Image: Andrea Chénier, verismo en Peralada

Image: Andrea Chénier, verismo en Peralada

Escenarios

Andrea Chénier, verismo en Peralada

25 julio, 2014 02:00

Andrea Chénier, verismo en Peralada

Andrea Chénier de Giordano, que se representa en Peralada este sábado, 26, es sin duda uno de los grandes títulos del verismo. Pese a su cartón piedra, se aprecia en ella el gran oficio del compositor, que labró una partitura bien estructurada, de animación que hoy se diría cinematográfica, dotada de una excelente -y también, a veces, convencional- orquestación y una vena melódica de un intenso lirismo, recorrida por refulgentes estallidos dramáticos. Una obra de incuestionable fondo social, que estudia, sobre libreto de Illica, las dos caras de la Revolución Francesa de manera desde luego muy libre, y que coloca como centro argumental una apasionada y sacrificada historia de amor.

El reparto es de altos vuelos, con los dos grandes Álvarez de la ópera de hoy: Marcelo y Carlos.

el cantante es un animal de escena, que se vacía y expresa con un calor excepcional, ya desde el famoso Improviso. Gérard es Carlos, que ha sufrido, tras una operación en una cuerda, una evidente evolución. Posee en estos momentos un timbre menos oscuro y una emisión menos cupa, lo que ha hecho ganar a la voz flexibilidad al tiempo que ha perdido cierto empaque y consistencia, sobre todo en la zona superior.

Estaba prevista como Maddalena de Coigny la explosiva holandesa Eva Maria Westbroek, pero ha cancelado. La sustituye la húngara Csilla Boross, que hace su presentación en nuestro país. Es una spinto de buenos medios, que acomete las partes verdianas más aguerridas. Habrá que escucharla en la estratégica aria La mamma morta, en la que se dan cita el dramatismo más desesperado y la súplica más apasionada. Una auténtica piedra de toque para detectar las habilidades canoras de una soprano. En el foso, junto a la Orquesta del Liceo, estará el avezado Marco Armiliato, director experto y dominador de este repertorio, en el que desembarca, al menos en España, el regista madrileño Alfonso Romero Mora, artista lleno de ideas, algunas, como ha tenido ocasión de demostrar, muy buenas. Hay interés en ver cómo aborda esta compleja y abigarrada historia revolucionaria.