Image: Muere a los 84 años el actor argentino Alfredo Alcón

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Muere a los 84 años el actor argentino Alfredo Alcón

Verdadero referente teatral en su país, su última actuación en España fue en 2008, con El Rey Lear del Centro Dramático Nacional

11 abril, 2014 02:00

Alfredo Alcón. Foto: Efe

Alfredo Alcón, uno de los actores más importantes de la escena argentina, ha muerto en su casa de Buenos Aires tras una complicación respiratoria. El artista, de 84 años, ya había tenido que ser operado hace un par de meses por una infección intestinal. En el momento de su fallecimiento, se encontraba en plena fase de rehabilitación.

Alfredo Félix Alcón Riesco, que nació en Ciudadela, provincia de Buenos Aires, provenía de una familia española. Esta conexión con nuestro país se tradujo en varios trabajos a las órdenes de distintos directores españoles. El primero de ellos, en los años sesenta, fue en El zapato de raso, de José Luis Alonso. Aunque especialmente fructífera fue su relación con Lluís Pasqual, que le dirigió en La vida del Rey Eduardo II de Inglaterra, de Marlowe y Brecht, en El público, de García Lorca, o en Edipo XXI, una adaptación del mito clásico. Su último trabajo en España, de 2008, fue el montaje del Centro Dramático Nacional de El Rey Lear, de William Shakespeare, con dirección de Gerardo Vera y versión de Juan Mayorga. Entonces, su director en aquella obra ya ponderó las virtudes de un actor que, sin duda, estaba llamado a marcar una época en el teatro: "Es un actor muy valiente -dijo Vera entonces-; hay pocos actores maduros que, una vez que han alcanzado el prestigio, arriesguen y quieran innovar como él lo hace. De Alfredo me gusta también que es un actor con un gran espíritu trágico." También trabajó en el cine español, en Los inocentes (1964), de Juan Antonio Bardem y, como última aparición, en la película de Antonio Hernández, de 2002, En la ciudad sin límites.

Un referente

En Argentina, Alfredo Alcón ha sido durante décadas un verdadero referente, tanto en el teatro como en el cine. Su carrera comenzó a mediados de los años cincuenta con una primera colaboración cinematográfica de la mano de Mirtha Legrand, con quien rodaría El amor nunca muere, Chiquita, La pícara soñadora y Con gusto a rabia, entre otras. Además, protagonizó la película más taquillera de toda la historia del cine argentino, Nazareno Cruz y el lobo (1975), de Leonardo Favio.

En el cine interpretó nada menos que 50 películas. Con el filme Boquitas Pintadas, basada en la novela homónima del argentino Manuel Puig, autor a la sazón de otras novelas muy cinematográficas como La traición de Rita Hayworth y El beso de la mujer araña. Aquella versión de Boquitas Pintadas, dirigida por Federico Torre Nilsson, se hizo con la Concha de Plata y con el Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.Entre otros premios que obtuvo, también se encuentra el Oso de Plata del Festival Internacional de Cine de Berlín, galardón que le valió su actuación en Los siete locos, también de Torre Nilsson y basada, igualmente, en otra novela, esta vez de Roberto Arlt.

Pero fue en el teatro donde su reconocimiento fue mayor y su legado más difícil de olvidar. Su repertorio incluyó a Ibsen, Lorca, Arthur Miller, John Osborne, Engene O'Neill, Edward Albee, Tennessee Williams, Samuel Beckett, Marlowe y fue dirigido por figuras históricas como Margarita Xirgu.