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Cine

'Little Monsters': niños contra zombis

El director Abe Forsythe logra hacer una película políticamente incorrecta que a la vez es una simpática comedia familiar, a la que aporta carisma de estrella la actriz Lupita Nyong'o

14 agosto, 2020 09:01

En su libro Filosofía zombi, finalista del Premio Anagrama en 2011, Jorge Fernández Gonzalo nos propone observar el auge del zombi como villano de ficción como metáfora de nuestra sociedad. En un entorno cada vez más individualista en el que se nos insta a ver a los demás como rivales, el muerto viviente se convierte en la materialización de nuestra deshumanización del otro. No solo eso, en la estela de la eterna parábola del doctor Jekyll y Mister Hyde, los zombis también representan ese otro yo vapuleado y desdichado que todos llevamos dentro, aunque nos pasemos la vida poniendo nuestra mejor sonrisa en las redes sociales o en las reuniones de trabajo (ahora serían por Zoom). El zombi, por tanto, como metáfora al mismo tiempo de nuestra humanidad más putrefacta, lo cual nos reconcilia con nosotros mismos, y de la psicopatía de una sociedad ultracompetitiva en la que los demás se convierten en enemigos.

La fiebre zombi ha tenido su punto álgido con The Walking Dead, donde también se convierten en una sublimación de nuestros miedos a que la civilización se destruya, cosa que en los últimos meses ha pasado de la fantasía a la realidad. Ha llovido mucho desde que George Romero realizara la primera película moderna sobre el tema, La noche de los muertos vivientes (1968), y digo moderna porque la primera es White Zombie (Victor Halperin, 1932), en la que se recogía la leyenda de los muertos vivientes de Haití, lugar de origen de un mito que no caló en su momento.

Precedida por excelentes críticas en Estados Unidos, la película australiana Little Monsters le da una nueva vuelta de tuerca al asunto al enfrentar a zombis con niños de cinco años. Protagonizada por Lupita Nyong'o, la oscarizada actriz de 12 años de esclavitud (Steve McQueen, 2013) como gran reclamo, cuenta la historia de Dave (Alexander England), un músico en horas bajas que no se ha resignado a admitir que nunca será una estrella del rock, que pasa una temporada con su hermana. El pobre está hundido después de separarse de su novia de toda la vida porque no quiere tener un hijo que lo desconcentre de su poca lustrosa carrera como estrella de una “mezcla entre death metal y rock de estadio”.

Forzado a dejar su casa, la hermana le pide que para ganarse el techo se ocupe del niño. En medio de una crisis personal, todo cambia cuando se queda prendado de la profesora del parvulario (Nyong'o) y se presta a ayudarla en una excursión con los niños en un parque de aventuras. El director Abe Forsythe quiere hacer dos cosas a la vez y le sale bastante bien. Por una parte, se trata de hacer una película con niños políticamente incorrecta en la que aparecen cadáveres descuartizados y monstruos humanos actuando como caníbales. Por la otra, Little Monsters es una película familiar simpática en la que queda claro que los niños de hoy han visto tanta violencia que son capaces de entender el chiste a pesar de la sangre.

Hay giros graciosos como la maldad de la estrella infantil o el niño obsesionado con jugar a minigolf y Nyong'o aporta carisma de estrella a una producción modesta. Se hubiera agradecido, eso sí, una mayor originalidad a la hora de crear a los villanos. Confrontando de manera constante la banalidad cotidiana y la puerilidad infantil con el horror con mayúsculas, el director logra un extraño equilibro en una película que podría haber llevado su premisa más lejos aunque al final resulta sorprendentemente conmovedora.