'¿Qué te juegas?': Divertida lucha de clases
Inés de León demuestra en su debut en el largometraje buen ojo para reírse de las obsesiones y manías de la vida contemporánea.
29 marzo, 2019 01:00Queda claro desde los primeros minutos de ¿Qué te juegas? que nos encontramos ante una comedia que sigue el patrón clásico de la screwball comedy. Un patrón que fue confeccionado a la perfección en aquella La fiera de mi niña (Howard Hawks, 1938) en la que vemos cómo una mujer alocada y encantadora (Katherine Hepburn) revoluciona un ambiente estirado y burgués, representado por la propia familia de ese elemento perturbador y por su interés amoroso, un científico con el aspecto de Cary Grant entregado a la causa del estudio de los dinosaurios. La screwball comedy parte siempre del punto de vista de un agente provocador que desestabiliza un orden preexistente revelando sus costuras y "salvando" a sus protagonistas por el camino.
La idea de fondo es que el caos es un elemento catártico capaz de destruir una rutina paralizante y se repite en ¿Qué te juegas?, debut en el largometraje de Inés de León tras una larga trayectoria como cortometrajista y directora de webseries. En este caso, Leticia Dolera, en la piel de una monologuista de club muy alternativo más bien desarrapada, es quien desestabilizará la existencia de dos hermanos muy ricos en lucha por el futuro de la empresa en un momento en el que atraviesa dificultades. Ella es una ejecutiva rígida y metódica, interpretada con gracia por Amaia Salamanca, que despide a todos sus asistentes y exige a los demás tanto como a sí misma. Su hermano, Javier Rey, con vis cómica y carisma de estrella, ejerce el papel de ejecutivo cool y pasa temporadas meditando en el Amazonas y va con un consejero indio por la vida.
La trama de ¿Qué te juegas? da giros y más giros así que sería muy largo y un tanto inútil tratar de explicarlos en su totalidad. Inés de León no logra del todo dar coherencia a su complejo argumento pero sí una película divertida de ver que se sustenta, sobre todo, sobre el carisma de sus tres actores protagonistas. Recuerda la película a clásicos de la comedia mainstream de los 80 como Su juguete preferido (1982, Richard Donner) o Entre pillos anda el juego (1983), en la que veíamos como la figura del "infiltrado" de clase media en un mundo de ricos logra que éstos bajen la guardia y haya un poco de corazón en su mundo de intereses y luchas de poder.
La directora no acierta con todos los gags y hay momentos innecesarios de sal gorda, como la escena del ascensor. Pero hay otros ratos en los que sí te ríes mucho (el consejero indio es especialmente gracioso) y De León demuestra buen ojo para reírse de algunas de las obsesiones y manías de la vida contemporánea.