Esther García, Premio Nacional de Cinematografía 2018
Esther García
El jurado ha acordado conceder por unanimidad el galardón a la productora "por su trayectoria de más de treinta años en ámbito nacional e internacional, así como por haber desarrollado un modelo de producción asociado a la independencia autoral".
Con más de 90 películas a sus espaldas y numerosas series de televisión, la segoviana Esther García (Cedillo de la Torre, 1956) es una de las mujeres más destacadas del cine español, donde ha desarrollado todos los cargos dentro de la producción, desde meritoria hasta productora ejecutiva. Comenzó en el departamento de producción como secretaria con la película Pim, pam, pum… fuego (1975), de Pedro Olea, y en la serie de TVE Curro Jiménez, en una época en la que era impensable para una mujer entrar en el cine si no era a través del departamento de maquillaje, vestuario o secretaría. Más tarde empezaría a trabajar con numerosas productoras como auxiliar de producción, ayudante de producción y jefa de producción, con directores como Fernando Trueba, Mariano Ozores, Gonzalo Suárez, Emilio Martínez Lázaro o Fernando Colomo, rompiendo tópicos sobre el papel de la mujer en el cine.
De la década de los 70 y 80, su nombre está ligado a películas como Los bingueros (Mariano Ozores, 1979), Sé infiel y no mires con quién (Fernando Trueba, 1985), El año de las luces (Fernando Trueba, 1986), La vida alegre (Fernando Colomo, 1987), El pecador impecable (Augusto M. Torres, 1987) o la serie televisiva Los pazos de Ulloa, entre tantas otras. Desde 1986, con Matador, trabaja al lado de Pedro Almodóvar, y, desde 1987 con La ley del deseo y el comienzo de andadura de El Deseo, como su directora de producción, donde además de todas las películas de Almodóvar, también ha sido directora de producción de El espinazo del diablo (2001), de Guillermo del Toro; Acción mutante (1993), de Álex de la Iglesia; La fiebre del loco (2001), de Andrés Wood, Eyengui, El dios del sueño (2003), de José Manual Novoa o series como Los sin tierra, de Miguel Barros. Junto a Pedro y Agustín Almodóvar forma un equipo al que se siente vinculada no solo por el trabajo, sino por una experiencia de vida y afinidad. Emblemáticos son, así, sus cameos en Hable con ella (2002), donde hacía de oficial de prisiones, en La piel que habito (2011), como presentadora o como controladora aérea en Los amantes pasajeros (2013).
Hay quien dice que es "tan adorada como temida", pero lo cierto es que Esther García es una de las profesionales que cuentan con mayor prestigio en el mundo del cine, en un trabajo que procura todo lo necesario para que las ideas del director puedan materializarse. En El Deseo participa junto con los hermanos Almodóvar en la decisión del proyecto que van a emprender, desde la elección del guión, presupuesto, búsqueda del dinero para financiarlo, hasta la contratación de actores, actrices y equipo técnico; y después del rodaje, de todos los procesos de post producción, desde el diseño de la campaña publicitaria y la comunicación de la película hasta su estreno en las salas. Productora de cortos como La terraza de Miguel (1996), de Simona Benzakein o Tiempo muerto (1997) de Santiago Tabernero e Íñigo Rotaeche, también ha producido con El Deseo documentales, entre otros, José y Pilar (2010), de Miguel Gonçalves, Con la pata quebrada (2013), de Diego Galán o César y Zain (2005) e Historias de las montañas de la bruma (2008), ambas de Larry Levene.
Además de todas las nominaciones, ha sido galardonada con 6 Goyas: a la mejor dirección de producción por Acción mutante de Alex de la Iglesia (1992), Todo sobre mi madre de Pedro Almodóvar (1999), La vida secreta de las palabras de Isabel Coixet (2005) y como productora por
Trabajadora imparable, también ha estado al lado de realizadores emergentes, como Mónica Laguna (Tengo una casa), Daniel Calparsoro (Pasajes), Félix Sabroso y Dunia Ayuso (Descongélate y previamente en la serie televisiva Mujeres), Belén Macías (El patio de mi cárcel), Lucrecia Martel (La mujer rubia, La niña santa y Zama) o Julia Solomonoff (El último verano de la Boyita). Miembro de la Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA) e impulsora, junto a otras 80 realizadoras españolas (hoy 1.500 mujeres de la cultura) de El tren de la libertad, un documental colectivo sobre la marcha que miles de personas realizaron hasta Madrid para exigir la vigencia de la ley del aborto y los derechos de la mujer, Esther García afirma que apenas el 8% de las películas que se producen en España son dirigidas por una mujer y "aún sigue habiendo pocas mujeres en los puestos clave: guión, dirección, producción, fotografía, montaje, composición musical".
El Premio Nacional de Cinematografía lo concede el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), organismo adscrito al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y está dotado con 30.000 euros. El jurado ha estado presidido por Beatriz Navas, directora general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales y Jacobo Martín, subdirector general de Promoción y Relaciones Internacionales del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, ha actuado como vicepresidente.
Como vocales, han estado presentes Rafael Portela, a propuesta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España; por la Unión de Actores y Actrices, Susi Sánchez; por Autores Literarios de Medios Audiovisuales, Pablo Berger; por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), Patricia Ferreira y a propuesta del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales Belén Atienza, Pablo Llorca y Jordi Costa.