Image: Tom of Finland: el dibujante que creó una tribu

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Cine

Tom of Finland: el dibujante que creó una tribu

7 julio, 2017 02:00

Imagen de Tom of Findland

Dome Karukoski crea un filme canónico a la altura del personaje retratado que revolucionó la cultura homosexual a partir de los años 50 del siglo pasado.

No deja de ser sintomático sobre el cambio de los tiempos que la película Tom of Findland, que comienza narrando las penalidades y violencia que tuvieron que sufrir en Finlandia los homosexuales durante buena parte del siglo XX, ahora forme parte de los fastos con los que el país celebra los 100 años de su independencia. De perseguido y apestado a héroe nacional, el dibujante Touko Valio Laaksonen (1920-1991), conocido en el mundo entero como Tom of Finland revolucionó la cultura homosexual a partir de los años 50 del siglo pasado con sus famosos dibujos homoeróticos protagonizados por hombres musculados con uniforme de policía o de estilo militar.

Su historia, sin embargo, va más allá de ese colectivo porque la lucha de los derechos de los gays, como sabemos, no solo ha acabado transformando, y mejorando de forma extraordinaria su vida, también ha cambiado a la propia sociedad como se acaba de comprobar de forma ruidosa y grandiosa en el World Pride madrileño. Hoy nadie discute que los derechos de los homosexuales forman parte del corazón de la cultura occidental e incluso es uno de sus rasgos más importantes.

Con hechuras clásicas, hay en este sentido y logrado biopic dirigido por Dome Karukoski (Nicosia, 1976) la voluntad de crear un filme canónico que esté a la altura del personaje retratado. El dibujante tímido pero audaz, interpretado con apostura y dignidad por el actor Pekka Strang (Helsinki, 1977), ese Touko de aspecto quebradizo y carácter de hierro que es presentado como el padre fundador de la cultura gay y un personaje de gran importancia histórica en Finlandia. En un país pequeño, cuya cultura no es demasiado conocida en el resto del mundo, sin duda esas ilustraciones de Tom of Finland, que crearon un verdadero 'movimiento' social con un ejército de hombres vestidos con gorra militar (recuerden la película A la caza de 1980 con un Al Pacino sumergido en la escena underground gay neyorquina repleta de émulos de esa estética), sobresale como uno de sus iconos nacionales.

Conocemos en el filme a Touko ya veintañero sirviendo al ejército finlandés en la II Guerra Mundial, donde luchó contra los rusos no en alianza pero sí a la vez que los nazis (hasta qué punto colaboraron o lucharon contra el mismo enemigo sigue siendo motivo de debate y controversia). Allí vemos las dificultades del joven Touko para desarrollar su homosexualidad y vemos cómo sus relaciones eróticas se desarrollan en la clandestinidad de los parques y los rincones oscuros. En ese contexto, el joven y valiente Touko se niega a considerarse un enfermo (como era idea común en la sociedad de la época) y a ocultar o vivir al margen de su sexualidad.

Al acabar la guerra, la película nos cuenta al mismo tiempo el éxito económico del artista trabajando para la publicidad así como sus dificultades para tener relaciones sexuales y afectivas en un país que las condena con la cárcel. Finalmente llega el amor en la piel de un joven bailarín con el que estaría hasta el final de su vida y el éxito con sus dibujos homoeróticos en Estados Unidos, que lo convierte en una estrella internacional. Después de la borrachera llega la amargura de los años del Sida en una biografía que condensa las penas, y los muchos logros, de la propia comunidad homosexual. Sin subir el tono emotivo ni caer en el tono épico del cine de Hollywood, el director Karukoski logra convertir a su personaje en ese mismo héroe discreto pero tenaz que fue el verdadero (y este sí inmortal) Tom of Finland.

@juansarda