El Ballet Nacional se cuelga de Sorolla
José Manuel Benítez en Sorolla. Foto: Jesús Robisco.
El BNE celebra los 150 años del nacimiento de Joaquín Sorolla y los 35 de su creación con un montaje inspirado en la colección 'Visión de España' del pintor valenciano. Su director, Antonio Najarro, busca aunar dos géneros artísticos en un viaje a los estilos de la danza de nuestro país.
Sorolla -que cuenta además con el diseño y la adaptación de vestuario de Nicolas Vaudelet y la partitura del valenciano Juan José Colomer- está pensado como un viaje por las zonas geográficas que transcurren por los paisajes recreados por el pintor. Así, el periplo que nos propone Antonio Najarro y Franco Dragone pasa por lugares como Castilla, Aragón, Navarra, Gipúzcoa, Sevilla, Galicia, Cataluña, Valencia, Extremadura, Elche y Ayamonte... "Sorolla -precisa el director del BNE- ha dado un gran espacio a la danza en sus cuadros. También a nuestras fiestas tradicionales, por lo que el resultado es un crisol de nuestras costumbres, de nuestra religión, de nuestros paisajes y valores. En definitiva, este montaje muestra con precisión la esencia de nuestro país". Todo ello queda recogido en la puesta en escena realizada por Franco Dragone, creador de la compañía La Louvière y responsable de numerosos trabajos escénicos que han sido reconocidos internacionalmente. Según Najarro, el trabajo realizado en Sorolla muestra su gran amor por la danza española: "Está lleno de sensibilidad. Ha conseguido encontrar el lado más teatral de la danza y el porqué de cada gesto en el alma del bailarín".
El estreno de la obra coincide además con dos aniversarios que han marcado su desarrollo. De un lado, se cumplen 150 años del nacimiento del pintor, y de otro, el BNE celebra 35 años de su creación. Fundado en 1978 bajo el nombre de Ballet Nacional Español con Antonio Gades como primer director es, desde entonces, una de las unidades del INAEM con mayor proyección internacional. Najarro se muestra satisfecho de ese pasado y también del momento que vive la compañía: "Es así debido al respeto, la ilusión, el trabajo, la energía y, sobre todo, al amor a la danza española y al deseo de difundirla". Pese a todo, ante esta situación de complacencia también deja un espacio para la reivindicación: "No creo que la danza española esté olvidada, lo que sí necesita es más apoyo y presencia. Al fin y al cabo, nos representa dentro y fuera de nuestras fronteras".