Image: Emanuel Ax

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Escenarios

Emanuel Ax

Celebra dos siglos de Chopin y Schumann

13 noviembre, 2009 01:00

Emanuel Ax. Foto: J. Henry Fair

Las actuaciones de Emanuel Ax, Joaquín Achúcarro, Mitsuko Uchida y el recuerdo a Chopin, Schumann y Horowitz llenan el mes de noviembre de repertorio pianístico.

Por estos días el público español está descubriendo, in situ y en directo, al pianista americano Emanuel Ax (Polonia, 1949). Los espectadores de Valencia y Oviedo lo habrán escuchado ya el 11 y el 12 de este mes. Bilbao lo recibe hoy, Pamplona mañana, Valladolid el 16, Sevilla el 17 y Valencia, de nuevo, el 18. Las cuatro primeras citas las tiene en unión del Cuarteto Emerson, con quien interpreta el Quinteto op. 81 de Dvorák. En las tres restantes actuaciones Ax tocará a solo un sustancioso recital constituido por las siguientes partituras: Polonesa-Fantasía op. 61, 3 Mazurkas op. 56, 4 Mazurkas op. 41 y Andante Spianato y Gran Polonesa op. 22 de Chopin, Fantasía op 17 y Fantasiestöcke op. 12 de Schumann. Una excelente manera, sin duda, de empezar a festejar los bicentenarios de los nacimientos de estos dos autores. Quizá algunos se lleven una sorpresa al escuchar en vivo al norteamericano. Sus padres, residentes en Polonia y supervivientes de un campo de concentración, se trasladaron a Winnipeg, Canadá, en 1957. El futuro pianista se perfeccionó en la Juilliard School de Nueva York. En 1974 se le abrieron las puertas al ganar el Concurso Arturo Rubinstein de Tel Aviv. Ax es un artista de muy pulcra técnica, de ortodoxos y nada retóricos planteamientos, de admirable seriedad de concepto. Sus ejecuciones son limpias y libres de esas indeseadas adherencias excesivamente románticas.

Espléndido artista de grupo, elástico y atento siempre a sus colaboradores (durante años lo vimos acompañado del chelista Yo-Yo-Ma), es justo que ahora se le pueda escuchar en solitario y, ya en plena madurez, ubicarlo en la estela de los pianistas interesantes de los últimos años.

20 años sin Horowitz.
En esa estela está instalado hace mucho tiempo el bilbaíno Joaquín Achúcarro, a quien hemos de referirnos gustosamente de nuevo, a propósito en este caso de su anunciada actuación en el Teatro de Córdoba, el día 20 de este mes, con un programa en el que, asimismo, aparece Chopin, siempre en su justo término, en el equilibrio del canto y de la forma, en las manos del artista vasco.

Es justo que, hablando de importantes pianistas de este tiempo, mencionemos al menos, a Mitsuko Uchida, que habrá tocado el 10 de este mes en el Auditorio Nacional y que continúa su gira internacional. Y no hay duda de que sobre todos ellos habrá planeado en algún momento la figura del histórico Vladimir Horowitz, uno de los más extraordinarios cultivadores del teclado moderno, de cuya desaparición se se cumple este mes de noviembre 20 años.