Escenarios

Francisco Vidal hurga en la vida de los Wingfield

31 octubre, 2014 01:00

En El zoo de cristal Amanda es madre de dos hijos: Tom, interpretado por Alejandro Arestegui, un joven atrapado por la situación económica y familiar, y Laura (Pilar Gil), una chica incomprendida por su complejo mundo interior. A la familia Wingfield se une Jim (Carlos García), el amigo de Tom. "Entre estos personajes es donde Silvia Marsó se funde con Amanda, luchando como un animal salvaje, a veces incluso recordándome a Madre Coraje, de Brecht. Otras veces es efímera y delicada como la Blanche DuBois de Un tranvía llamado deseo pero siempre es un ave fénix que resurge de sus cenizas".

Con estas palabras el director Francisco Vidal define al personaje central de la obra de Tennesse Williams, un montaje que llega al Teatro Fernán Gómez de Madrid (el jueves, 6) en versión de Eduardo Galán y escenografía de Andrea D'Odorico. "La puesta en escena está basada en una realidad mágica -explica Vidal a El Cultural-. Está planteada desde la evocación de los recuerdos de un joven condicionado por el sentimiento de culpabilidad". Para Vidal, el autor pulsa en este texto los sentimientos de cada personajes sin tomar partido en ningún instante: "Eso hace que aún hoy podamos disfrutar la obra con toda la juventud de un clásico y percibir sus contradicciones y conflictos".