Donnellan se atreve con Ubu Rey
Escena de Ubu Roi, de Donnellan.
Si Declan Donnellan ya es un clásico de nuestros escenarios no lo es menos la obra que a partir del jueves 26 lleva al Teatro María Guerrero: Ubu Rey, de Alfred Jarry. Arropado por la compañía Cheek by Jowl y su escenógrafo de confianza, Nick Ormerod (cofundador también de la formación), Donnellan presenta su Ubu Roi (así titulado) al público madrileño después de pasar por la Fenice de la Bienal de Venecia el pasado agosto, donde celebró su 70 cumpleaños. La casualidad ha querido que fuera apadrinado por el director de la muestra Àlex Rigola, quien también indagó en el texto de Jarry en 2002, con una puesta en escena que materializó en La Abadía protagonizada por Sandro Cordero, Lino Ferrerira y Rocío Osuna, entre otros.Desde comienzos de 2013 Donnellan, de quien el público español ha podido ver obras de Shakespeare como Cymbeline (2007) o Macbeth (2010), se ha paseado por toda Europa con el primer montaje que la compañía ha realizado en francés. Un escenario en blanco, una familia burguesa y una cena sirven al director para dar su propia interpretación de la trama que propone Alfred Jarry, basada en conceptos como la avaricia, el abuso de poder y el cuestionamiento de la autoridad a través de la sátira y de un lenguaje violento y duro que no deja indiferente, como bien experimentó Albert Boadella en 1995 gracias a Ubú, president, su particular versión en la que parodiaba la figura de Jordi Pujol.
Para Donnellan el trabajo con la Cheek by Jowl es la búsqueda de lo esencial en cada autor. "Todas las grandes obras -explica a El Cultural- son contemporáneas. Pero por encima de todo, lo que intentamos es que los montajes estén vivos. Esto es lo que perseguimos en Jarry, en Racine, en Shakespeare o en Chéjov. Nuestros trabajos son producto de una investigación con los actores, para hallar lo esencial. Eso es lo que hemos intentado en Ubu Roi". Para el director, uno de los aspectos fundamentales de la obra es la indagación en torno al comportamiento civilizado. "La cuestión que nos planteamos es qué hacemos con los sentimientos no civilizados".