La cortesía española según Lope de Vega
Laura Romero y Álvaro de Juan en La cortesía de España. Foto: Ceferino López.
La Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico ha aceptado el desafío: representar La cortesía de España, una obra poco conocida de Lope que lleva el sello de Josep Maria Mestres y Laila Ripoll. El 3 de abril en el Matadero.
"Esta es -sentencia Mestres- una de las lecciones más bellas que nos ofrece Lope y que cuatrocientos años después nos llega con total nitidez y contundencia: ¡hay que atreverse a vivir!". Por los mismos motivos Laila Ripoll defiende su especial actualidad: "Los personajes aparecen aquí llenos de sensualidad. Y esta es una condición que no caduca jamás".
La cortesía de España forma parte de las obras con temática italiana. Mezcla de tragedia y comedia, en ella aparece reflejada la teoría dramática que Lope expone en El arte nuevo de hacer comedias, como la libertad en el tratamiento del tiempo o la mezcla de personajes de distintos estamentos sociales. "Es un texto riquísimo, apabullante y vertiginoso", apunta Ripoll, que conoció este título hace 27 años gracias al director y profesor de la RESAD Juan José Granda, utilizándolo como espectáculo de fin de carrera. "Ahora, he procurado conservar intacta la versificación, eliminando algunos pasajes que resultaban muy reiterativos e intentando sustituir los términos oscuros o en desuso por otros que, siendo también propios del siglo XVII, fueran más comprensibles".
Pese a ser una obra iniciática para la autora de la versión, La Cortesía de España es un título de Lope poco conocido, muy difícil de encontrar. Hasta la fecha, había que rastrearla en bibliotecas o en librerías de viejo. No existía ninguna edición comentada y muy pocos estudios. "Hay un buen número de magníficas obras de Lope en la misma situación", denuncia Ripoll.
Tampoco Mestres oculta su extrañeza por considerar que, siendo una obra de gran altura y de un inmenso nivel literario, haya sido tan poco representada, que no forme parte del canon de la obra de Lope pues reúne todos los ingredientes para encandilar al público, "al de la época en la que fue escrita y al actual". Por eso no dudó en ponerse al frente de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico tras recibir el encargo de su directora, Helena Pimenta. "Con ellos he intentado abrir el texto y hacerlo cercano a la sensibilidad del espectador de hoy sin tocar ni una brizna de sus formas, a veces arcaicas pero siempre maravillosas". Y todo, con la "bellísima y funcional" escenografía de Clara Notari, que realiza una "estilización contemporánea" de la arquitectura de una corrala del Siglo de Oro.