Carta blanca para Halffter
El Auditorio Nacional dedica su sexto monográfico a un compositor español
6 noviembre, 2009 01:00Halffter, frente a su Don Quijote. Foto: Javier del Real
Se incluye el estreno de una obra nueva, De ecos y sombras, que es un ‘cristóbal’ inconfundible: orquesta rompiendo en oleadas, metales potentes pero nobles, sucesión de catástrofes y delicadezas y, en este caso, profusión de ecos, sombras y resonancias, concebidos como imágenes del recuerdo después de la muerte. "Como punto de partida de esta composición -cuenta Cristóbal Halffter a El Cultural- acudí al pobre Lupercio de Argensola, de quien hoy no se acordaría nadie si no es por la calle que tiene en Madrid. Me llamó la atención uno de sus versos: la sombra del olvido es la que temo". O puesto en positivo: es el eco del recuerdo lo que consuela a Halffter y a Argensola. "Mientras se acuerden de ti, la muerte tiene un pase", parecen decirnos ambos al alimón. Y, tratándose de Halffter, no tarda en surgir la reflexión sobre la naturaleza de las cosas. "Creo que el sonido, igual que la luz, crea sombras. El eco viene a ser la sombra del sonido".
Esta edición de la Carta Blanca contiene algunas de las obras clave del autor, tales como el Segundo concierto de violonchelo, Formantes para dos pianos, cuatro de sus siete cuartetos de cuerda, el sexteto Endechas para una reina de España y, desde luego, su megahit sinfónico: Tiento de primer tono y batalla imperial. El asunto Argensola, es decir, el recuerdo como salvación, aparece a lo largo de toda esta carta. Los conciertos de orquesta incluyen obras que son eco de composiciones anteriores, como Don Juan de Richard Strauss o la Fantasía sobre un tema de Thallis de Vaughan Williams. Sonará también El ser humano muere solamente cuando lo olvidan, que es un doble eco, de Rubinstein y de Chopin, que Halffter compuso hace ya veinte años para la Fundación Albéniz. Su título lo dice todo.