Image: El Friedrichstadtpalast celebra 25 años de variedades, plumas y purpurina

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El Friedrichstadtpalast celebra 25 años de variedades, plumas y purpurina

El teatro más grande de variedades de Europa ha recibido a leyendas como Ella Fitzgerald y Louis Amstrong

27 abril, 2009 02:00

Un momento del espectáculo "Q to Life" en el Friedrichstadtpalast de Berlín. Foto: EFE

EFE
Con 500 botellas de cava alemán y 6.500 minihamburguesas conmemorará esta noche su 25 aniversario el teatro de variedades más grande de Europa, el Friedrichstadtpalast, inasequible al desaliento y las crisis, con sus majorets ataviadas con plumas, escotes generosos y purpurina.

Fundado en 1984 en el antiguo Berlín Oriental, en la céntrica Friedrichstrasse, el moderno Friedrichstadtpalast se asentó sobre el solar del desaparecido Friedrichstadtpalast am Zircus, que desde 1873 había pasado de ejercer de circo a escenario teatral y acogió a artistas como Ella Fitgerald y Louis Armstrong.

Por un problema en la construcción del vetusto edificio, el anterior Friedrichstadtpalast tuvo que ser derruido y bajó el telón definitivamente en 1980, en el lado oriental de la capital dividida.

El responsable de urbanismo de Berlín Oriental, Ehrhardt Gisske, y el arquitecto Manfred Prasser sentaron entonces las bases arquitectónicas del que hoy es conocido como el Broadway del Este y que inicialmente se inspiró en el Moulin Rouge parisino.

Cuatro años después, el 27 de abril de 1984, el Friedrichstadtpalast reabrió sus puertas, en un gala a la que acudió toda la plana mayor del gobierno de la extinta República Democrática Alemana (RDA), incluido su máximo dirigente, Erich Honecker.

En su carácter de teatro de lo superlativo, el Friedrichstadtpalast se precia de ostentar un sinnúmero de excesivos récords dentro del teatro de revista: la fila más larga de cabareteras, el escenario más ancho -24 metros- y el mayor escenario móvil de hielo.

Al más puro estilo Las Vegas, el teatro ha estado asociado durante años a la decadencia propia del género de las variedades, pero, en los últimos tiempos, se ha ido abriendo paulatinamente a nuevos géneros y con su último espectáculo Qi - Una Fantasía del Palast ha pretendido dar el salto al siglo XXI.

ése era el objetivo de su intendente, Berndt Schmidt, quien, con motivo del 25 aniversario del teatro, ha reiterado su propósito de atraer a las nuevas generaciones a la gran sala de representaciones, con espacio para 1.800 espectadores, con funciones cada vez más modernas.

A medio camino entre la revista, las acrobacias, el ballet, la magia y los espectáculos propios del Circo del Sol, Qi no es la única puesta de futuro de la dirección, y ya este año el Friedrichstadtpalast se estrenó como sede para los pases de público del festival de cine de Berlín, la Berlinale.

Lo que en tiempos de la extinta RDA se consideró picante y provocador pronto se revistió de un cierto aire kitsch del que la dirección busca desprenderse desde hace años.

Según Schmidt, "no debe mirarse siempre hacia el pasado" y debe convertirse al género de la revista en "algo moderno y equipado para el futuro", aunque siempre con el entretenimiento como leit-motiv.

Medio millón de espectadores acuden cada año al número 107 de la Friedrichstrasse atraídos por las luces de neón y el barroquismo de los espectáculos del teatro, al que la quiebra amenaza cada pocos años, y que ahora se decanta por el mestizaje de estilos y géneros para conservar su pretérito esplendor.

Con la edición del libro Las horas de las estrellas - 25 años del nuevo Friedrichstadtpalast, el teatro conmemora su trayectoria y sus más de 10.000 funciones, además de una gala por todo lo alto, en la que esta noche esperan congregar a cerca de dos mil invitados, sobre una alfombra roja de mil metros cuadrados.

Un despliegue excesivo para un teatro amante de lo desmesurado que este año espera conseguir un nuevo hito: no terminar 2009 en número rojos.