Image: Cézanne y yo, el cine regresa a la pintura

Image: Cézanne y yo, el cine regresa a la pintura

Cine

Cézanne y yo, el cine regresa a la pintura

16 agosto, 2017 02:00

Guillaume Gallienne y Guillaume Canet interpretnado a Zola y Cèzanne en Cézanne y yo

El próximo viernes llega a nuestras salas Cézanne y yo, la última película de la cineasta francesa Daniele Thompson, que narra la vida del padre de la pintura moderna. Y también la última muestra de la relación simbiótica entre el cine y la pintura, presente en toda la historia del séptimo arte, de la que ofrecemos aquí alguno de los mejores ejemplos.

El viernes 18 de agosto se estrena Cézanne y yo, la última cinta de la cineasta francesa Daniele Thompson, protagonizada por Guillaume Gallienne y Guillaume Canet. La película se centra en la vida de dos creadores que revolucionaron el panorama artístico de su época; el escritor Émile Zola y su compañero de escuela y pintor Paul Cèzanne, quienes mantuvieron una estrecha amistad a lo largo de sus vidas. Esta película es un nuevo ejemplo de la fructífera simbiosis entre los dos artes. Desde sus orígenes, el cine se ha interesado por la pintura, no solo nutriéndose de ella desde la perspectiva formal, sino también mostrándola en su vertiente temática; la cual brinda la posibilidad de lucirse en campos tan plásticos como la fotografía y la escenografía gracias a la creatividad que existe entre el diálogo cine-pintura. Son numerosos los biopics dedicados a pintores y pintoras que se han llevado a cabo a lo largo de la historia del cine. Recorremos algunas de las obras más significativas.


El húngaro Alexander Korda dirigió en 1936 Rembrandt, protagonizada por Charles Laughton, un film que narra la vida del célebre pintor holandés mediante cuadros que se van sucediendo desde el éxito hasta la ruina. La película muestra los aspectos más íntimos y afectivos de la vida del artista durante la etapa en la que enviuda y queda a cargo de un pequeño niño. Vincent Korda, hermano del director, se encargó de la dirección artística montando excelentes decorados tanto interiores como exteriores. Rembrandt es considerada hoy en día como uno de los primeros y mejor valorados biopics sobre pintores de la historia del cine.


En 1946 el director japonés Kenji Mizoguchi dirigió Utamaro y sus 5 mujeres, película que muestra la vida del pintor cortesano japonés Utamaro, famosos por sus grabados de mujeres. El título del filme se basa en una serie de grabados realizados por el artista, Hideyoshi y sus 5 concubinas. Los grabados mostraban a la esposa de un samurai y sus concubinas, por lo que fue detenido y aprisionado durante cincuenta días. El film trata con gran sensibilidad y desde la mirada más artística, el modo en que vivían y se relacionaban las prostitutas en las casas de té de aquel periodo, todo ello envuelto en bucólicos paisajes nipones.


Kirk Douglas y Anthony Quinn protagonizaron Lust for life en 1956 bajo la dirección de Vincente Minelli. Se trata del primer biopic sobre Vincent Van Gogh, el cual aborda su vida a partir de diversas obras. El papel de Van Gogh lo interpretó Douglas, mientras que Quinn tomó prestados los pinceles de Paul Gaugin. El trabajo de Minelli destaca por su gran labor a la hora de manejar los colores consiguiendo una película de una gran belleza visual para contarnos la historia del pintor cuyas obras se acabaron vendiendo por cifras millonarias, mientras que en vida fue capaz de vender solamente un cuadro.


Los amantes de Montparnasse es uno de los grandes biopics sobre pintores, dirigido en 1958 por el cineasta francés Jackes Becker. El llamado ''príncipe de los actores'', Gerard Phillipe, interpretó el personaje del pintor Modigliani. La historia tiene lugar en pleno barrio de Montparnasse, cuando éste estaba repleto de artistas que aspiraban a alcanzar la fama. Entre ellos se encontraba un Modigliani que arrastraba una vida de sufrimiento y alcoholismo. El pintor conoce a una joven burguesa, interpretada por Anouk Aimée, quien se convertirá en objeto de su amor y su única compañera en mitad de una atormentada existencia, la cual Becker supo capturar de manera maravillosa.


