Los directores españoles de la sección oficial escriben sobre sus películas
Alberto Rodríguez, Jaime Rosales, Fernando Franco, Pilar Palomero y Mikel Gurrea explican como se enfrentaron a sus ficciones y valoran el certamen donostiarra
16 septiembre, 2022 03:06Alberto Rodríguez | Modelo 77 (estreno: 23 de septiembre)
Modelo 77 transcurre en la cárcel Modelo de Barcelona durante los años de la Transición, en el último lugar al que llegó la democracia: las prisiones. Es una historia de amistad y solidaridad, pero también habla de un momento muy concreto de España, cuando cualquier punto de fuga futuro era posible y todo el mundo, de una manera u otra, creía aún en cualquier utopía. Habla de unos personajes que son prisioneros en el momento en el que más libre ha sido este país, y de lo que hicieron para cambiar su destino. Es una película muy coral, en la que hemos puesto nuestro mayor esfuerzo en trasladar al espectador a ese contexto histórico y en que todo fluyera con efectividad y sencillez. Intentando que el espectáculo esté en la veracidad de las interpretaciones, encabezadas por Miguel Herrán y Javier Gutiérrez.
He de decir que los festivales siempre me han parecido como los escaparates de una confitería, creo que son un nexo estupendo entre las películas y el público. Además, tienen una importante tarea regenerativa y de vanguardia y deben estar siempre como enormes rompehielos para que el espectador llegue a películas que de otra manera no vería. En estos tiempos en los que todo se ha llenado de ruido me parecen fundamentales para el cine. Sirven al espectador de brújula y a la propia industria de faro.
Jaime Rosales | Girasoles silvestres (estreno: 14 de octubre)
La película cuenta la historia de una joven madre que atraviesa tres relaciones con hombres muy distintos en un intento de formar una familia cohesionada y poder acceder a un empleo digno y estable.
Desde un punto de vista estilístico, se articula alrededor de decorados naturalistas, vestuario colorido, interpretaciones basadas en técnicas de improvisación pero con una fuerte intensidad dramática, una fotografía ni demasiado mate ni demasiado edulcorada, un sonido centrado en el diálogo pero con líneas instrumentales de viento y cuerda para aportar tensión emocional a las escenas, un empleo de música electrónica, rock flamenco y arias de ópera.
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Todas estas decisiones estilísticas están encaminadas a lograr una película-puente entre el cine de autor y el cine de masas. Una película que no quiere renunciar a transmitir ideas, ni al placer del cine como fábrica de deseos.
Los festivales deben ser un trampolín para llegar al público de las salas comerciales. No pueden ser una meta. Las películas circunscritas exclusivamente a estos circuitos me interesan menos que las que, desde estos certámenes, llegan a las salas del mundo entero.
En este sentido, el Festival de San Sebastián es el mejor escaparate de lanzamiento para una película española.
Fernando Franco | La consagración de la primavera (estreno: 30 de septiembre)
La consagración de la primavera trata, fundamentalmente, de la intimidad. También habla de los prejuicios, haciendo que el espectador se cuestione acerca de cómo en nuestro día a día nos dejamos llevar por las apariencias. Su protagonista es Laura (Valèria Sorolla), una chica que acaba de cumplir los 18 años y llega a estudiar a una gran ciudad, donde conoce a David (Telmo Irureta), un chico con parálisis cerebral, y a su madre (Emma Suárez). Diría que es un coming of age atípico ya que aborda el proceso de maduración de su protagonista, pero adentrándose en territorios de la sexualidad que rara vez se tratan en la pantalla.
Estar seleccionados en la competición del Festival de San Sebastián es una tremenda alegría, ya que es un festival al que tenemos un especial cariño. Allí se estrenó mi ópera prima, La herida, con una estupenda acogida y un importante reconocimiento en el palmarés (Premio Especial del Jurado y Concha de Plata a la Mejor Actriz para Marian Álvarez).
Festivales como este sirven como plataforma para dar a conocer y promocionar películas que en muchos casos tienen más difícil competir con las grandes majors. Zinemaldia, en concreto, tiene una cobertura mediática amplísima y un público muy fiel que contribuye a generar un primer boca a boca sobre los títulos que se proyectan.
Pilar Palomero | La maternal (estreno: 18 de noviembre)
La maternal es el nombre del centro de acogida para madres adolescentes al que entra a vivir Carla, una chica de 14 años que está a punto de ser madre. La película retrata los desafíos a los que se enfrentan Carla y sus compañeras del centro siendo al mismo tiempo madres y adolescentes. El juicio social, la educación sexual, el impacto de las redes sociales, y la responsabilidad afectiva son algunos de los temas de la película. Hemos querido hacer un trabajo muy honesto, respetando mucho los testimonios de las madres adolescentes que durante la escritura del guion compartieron con nosotras sus experiencias con su maternidad tan precoz.
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Casi siempre el estar o no en un festival determina la trayectoria futura de una película, por eso es tan importante para nosotros. La realidad es que el cine independiente y las películas autorales necesitan a los festivales para darse a conocer y tener cierta repercusión. No contamos con los presupuestos que manejan películas más grandes para sus campañas de promoción, de modo que la difusión que genera un festival es vital, sumado al boca a boca que se puede obtener una vez estrenada la película.
A nivel personal estar en San Sebastián con todo el equipo y las actrices (para la mayoría de ellas es su primera experiencia) me parece un auténtico sueño.
Mikel Gurrea | Suro (estreno: 2 de diciembre)
Es el viaje de Helena e Iván, una pareja de treintañeros que abandona Barcelona para vivir en la masía que ella ha heredado. Allí pretenden reflotar el oficio de la pela del corcho de los alcornoques que tienen en sus bosques. La película habla de la tensión entre el ideal y la práctica, entre la imagen que tenemos de nosotros mismos, la que proyectamos y la que aparece en contacto con los elementos.
Presenta una visión subjetiva, la de sus dos protagonistas. Son sus miradas las que nos llevan a través de un mundo que pocas veces hemos experimentado en el cine, en un paisaje bello y duro, con personajes que lo habitan y que están modelados por el contexto. La idea de contexto, de sensación de un lugar, está muy presente en Suro. Por eso es una película que mezcla actores (Vicky Luengo y Pol López) y no-actores.
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Presentar Suro en Zinemaldia es un orgullo enorme. Es un impulso tremendo para mi ópera prima. Ya nos está abriendo muchas puertas. Tantas y tantos cineastas que admiro han pasado por el festival... Además, es un festival al que el público asiste con mucho entusiasmo.
Eso es algo que tenemos que celebrar. Yo soy donostiarra, crecí con el festival de cine y, si soy cineasta es, en gran medida, gracias a eso. Que Suro tenga su première mundial en mi ciudad me parece increíble