Madonna inaugura la temporada primaveral con Rebel Heart, su mejor disco en una década / Drake y Big Sean o la fuerza del hip hop americano y Sleaford Mods, hop punk británico / Mourn y Hypersunday, el rock y el pop patrio que mira más allá de las fronteras / Diana Krall y Marika Hackman, dos artistas que dominan la emoción / La psicodelia épica de Dan Deacon y la vitalidad del clásico francés Hubert Félix Thiéfaine
Madonna: Rebel Heart. Pop
Madonna supera las leyes de la física, el tiempo, la cultura popular e incluso la metafísica. Ninguna estrella de la música ha sido capaz de mantener el mismo estatus durante más de 35 años, reinventándose constantemente pero sin dejar de ser nunca ella misma, Madonna es ya un personaje histórico y al mismo tiempo una artista dispuesta a conquistar el mundo una y otra vez con el mismo ímpetu y energía como si fuera la primera vez.
Rebel Heart es el mejor disco de la diva desde los tiempos del aquel Music (2000), un álbum de pop puro y duro como acostumbra en el que, como dice una crítica americana, "no suena desesperada" porque no es que
MDNA, Hard Candy, Confessions on a Dance Floor o
American Life fueran malos, eran justitos.
Rebel Heart suena menos preocupado por captar el sonido del momento y más centrado en crear algo tan sencillo y tan complicado como pop de primera categoría. Producido por Diplo, un DJ de Los Angeles responsable en parte de la fama y fortuna de M.I.A.,
Rebel Heart tiene algo de esa mezcla entre sonidos exóticos (esas bases reggae de
Unapolegetic Bitch) y urban pop de la diva londinense pasado por el tamiz "madonnesco", por mucho que cambie uno sigue reconociendo su música al instante y aquí hace bien al volver a sus raíces. El single,
Living For Love, tiene groove y es tan pegadizo como sus mejores hits;
Ghosttown nos recuerda a sus mejores baladas de los 90 y en
Iconic se marca un dúo con el rapero Chance the Rapper que no tiene nada que envidiar a lo mejor de la música americana de gran consumo contemporánea. Por increíble que parezca, Madonna no solo sigue viva,
Rebel Heart va arrasar. Y no, no es una excelente mujer de negocios, es una verdadera artista. Muy grande, Madonna. Y ahora viene lo mejor, la gira.
Madonna actúa el 24 de noviembre en Barcelona (Palau Sant Jordi)
Drake: If You're Reading This It's Too Late. Hip hop
Lanzado sin previo aviso como comienza a ser costumbre para evitar filtraciones (que se lo digan a la propia Madonna) y mientras aún resuena el eco de aquel espléndido
Nothing Was the Same de hace un par de años,
el rapero canadiense Drake entrega un disco de hip hop casi perfecto menos comercial y pop que el anterior, donde coqueteaba con el legado de Michael Jackson, y más centrado en el propio fraseo de Drake, que lo fía todo a sus impresionantes cualidades como MC y se deja acompañar por unas bases sencillas que casi pasan a segundo plano.
Drake sigue hablando de lo mismo, o sea, de sí mismo, y contándonos sus penas, alegrías y temores logrando en esta ocasión sonar más sincero y claro que nunca. Arranca de forma excelente con esa
Legend en la que dice "Si me muero ahora, me convierto en una leyenda" o la fantástica
Energy, dedicada a sus enemigos para continuar con las gozosas colaboraciones de PARTYNEXTDOOR (sentidísima
Preach) o Lil' Wayne (la gangsta
Used To). Si Drake antes se miraba en el espejo del rey del pop, ahora
da la impresión de que es con la sombra de Tupac con quien se mide.
If You're Reading This It's Too Late tiene esa inmediatez y pegada emocional del mítico Shakur.
Marika Hackman: We Slept at Last. Folk
Hace un par de años, Bill Callahan nos deleitaba con
Dream River, un disco, decía, "para ese momento en el que estamos a punto de irnos a dormir". Ese mismo espíritu recorre este
We Slept at Last ("Al final, nos quedamos dormidos") en el que la joven británica
Marika Hackman (tiene 23 años) debuta con un álbum con la extraña capacidad de sonar al mismo tiempo fresco y luminoso pero también dramático y turbulento. "Me atrae el lado melancólico de la realidad", dice Hackman y
We Slep t at Last suena triste sin ser depresivo, como uno de esos cuentos infantiles que se cuentan a los niños antes de meterse en la cama en los que conviven la truculencia con la alegría. Hay ecos claros de PJ Harvey o del nu folk en un disco con sorprendentes hallazgos como el barroquismo de Ophelia o el pop pastoril de Animal Fear.
