Image: Ítaca, de Mérida a Madrid

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Escenarios

Ítaca, de Mérida a Madrid

4 enero, 2013 01:00

El Brujo, durante la representación de la Odisea en el Festival de Mérida.

Una 'Odisea' del siglo XXI la de Ulises, El Brujo, Homero y Palas Atenea. Los Teatros del Canal estrenan el día 10 el clásico de los clásicos a través de la mirada provocadora del actor.

Parece que a El Brujo no se le resiste ningún clásico. Ni La Odisea. Presentada en el pasado Festival de Mérida, llega el próximo jueves a los Teatros del Canal con una fórmula que ya es marca en el actor de Lucena: sobriedad escénica, música en directo y un monólogo apoyado en grandes textos (Lazarillo de Tormes, El Quijote, El Evangelio de San Juan...) en los que interviene para conectarlos con la actualidad.

Así lo hizo en su última apuesta, Mujeres de Shakespeare, donde mezclaba las palabras del bardo inglés con alusiones a noticias de hoy. "No encuentro textos actuales de autores vivos con facilidad -señala a El Cultural-. Los hay, pero en la dramaturgia clásica existen un montón de opciones con grandes temas. Veo necesario pasar por ellos a modo de entrenamiento".

En La Odisea que ahora presenta El Brujo en Madrid nos adentramos en los valores del clásico de Homero contados desde la perspectiva de la diosa Atenea y con la música de instrumentos tradicionales que remiten a la época en la que fue escrita: tabla hindú, pedales, citar, etc.

Acompañado por unas conchas de cerámica, que simbolizan el mar de las peripecias existenciales de Ulises tras volver de la guerra de Troya, El Brujo busca su particular Ítaca escénica a través de guiños cómicos y juegos de palabras que se mueven entre la solemnidad del texto y el humor, convirtiendo su actuación en un raro fenómeno que termina por enganchar al espectador. "He hecho una adaptación para un público que no tiene tiempo para leer. Es muy difícil comprender La Odisea en el metro. Para que cale hace falta tiempo, por eso yo le cuento a la gente los detalles de las grandes historias de la literatura clásica, de la que todo el mundo sabe algo".

De esta forma, el actor, director y adaptador se enfrenta a la aventura de Ulises como algo contemporáneo, con chistes, anécdotas y, por qué no, con pequeñas dosis de provocación: "Es un relato esencial, es la gran historia contada que tiene una conexión con la tradición oral. Homero fue un recopilador de historias que circulaban probablemente en la tradición de la Grecia arcaica. Por eso, llevar este texto al escenario es la oportunidad para hacer una lectura simbólica a muchos niveles. Tenía que pasar por ella, tenía que hacerla. En lo referente a la mitología, siempre he pensado que tiene un toque de relato infantil".

El protagonismo de la diosa Palas Atenea está presente en la obra, pero no es un recurso: "Está en el texto. Empieza con una reunión de los dioses y termina con un discurso de Atenea parándole los pies a Ulises. La diosa lo contiene y lo usa para llevar a cabo algo de la vida divina de los hombres. También para instaurar una cierta forma de civilización. Ella era la patrona de la democracia".