Image: La Escalera de Jacob estrena su primer certamen escénico

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Escenarios

La Escalera de Jacob estrena su primer certamen escénico

115 comedias, dramas y piezas de microteatro pasarán por la sala madrileña durante el verano | La ONG Médicos del Mundo recibirá 50 céntimos de cada entrada

5 junio, 2013 02:00

Acabáramos, de la compañía Teatro del Páramo, inaugura el I Certamen Escénico de la Escalera de Jacob.


La sala de teatro La Escalera de Jacob de Madrid inaugura este miércoles su primer certamen escénico, que durará todo el verano. Por él pasarán 115 espectáculos divididos en tres categorías: comedia y monólogos, drama y microteatro, cada miércoles y jueves de junio, julio y septiembre. Los precios de las entradas oscilan entre los 4 y los 6 euros, de los que 50 céntimos irán destinados a la ONG Médicos del Mundo.

Las compañías participantes en el certamen se disputarán un primer premio de 1.000 euros para cada categoría, dos segundos de 500 y la posibilidad de quedarse en la programación de la sala, que en el caso de La Escalera de Jacob puede ser mucho, mucho tiempo. "Tenemos espectáculos que llevan con nosotros desde que abrimos hace seis años, como Las aventuras de un oso ritmoso (infantil). El amor jode pero no mata lleva cinco, La esfera cuántica de Luxor y em>Dame veneno que quiero reír, cuatro... Con dos funciones semanales y una remuneración de 2.500 euros mensuales, estar en nuestra programación puede significar la subsistencia de una compañía", asegura Jorge de las Heras, propietario y programador de la sala. "Yo soy actor y conozco bien lo que es estar condenado a la itinerancia".

Esta pequeña sala abrió en 2007 en Lavapiés como asociación cultural y con un bar para asegurarse un mínimo de ingresos. En 2011 ya daba de comer a un equipo de ocho personas y abrieron una segunda sala en La Latina (cerrada los últimos meses por el endurecimiento de las licencias municipales a raíz del caso Madrid Arena y que probablemente reabrirá en septiembre). "Hoy somos veinte personas entre personal de sala y personal de oficina", asegura De las Heras.

El trabajo actoral es en lo que más se fija el dueño de la sala, tanto a la hora de programar la temporada como al hacer la criba para este certamen. "Tengo predilección por un tipo de humor al estilo de Monty Python, absurdo e irreverente, pero la propuesta puede encajar más o menos con mis gustos. Para mí lo más importante es que el trabajo de los actores sea muy profesional".

La programación de La Escalera de Jacob es un abanico en el que caben los espectáculos infantiles, el teatro en formato tradicional, el cabaret, los monólogos y unos espectáculos de magia "muy trabajados, que ponen el efecto mágico al servicio de lo artístico".

"No nos gusta programar cualquier cosa durante un mes y que las compañías traigan a sus amigos para verlos durante ese tiempo. Así no se crea público de sala", explica De las Heras. Y ese "público de sala" es, asegura, "la cosa más heterogénea que te puedas imaginar, gente de Pozuelo y de Lavapiés, puedes ver de todo como en la Gran Vía".

El microteatro es la categoría que reúne a más participantes en este certamen (56), pero De las Heras le quita hierro al género de moda: "El microteatro se hace en Argentina desde hace muchos años. Ahora se ha puesto de moda aquí porque es más barato y porque la sala Microteatro por dinero se ha especializado en él".

Este miércoles estrenan el certamen dos comedias y dos monólogos: Una prostituta llamada España, de la compañía Un Ñu; Acabáramos, de Teatro del Páramo; Lo que me sale del fandango, de Toni Balach; y Yo fui un adolescente idiota, de Vera Montessori.

Las compañías se clasificarán para la final mediante el voto de un jurado, que pesará un 40%, y el 60% restante lo decidirá el público. En las galas finales -una por categoría- de septiembre, se invertirán las tornas y el voto del jurado incidirá un 60% en la puntuación total.