La muerte se hará dueña del Teatro María Guerrero el Día de Difuntos. Comediants estrenará el martes Perséfone, un viaje con la reina del inframundo que dominará el recinto madrileño hasta el 11 de diciembre. Tan trágico asunto le sirve a la compañía catalana para hacer un canto a la vida y también echar la vista atrás para contemplar todo lo que llevan recorrido en sus casi cuatro decenios de existencia.

"Perséfone nos permite cerrar el ciclo clásico de temas universales que empezamos en 1973 y que nos ha llevado por los mundos del sol, el fuego o el mar", asegura su director, Joan Font. "A lo largo de estos años hemos bordeado muchas veces al lado de la muerte, pero nunca la habíamos abordado de forma central, no había sido la protagonista como lo es ahora Perséfone". Aunque el artista catalán no deja de lado que ésta, la romana Proserpina, es Señora de Hades a tiempo parcial ya que durante la mitad del año sigue siendo la bella Core, la hija de Zeus y Diana que encarna a la juventud y vuelve todos los años con la primavera. Por eso, la compañía ha mirado todas las facetas de la muerte, desde las más trágicas hasta las más alegres, que también las hay en todas las culturas del mundo.

El montaje está estructurado en cinco partes que abarcan otros tantos aspectos de la muerte. Así, comienza el espectáculo asomándose al rito que la acompaña, continúa aventurándose por el más allá, dando por supuesto que existe; se plantea más tarde si es justo que todo exista un final; se acerca luego a los numerosos aliados de la muerte; y finalmente entronca con su otro lado.

El recorrido permite a la compañía asomarse a diferentes tradiciones de todo el mundo y, también, enfrentarse a multitud de cosas curiosas a su alrededor, además de preguntarse por otras llamativas. Por ejemplo, a Font le llama mucho la atención los muchos amigos que tiene esta invitada no deseada. "Los hombres matamos más que la muerte, parece como si nos tuviera subcontratados para hacer su trabajo en vez de dejárselo todo a Ella", dice con ironía y pesar el fundador de Comediants. Por eso Perséfone acaba siendo una celebración de la vida que sirve para "desmitificarla, recordad que es algo natural e inevitable, pero que también puede ser algo guay", explica Font.

"La muerte es triste, porque desaparece una persona a las que has querido. Pero si lo miras bien, si el muerto ha tenido una vida buena y una muerte digna, lo que tienes que hacer es alegrarte por lo que ha disfrutado, y no echarte a llorar porque se ha ido".

La puesta en escena sigue las pautas habituales de la compañía de combinar texto, música y baile. "El montaje está inspirado en las varietés", explica Font, aunque matiza enseguida. "No es que sea un espectáculo de variedades, con su estilo y tono, sino que es una especie de popurrí de artes con diferentes lenguajes según los requiera cada momento". Así Perséfone discurre ente payasos, magos, bailarines y cualquier otro tipo de artistas que sirvan para acercarse a la muerte y con "la música como un hilván que permite pasar de unas escenas surrealistas a otras absurdas o cómicas y de una dimensión a otra mediante una serie de puertas".

Esas puertas van más allá de la obra. Para Font son también las entradas que quiere mantener abiertas para renovar la compañía después de una trayectoria tan larga. "Necesitamos aires nuevos, personas que vengan con otras miradas y nuevas energías para compartir esta nave que es Comediants", concluye el director.