Image: José María Pou: Los actores son grandes psicólogos, no necesitan pagar divanes

Image: José María Pou: "Los actores son grandes psicólogos, no necesitan pagar divanes"

Escenarios

José María Pou: "Los actores son grandes psicólogos, no necesitan pagar divanes"

El actor protagoniza Máscaras, un documental de Esteve Riambau y Elisabet Cabeza sobre el duro oficio de ser actor

2 octubre, 2009 02:00

José María Pou en el cartel de la película Máscaras

Liz Perales
Máscaras es una confesión a tumba abierta de uno de los grandes actores de nuestro país: José María Pou. Una cinta que nos desvela la trastienda de una obra de teatro, los miedos, placeres, dudas... que sufre un intérprete en el "apasionante y doloroso" ejercicio de su oficio. Y es que, "cuesta mucho quitarse la piel del personaje que llevas tiempo interpretando". Tras su paso por San Sebastián, este documental sin precedentes, dirigido por Esteve Riambau y Elisabet Cabeza, se estrena hoy en un reducido número de salas de nuestro país.

PREGUNTA: La película empieza con la última escena de La cabra y termina con las primeras palabras de Su seguro servidor, Orson Welles. O sea, los dos últimos espectáculos de teatro que he protagonizado.
RESPUESTA: Las cámaras me han seguido durante el tiempo que he tardado en despojarme de un personaje para encarnar otro. Hemos tardado entre siete u ocho meses en rodarla.

P: El rodaje ¿ha sido un proceso divertido?
R: No, porque es un enorme acto de impudicia por mi parte, que espero no se confunda con un acto de vanidad. Pero yo he querido hacerlo porque pienso que puede servir para que el público tenga una idea más profunda de lo que es ser actor, creo que hay que dignificar mi oficio. Hay mucha gente que frivoliza lo que es. Y más allá de las portadas de las revistas, de los programas de televisión, de las alfombras rojas, éste es un oficio muy duro, con momentos muy críticos.

P: Riambau le dirigió en la obra Su seguro servidor..., ¿Fue por ello que aceptó el proyecto de la película?
R: La verdad que cuando Esteve Riambau y Elisabet Cabeza me lo propusieron pensé que esta película no le iba a interesar a nadie. Porque no es un "making of" de la obra Su seguro servidor. Se trata de contar qué proceso vive un actor, en el teatro, en su vida privada, cuando tiene que preparar un personaje, cómo memoriza el texto, sus tics... En definitiva, contar lo que es la cocina del actor.

P: ¿Hay algún precedente cinematográfico de Máscaras?
R: Creo que no se ha hecho nada parecido. Hay películas como La silla, pero es una larguísima conversación con Fernando Fernán Gómez en la que él habla del teatro y del mundo, de lo que le interesa. Al Pacino hizo Looking for Richard, pero no trataba de la búsqueda personal del personaje. En este caso, yo me he encontrado en una película sin saber que la estaba haciendo.

P: ¿Se identifica con alguna tradición teatral concreta?
R: Yo empecé en los 70 en Madrid y me considero un producto del director de escena José Luis Alonso, el mejor que ha habido. En los tres primeros años que pasé en Madrid, en su compañía, tuve el privilegio de trabajar con José Bódalo, María Fernanda D'Ocon, José Luis Heredia...esa fue mi auténtica escuela. Y luego tengo una inclinación natural por el teatro inglés, me paso la vida en Londres cuando no trabajo.

P: ¿Qué diferencia a los actores ingleses de los españoles?
R: Los ingleses entienden el trabajo de actor como un oficio "religioso", para ellos ser actor no es sólo un oficio, es una forma de vida. Esa idea aquí se ha perdido mucho. Hay muy grandes actores. Los dos mejores, para mí, son Ian McKellen y, sobre todo, Michael Gambon, que es el mejor del momento.

P: ¿Es divertido ser actor?
R: Es apasionante y entretenido, pero también doloroso. Cuesta mucho quitarse la piel del personaje que llevas tiempo interpretando para encarnar uno nuevo porque tienes que entrar virgen, no puedes acumular tics del anterior. Y, claro, tienes que analizarte constantemente.

P: ¿Y qué le ocurre a un actor como usted cuando debe interpretar a un personaje antipático, en las antípodas ideológicas de las suyas?
R: A mí no me importa hacer un personaje en las antípodas de mis ideas, siempre y cuando esté dentro de una obra cuyo ideario político no lo esté. Yo haría de Hitler si fuera una obra contra el nazismo. Cuando hay que interpretar un personaje así el actor debe bucear dentro de él y encontrar aquellas cosas que pueden unirle en el personaje. Una de las grandes ventajas de los actores es que son grandes psicólogos, no necesitan pagar divanes.