Julie Taymor: "El estilo teatral de El Rey León no se ha visto nunca"
El próximo 21 de octubre se estrena en Madrid el esperado musical con canciones de Elton John y Tim Rice
13 octubre, 2011 02:00Julie Taymor. Foto: Javier Barbancho
Julie Taymor ha venido a España para promocionar El Rey León, el espectáculo que más fama le ha procurado y cuya versión en castellano se estrena el día 21 en el teatro Lope de Vega de Madrid con ánimo de quedarse durante los próximos años. Taymor solo dispone de 15 minutos para hacer la entrevista, así que tras las presentaciones y dos cuestiones sobre el musical, llega la pregunta obligada y morbosa: ¿Qué le ocurrió con Spiderman, el musical más caro de la historia de cuya dirección fue relevada?. Apenas le da tiempo a explicarlo, el siguiente periodista asoma por la puerta exigiendo su turno. Es una pena despacharse con Julie Taymor así, tiene una carrera artística impresionante, pocas personas como ella han sabido unir tradiciones escénicas tan diversas de Oriente y Occidente, especialmente en el campo de las marionetas y las máscaras.A modo de consuelo me regala Playing with Fire, sobre sus trabajos en el teatro, el cine y la ópera, que firma con Eileen Blumenthal. Es un libro magnífico que recoge detalladamente, y con buenas fotos, todos sus trabajos, desde que se iniciara en la escuela de Jacques Lecoq, en París, y el off-off Broadway hasta sus estancias en Japón, Indonesia y Africa. Desde su primera producción en Java y Bali, Way of Snow, a otras ya estrenadas en Estados Unidos como The Haggadah, Savages, The King Stag o su espectáculo sobre la Revolución Americana, Liberty's Taken. Desde sus versiones de Shakespeare de The Tempest o Teh Taming of The Shrew, al gran despliegue de marionetas que desarrolla en Juan Darien, obra de Horacio Quiroga, o en Foll's Fire, de Poe. Para culminar en sus montajes operísticos de Oedipus Rex y La Flauta Mágica. Y sin olvidarnos de su película Titus, con una futurista dirección artística, y protagonizasa por Anthony Hopkins y Jessica Lange.
-¿Cuántos países ha tenido que visitar para presentar las versiones respectivas de El Rey León?
-No he ido a todos los ensayos, pero sí a Japón, Australia, Sudáfrica, Francia, Holanda, Alemania y Reino Unido.
-¿Qué distingue este musical de los que habitualmente se ven en Broadway?
-La música es única, la que compuso el músico sudafricano Lebo M, es excepcional. Luego él añadió fragmentos ideados para agrupaciones corales. El musical conserva los cinco temas que compusieron Elton John y Tim Rice para la película, pero no fueron suficientes. Estas cinco canciones están en primer plano, pero recurrimos a la música tradicional sudafricana de Lebo M, que es un cantautor muy famoso. Es música sudafricana que se complementa estupendamente con la de Elton John. Y, luego, el estilo teatral no se ha visto nunca. No estamos hablando de máscaras y marionetas para niños, sino de algo muy artesanal, máscaras inspiradas en las que utilizan tribus africanas que, en muchos casos, no usan sobre el rostro, sino sobre la cabeza.
-¿Por qué escogió música sudafricana, precisamente, porque quizá es la más cercana a los gustos occidentales?
-Yo había oído un disco, The Rythm of the Pride Lands, cantado en cuatro idiomas y me pareció una maravillosa idea contar con Lebo M, que rescribió para nosotros muchas canciones.
-Usted es una investigadora infatigable del teatro de máscaras. En El Rey León hay mas de 200 esculturas, figuras animadas, tallas y máscaras en el musical. ¿Puede decirse que este espectáculo es la síntesis de su trabajo con el teatro de máscaras y objetos?
-No. Es uno más. He hecho muchos otros espectáculos con marionetas, algunos de gran formato. Pienso, por ejemplo, en Jean Darien. Este es un espectáculo más solo que más comercial.
-Esta mañana, durante un encuentro con los actores, me pareció que usted les hablaba de cómo el teatro, en Occidente, se había convertido en un entretenimiento. -En realidad, hice dos discursos. Quería decirles que cuando se actúa, no hay que pensar en el público, ni en la crítica, sino que es un ritual, en el que solo buscas la satisfacción espiritual. Luego, les hablé como público, y entonces me referí a los orígenes del teatro, cuando los dramas se contaban a un público familiar, cuando el teatro era un remedio para paliar el sufrimiento, una ayuda psicológica. Ese es el origen del teatro.
-Todo no han sido éxitos en su carrera, ¿qué ocurrió con Spiderman?
-Es una historia larga. Spiderman sigue siento uno de los cinco espectáculos top de la cartelera neoyorquina. Seguramente, lo que me ocurrió con Spiderman no hubiera pasado sin los blogs y todo lo que se escribe en las redes sociales, porque fue un proceso muy, muy transparente, en el que empleé nueve años. Pero yo jamás llegué a estrenarlo.
-Había leído que usted lo estrenó, pero que luego fue relevada del espectáculo.
-Yo nunca llegué a estrenar el espectáculo. Salieron las críticas cinco semanas antes del estreno, durante las previas, diciendo que había sido el musical más caro de la historia y que había habido un accidente con el actor. En realidad, lo hubo, pero no con el actor que lo iba a protagonizar, y no ocurrió nada grave.