Ralph Fiennes, en 'Cónclave'

Ralph Fiennes, en 'Cónclave'

Cine

'Cónclave': juego de tronos en el Vaticano

Publicada

Sea por el morbo que despierta su secretismo, por el potencial de suspense que atesora su liturgia, o por la fascinación que generan las luchas por el poder, los cónclaves papales han dejado una larga estela en la pantalla.

Las sandalias del pescador (1968), con su crónica ficticia de la elección de un Papa ucraniano, interpretado por Anthony Quinn, sentó las bases estéticas de la representación fílmica del cónclave católico. Luego, más cerca de la realidad, tanto el telefilme Pope John Paul II (1984), en el que Albert Finney dio vida al Papa Wojtyla, como El padrino. Parte III (1990), que recreó la elección de Juan Pablo I, pusieron el foco en “el año de los tres Papas”.

Y, más recientemente, la criba papal ha despertado el interés de cineastas italianos tan disímiles como Nanni Moretti, en la deliciosamente humanista Habemus Papam (2011), y Paolo Sorrentino, quien transformó los conclaves de The Young Pope (2016) y The New Pope (2020) en sendas ollas a presión de intereses personales y políticos.

Con la acidez de Sorrentino, pero expresando un mayor respeto por la trascendencia del cometido papal, el alemán Edward Berger (Wolfsburgo, 1970) –autor de la orcarizada Sin novedad en el frente (2022)– adapta en Cónclave la novela homónima de Robert Harris, publicada en 2016. Esta fecha, relativamente reciente, ayuda a comprender el modo en que la película apela, con un talante exhaustivo, a las líneas maestras del zeitgeist contemporáneo.

Así, en el cónclave que pone en escena el filme resuenan tanto los escándalos sexuales vinculados a la Iglesia como el desafío que plantea el islamismo radical a la convivencia entre credos. Tampoco falta a la cita la idea de la reparación de las heridas dejadas por el colonialismo europeo, una temática que aflora en la candidatura papal de un cardenal africano.

Y, finalmente, pese al paisaje marcadamente masculino, Cónclave se las ingenia para reflexionar sobre la identidad de género y ofrecer una mirada crítica sobre el escaso rol de la mujer en la Iglesia –con Isabella Rossellini en un papel secundario, pero crucial–.

Ante el aluvión de temáticas candentes, diseminadas por una trama facturada como un thriller de intriga, la película podría correr el riesgo de convertirse en una oportunista colección de comentarios socioeconómicos y geopolíticos. Sin embargo, Cónclave hace gala de un palpitante poso de humanidad gracias al impecable trabajo de sus veteranos de lujo.

Una imagen de 'Conclave'

Una imagen de 'Conclave'

Ralph Fiennes luce una angustiada sobriedad en la piel del maestro de ceremonias; el siempre estoico Stanley Tucci da voz al progresismo eclesiástico; un fiero Sergio Castellitto se pone la máscara del conservadurismo más recalcitrante; y John Lithgow encarna la versión más sibilina del pragmatismo americano. Un verdadero festín actoral que otorga rugosidad emocional a esta fábula moral sobre la ubicuidad de la ambición y la singularidad de la virtud.

Cónclave

Dirección: Edward Berger.

Guion: Peter Straughan.

Intérpretes: Ralph Fiennes, John Lithgow, Stanley Tucci, Isabella Rossellini,
Sergio Castellitto.

Año: 2024.

Estreno: 20 de diciembre