desplegar todo su potencial. Algo que ejemplifica la interpretación de Michelle Pfeiffer en la película Casada con todos (1988), en la que también destacan las excelentes actuaciones de los actores de reparto Dean Stockwell, nominado al Oscar, y Mercedes Ruehl.
De los 80 data otro de los grandes hitos filmográficos del director, el documental musical Stop Making Sense, que recoge para la posteridad el último concierto de The Talking Heads y está considerado uno de los mejores conciertos filmados de la historia. Además de este trabajo, Demme realizó documentales sobre los Pretenders, Bruce Springsteen y Neil Young, y también dirigió un gran número de videos musicales, obteniendo una nominación al Grammy en 1987 como Mejor Vídeo Musical de Formato Largo por Sun City: artistas Unidos contra el apartheid.
Además de en la música, la filmografía de no ficción de Demme también se sumerge en la política y los asuntos sociales. Hizo dos documentales sobre Haití, Haití: sueños de democracia (1988) y El agrónomo (2003), aclamado por la crítica. De este último el New York Times dijo: "La turbulencia que condujo a la eliminación de Jean-Bertrand Aristide de la presidencia de Haití da al magnífico documental de Jonathan Demme una puntual melancolía. Su héroe, Jean Dominique, encarna la frágil esperanza perpetua de que Haití podría alimentar algún día un orden político justo y decente".
Jonathan Demme junto a Anthony Hopkins durante el rodaje de El silencio de los corderos
La década de los 90 se inició con su mayor hito,En ese momento cumbre es donde Demme demostró su carácter, su insobornable eclecticismo y su necesidad de hacer lo que su entusiasmo le dicta que tiene que hacer. Como contaba en una entrevista a El Cultural: "Después de El silencio de los corderos me llovieron miles de ofertas para seguir haciendo películas de asesinos en serie. Pero no escogí ese camino. Mi única ambición siempre ha sido hacer las películas por las que puedo sentir entusiasmo y aportar algo propio".
Su estrella brilló algo más con la película Filadelfia (1993), una de las primeras películas de grandes estudios que abordaba la candente problemática del sida, y gracias a la cual Tom Hanks ganó su primer Oscar por su interpretación de un abogado homosexual infectado por el virus. Pero hacia finales de los noventa y principios del nuevo siglo su destreza comercial comenzó a decaer. En 1998 firmó Amado, una adaptación de la premiada novela homónima de la Premio Nobel y Pulitzer Toni Morrison que, si bien recibió cierto apoyo de la crítica, fue un absoluto fracaso en taquilla.
Ya en 2002 dirigió una desacertada versión del clásico sesentero de Stanley Donen Charada. Titulada La verdad sobre Charlie y protagonizada por Mark Wahlberg y Thandie Newton, la película demostró ser un mal servicio a su antecesora. Tampoco consiguió convencer a la crítica de la necesidad de su siguiente remake, El mensajero del miedo (2004), basado en la película de 1962 de John Frankenheimer que contaba en el reparto con actores de la talla de Frank Sinatra, Laurence Harvey, Angela Lansbury o Janet Leigh. A pesar del alto presupuesto, el gran elenco (Denzel Washington, Liev Schreiber Jon Voight y Meryl Streep) y de estrenarse en medio del enrarecido clima político de la polémica elección presidencial que enfrentó a George W. Bush y John Kerry, la película no alcanzó el éxito esperado.
Un último coletazo de fama le llegó con el drama La boda de Rachel (2008), un retorno al estilo personal del director que sirvió como excelente vehículo para que una incipiente Anne Hathaway pudiera demostrar su capacidad de actuar en un papel diferente a su habitual registro, lo que le valió a la actriz su primera nominación al Oscar. Después de eso Demme dirigió una adaptación de la obra de Henrik Ibsen El maestro constructor (2013), escrita y protagonizada por Wallace Shawn. Volcado en buena parte en la televisión, su última película data de 2015, Ricki, un filme protagonizado por Meryl Streep que fue de nuevo una decepción en taquilla y sobre la que la crítica se mostró más bien tibia, llegando a decir que "la película decide pasar por alto las preguntas más complejas que plantea para irnos decepcionando con una serie de tópicos moralizantes que quizá la hacen más accesible para un gran público".