Una de las grandes piezas del director ruso Andrei Tarkovski, y del cine de todos los tiempos, es Andrei Rublev (1966), una crítica a la sociedad y al cristianismo ubicada en plena Edad Media y protagonizada por el monje y pintor del mismo nombre. Con la desestanilización política de la sociedad rusa y su máxima "El arte ha de ser un reflejo de la sociedad" aparece un arte más personal y libre que quedará plasmado en este film. La cinta se encuentra dividida en varios episodios, los cuales narran las tribulaciones del monje y artista desde que sale del convento hasta que llega a Moscú, para pintar los frescos de la catedral de la Asunción, todo ello a través de una bella y potente fotografía en blanco y negro, contrastando con las coloridas pinturas del protagonista.


La agitada vida del artista neoyorkino Jean-Michel Basquiat se llevó a la gran pantalla en 1996 de la mano del cineasta Julian Schnabel. El actor Jeffrey Wright interpreta a Basquiat y David Bowie da vida a Andy Warhol. El resto del reparto de Basquiat está conformado por celebridades como Gary Oldman, Dennis Hopper, Courtney Love y Benicio del Toro. La película retrata la vida de Basquiat a través de un recorrido por su niñez y su etapa de juventud en la década de los setenta cuando era un desconocido grafitero que más tarde revolucionaría el panorama artístico más vanguardista.


El actor inglés Derek Jacobi interpretó de manera magistral a Francis Bacon durante su etapa de mayor influencia y éxito. El filme El amor es el demonio es un retrato tremendamente oscuro y libre del artista que reivindicó la figura durante el expresionismo abstracto a través de la mirada personal del cineasta John Maybury en 1998. El director no intenta ilustrar la vida del artista de manera fiel ni centrándose exclusivamente en el mismo, sino que se trata más bien de una serie de destellos baconianos para aproximarnos a su caótico y febril universo.


En Mi pie izquierdo (1989) Daniel Day-Lewis interpretó al pintor y escritor Christy Brown, un hombre que nace con parálisis cerebral en Irlanda en los años 30, durante un momento en que la sociedad tenía una limitada comprensión y sensibilidad hacia las discapacidades. La madre del artista atisba en su hijo un talento que nadie más es capaz de percibir. Gracias a eso, con el tiempo Brown aprendió a pintar y escribir usando sólo los dedos de su pie izquierdo. El film, dirigido por Jim sherdan, muestra como el artista finalmente se terminó rebelando como una mente brillante. Day-Lewis ganó el premio de la academia por su genial interpretación.


La cineasta Julie Taymor llevó al cine la vida de Frida Kahlo en 2002. Protagonizada por Salma Hayek, la cual se transforma en la pintora de manera sorprendentemente fiel, el film muestra una Frida energética y rebelde que no cesa de explorar todos sus aspectos vitales, como la sexualidad, el arte y la política. Una de las tramas claves de la cinta es la tormentosa relación de la artista con el muralista Diego Rivera que se contrapone al espíritu libre que encarnaba ella. Todo ello se ve ilustrado a través de sus obras que conforman una película tremendamente colorista con momentos en los que se combinan animaciones. La película fue premiada con dos Oscars a mejor banda sonora original y mejor maquillaje.


Seraphine (2008) nos cuenta la historia real de Seraphine, una mujer que se dedica a limpiar casas. Seraphine comienza como sirvienta de un coleccionista de arte, hasta que este descubre que ella tiene un gran talento para la pintura y una mirada moderna y visionaria. A la edad de 41, de manera autodidacta y afirmando que le inspiraba un ángel guardián, ella comenzará a pintar lienzos coloridos y sorprendentes. El director, Martín Provost, construye la historia de la artista alrededor de la relación del comerciante de arte de vanguardia y la artista visionaria, lo que conforma un interesante binomio sobre los misterios de la creatividad de Seraphine, la que finalmente acabaría siendo expuesta en los museos más prestigiosos de todo el mundo.


El cineasta Mike Leigh, es conocido por su afán de abordar la temática social londinense de manera talentosa a través de personajes anónimos. En Mr. Turner se centrará en retratar a un personaje público; al genio de la pintura William Turner, hasta desmitificar su figura acercándonos a su lado más terrenal y humano. El director es capaz de trasladar la cuestión estética pictórica hasta el lenguaje cinematográfico sumergiendo al espectador en las mágicas luces del universo de sus obras. La cinta se centra en los últimos 25 años de vida del pintor, quien atravesaba una fuerte crisis existencial a través de una búsqueda y experimentación que caracterizaría toda su obra. El actor Timothy Spall, perfectamente caracterizado, realiza una gran interpretación que muestra toda la paleta emocional del genio.