Image: Carmen, en su versión más castiza

Image: Carmen, en su versión más castiza

Escenarios

Carmen, en su versión más castiza

El Teatro de la Zarzuela abre este viernes su temporada lírica

10 octubre, 2014 02:00

La mezzo María José Montiel. Foto: Ignacio Marqués

En muchos países, las óperas foráneas se presentaban a veces traducidas al idioma local. No en España, donde lo italiano preponderaba. Pero no dejó de haber intentos de crear una ópera en nuestra lengua. Con escaso éxito, pese a que se escribieron obras muy considerables, hoy en buena parte olvidadas. Quedaba, claro, la zarzuela, género propio y gran sustitutivo.

Precisamente, con el deseo de facilitar al público la comprensión de creaciones extranjeras, hubo un movimiento que perseguía la fusión, la identificación de lo zarzuelero con lo operístico. Una propuesta útil y hasta cierto punto lógica cuando se trataba de importar títulos de la opéra comique, evidentemente emparentada, y no sólo por el empleo de diálogos hablados, con el género local. En esta línea, y rivalizando con el Teatro Real, que exhibía la ópera en su versión original, se situó la presentación, en la Zarzuela, de la Carmen de Bizet con traducción al castellano de Rafael María Liem. Tras diversas dificultades legales, promovidas en su mayor parte por el celoso empresario del coliseo de la Plaza de Oriente, la obra subió a escena en noviembre de 1887. El éxito se apagó enseguida.

El 7 de abril de 1890 -y esto, como lo anterior, lo cuenta Laura Santana en un espléndido artículo- se estrenó en el Teatro Circo Alegría de Barcelona una nueva versión en nuestro idioma. La partitura musical no sufrió apenas modificaciones, tan sólo las necesarias para ajustar texto a notas. Este "arreglo muy acertado", en palabras de un crítico de la época, es el que se va a reponer este viernes en la Zarzuela, que inaugura así la temporada. Parece ser que esta revisión es mejor que la de Liem, aunque es bastante distinta en los parlamentos, y es la que emplea la directora de escena Ana Zamora, para quien "estamos ante una historia escrita por hombres fascinados por una mujer que no se ciñe a los formatos tradicionales y que despierta un pánico ancestral en algo que se quiere gozar, pero al mismo tiempo controlar".

Bajo esta perspectiva se desarrollará la acción, que, con el texto en español, posee un casticismo mayor que el francés, extraído de la novela de Merimée. Por el escenario, se moverá un lustroso equipo de cantantes españoles. Carmen es la mezzo lírica María José Montiel, voz redonda y cálida, perfumada y convenientemente sensual, que tiene muy trabajado el papel en su versión francesa. Le da la réplica como don José el buen tenor lírico que es José Ferrero. Micaela es la exquisita soprano Sabina Puértolas, puede que en exceso liviana para la parte. La nada fácil y de tesitura tan traicionera de Escamillo es para el bajo Rubén Amoretti.

En el foso se colocará, junto a la Orcam, la joven taiwanesa Yi-Chen Lin, una apuesta de Paolo Pinamonti con las mejores referencias. Así se da un toque levemente feminista a una obra en la que la mujer es protagonista. arturo reverter