Image: El Hijo: No quería hacer un disco sobre Madrid, la ciudad se me coló sola

Image: El Hijo: "No quería hacer un disco sobre Madrid, la ciudad se me coló sola"

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El Hijo: "No quería hacer un disco sobre Madrid, la ciudad se me coló sola"

El músico Abel Hernández presenta este viernes en la Nasti Madrileña, un trabajo "más luminoso y juguetón" que sus anteriores experiencias en solitario

13 mayo, 2010 02:00

Arriba, Abel Hernández. Abajo, detalle de la portada de Madrileña, obra de Fran Mohíno.

Marta Caballero
Abel Hernández, hoy El hijo, no quería hacer un disco sobre Madrid, pero la ciudad, como un dragón serpenteante, se le coló en sus nuevas canciones en forma de personajes y lugares precisos (Chica de la cava Alta). Y mientras las grababa, alguien le dijo que el suyo era un extraño homenaje a la ciudad, así que Hernández llamó Madrileña al trabajo que acaba de lanzar con el sello Acuarela y que este viernes presentará en la sala Nasti, en un concierto en el que se acompañará de "una pequeña orquestina de tres músicos", define el ex Migala, con los que ha preparado un repertorio que salpicará de algún toque electrónico -teclado Casio Tone incluido- pero también de instrumentos propios del folk (del tambor florentino a la campana). En conjunto, "una mezcla de curiosidades distintas a lo habitual en el panorama indie", las apela el propio Hernández en una descripción que bien puede extrapolarse a su nuevo disco, un poco juguetón, un poco folkie, un poco rockero, surrealista por momentos y sutilmente distinto a lo anterior.

Él mismo selecciona en esta charla los tres temas de Madrileña que mejor ejemplifican sus nuevos atrevimientos creativos: "Balada baladí, por su componente travieso y su riqueza musical; La palmera, por la complejidad de su estructura y de sus arreglos; y Llama, carbón, nube, vapor, por su luminosidad, su alegría y su mayor protagonismo de coros". Sin embargo, cada una de ellas guarda ingredientes de las otras, pues es Madrileña un trabajo innovador en el que el cantante, lejos de forzar la depuración a la que acostumbra cualquier creador con los años, se ha enrolado en una búsqueda de nuevos caminos: "Las canciones son un oficio que aprendes con el tiempo. Cada tema te da acceso a nuevas formas. Las posibilidades de la canción pop son tan grandes que es demasiado tentador como para no probar otras cosas".

Hernández y Fernández
Toda esta búsqueda tiene una relación directa con la tamdem que en el estudio forman El Hijo y Raül Fernández (Refree), productor y persona capaz de traducir en arreglos cualquier ocurrencia pensada por Hernández para el disco: "Teníamos mil ideas al instante, lo grabamos muy al capricho. De repente había canciones como Quebradizo y transparente que nos cuadraban mejor sin aderezos. La de no añadir nada era sólo otra manera de jugar", define Abel, que aunque no se plantea un proyecto conjunto con su arreglista ("los dos somos demasiado autores", sugiere), agradece su voluntad para el atrevimiento: "En cuanto le das la idea, Raül sabe cómo ejecutarla, aunque le estés pidiendo que meta un clarinete".

Volviendo a la omnipresencia de Madrid en el disco, el cantante detalla cómo fue ese proceso en el que la capital empezó a culebrear por sus letras: "No fui consciente de su presencia cuando compuse las canciones, pero es cierto que es mi ciudad y que la vivo de forma intensa. Y me encanta, pero como gran ciudad es un escenario que permite ver la soledad de forma más fehaciente". La ciudad monstruo que aparece en las connotaciones de sus versos alude a esa conversión de Madrid en una retahíla de franquicias homogeneizadoras de cualquier matiz de autenticidad. En temas como Por si Charlie Pace no pudo acabarla Madrid es un monstruo de pesadilla -un humo negro como un ciempiés- que devora a la gente en un centro comercial, "una pesadilla que a veces no lo es tanto", duda el compositor, que se entristece pensando que también Madrid es ciudad de "bares y bares llenos de gente sola en la barra".

Disco más nocturno que los anteriores, dice su autor, Madrileña es además un trabajo que no se debe escuchar de fondo, sino que requiere "cierta atención" para pasear sus recovecos. Preguntado por la melancolía y la madurez asociada a sus composiciones, el cantautor se defiende: "Es algo que me dicen desde que empecé y que llevo con humor, porque humor hay también en mis canciones. Pero quizá tengo una cierta incidencia melancólica, no es erróneo que la vean", y añade: "A cada uno nos acompaña una imagen. Tal vez por mi andadura en Migala resulta difícil pensar en mí como algo que no es doliente o tristón. Pero no me parece que mi disco sea más triste que el de otros artistas que no pasan por eso. Pasa igual con la supuesta pretensión en mis letras".

Y sin embargo, es Madrileña un disco más desenfadado que, por ejemplo, el onírico La piel del oso, "más luminoso", precisa Hernández, que reconoce que en este trabajo caben influencias que van desde Gainsbourg, Vainica Doble y la psicodelia a un cierto costumbrismo mágico que ya es marca de la casa: "Siempre ha estado ahí, pero ahora he dado con varias teclas para manejarlo".

Sus seguidores tienen la opción de escuchar el disco al completo en su Myspace, una decisión que el músico tomó después de ver que, antes del lanzamiento, ya estaba en disponible en algún lugar de la red: "No tenía sentido mantener no sé qué secreto. Me apetece que mi música pueda ser escuchada, sin olvidar que será en archivos de menor calidad, y que luego el que quiera compre el disco", formula. Para los seguidores de la opción B, Madrileña es un disco sorpresa que, tras una portada de aparente simplicidad de Fran Mohíno, que encierra una obra conceptual, presenta una pieza de arte por cada canción, realizada libremente por artistas de la talla de Miki Leal, Félix Curto y Chechu Álava.

Pese a asumir este nuevo orden del mercado discográfico, Hernández condena alguno de sus aspectos: "Todos hemos restado en público porque la música se ha convertido en un aderezo de las relaciones sociales. No se venden los discos y el cacareado auge del directo no es tal, salvo en los atracones a lo buffet libre de los festivales". Con todo, y antes de iniciar tras gira tras el verano, El hijo actuará en el Festival de Benicàssim. Hasta entonces, se le podrá ver este viernes en la Nasti, en un concierto en el que interpretará al completo Madrileña y dará "un repaso curioso" a experiencias anteriores.