Mourn: Mourn. Rock
Por si alguien no lo sabe, Pitchfork es la web musical más influyente del mundo (tanto que hay mucho que decir sobre su monopolio del buen gusto contemporáneo) y a esta banda de Barcelona le ha tocado la lotería de que se fijen en ellos y los introduzcan en el circuito internacional cuando aún están en plena adolescencia. Mourn son tres, tienen entre 15 y 19 años y ya tienen managers y agentes en Inglaterra y Estados Unidos donde tocarán las próximas semanas, un éxito fulgurante que no es casual,
Mourn es un disco de una extraña sabiduría, garage rock de toda la vida que suena fresco y nuevo, música americana realizada desde España que tiene la misma autenticidad que la de los propios americanos (y los mejores). Declaran a Sleater Kinney, Sebadoh, Patti Smith o Los Ramones como influencias y eso es precisamente lo que uno atisba en estas contundentes y rabiosas
canciones de rock y punk cargadas de energía.
Mourn actúan en el Primavera Sound de BArcelona (28-30 de mayo)
Sleaford Mods: Chubbed Up+. Hip hop/punk
Poco después de lanzar
Divide and Exit, uno de los discos más aclamados del año pasado, el dúo británico formado por el vocalista Jason Williamson y el músico Robert Lindsay triunfa con una música que recuerda a ese rap de acento
british que popularizó The Streets pero mucho menos producido y ampuloso y una clara influencia del
ready steady del movimiento mod y una actitud más deslenguada y gamberra.
Chubbed Up+ vuelve a ser una crítica tan despiadada como sarcástica (el espíritu de los Monty Phyton corre por sus venas) del mundo actual, la fantástica
Jobseeker, con esa electrónica como de Casio, en el que relata una vista al INEM inglés en el que ante la pregunta de qué ha estado haciendo para encontrar trabajo contesta: "Que les follen a todos / He estado sentado en casa masturbándome".
Sleaford Mods tiene la gracia de la inmediatez, sentido del humor y la irreverencia. Muy buenos.
Sleaford Mods actúan el 8 de mayo en Madrid (Sala Sol) y el 9 en Barcelona (Festival primera persona)
Diana Krall: Wallflower. Clásicos
La cantante de jazz y pianista canadiense Diana Krall tiene algo de artista favorita de los burgueses que da un poco de rabia pero es indiscutible que es una excelente instrumentista y tiene una voz maravillosa.
Wallflower es un disco de versiones de estándards de la música anglosajona en la que alterna clásicos tan conocidos como
California Dreamin' de The Mammas and the Papas o
Sorry Seems to Be the Hardest Word, de su sosias Elton John a temas menos populares como ese
Wallflower de Bob Dylan perdido y rescatado en una de sus antologías que da título al disco a dúo con Blake Williams en el que, violines incluidos, Diana Krall logra una canción modélicamente preciosa. Krall tiene una voz plagada de sutilezas y quiebros, y
logra cantar cada canción como si le saliera de lo más profundo de las entrañas, no se puede pedir más.
Dan Deacon: Gliss Riffer. Electrónica/Psicodelia
Dan Deacon es un músico estadounidense de Maryland que a sus 34 años ha publicado ocho discos y nos maravilla con este último,
Gliss Riffer, en el que roza la gloria con los dedos. El álbum comienza de forma sensacional con
Feel the Lightning, en el que desprende esa alegría ampulosa y pegadiza de otros americanos con pedigrí, Future Islands, y aunque el disco a veces parece que va perdiendo fuerza conforme avanza,
logra por momentos una combinación casi perfecta entre la fuerza épica del rock americano a lo The National y la sofisticación europea a la hora de dominar la electrónica. Hay mucho de la influencia de esos Beach Boys deconstruidos que han popularizado
Animal Collective o del barroquismo psicodélico de Tame Impala en un disco en el que la sombra de Aphex Twin va siendo más poderosa conforme avanza para terminar con la vanguardia de
Steely Blues.
Hypersunday: Inferno. Pop/Electrónica
Es raro encontrar un disco español que se atreva a hacer pop bailable "en serio" ya que lo habitual es que sea un género que se aborda mediante la ironía cuando no directamente la parodia. Hypersunday son los madrileños Héctor González, productor, y Niet!, vocalista y productora, y su música mira sin disimulos directamente a Madonna, lo cual dice mucho de una ambición que a veces se echa en falta en otras producciones patrias, con un toque de electrónica a la berlinesa, oscura y profunda y mucho de house.
Doorstep es un buen hit llenapistas,
Greed es una canción de música urbana con un toque hip hopero que funciona muy bien gracias a una lisérgica línea de piano que recuerda al acid jazz y
Prodigality le hace un guiño al electropop robótico de Daft Punk con un toque de Katy Perry. Es música de club y dan ganas de bailar. De eso se trata.
Hubert Félix Thiéfaine: Strategie de l'inespoir. Pop-rock
Hubert-Félix Thiéfaine es un señor francés que ya tiene 67 años y lleva sacando discos desde los gloriosos 70. Tras una etapa un tanto perdido, Thiéfaine obtuvo un espectacular éxito con su anterior disco,
Supplément de Mensonges (2011) y su regreso ha sido recibido como un acontecimiento en esa Francia tan entusiasta de sus viejas estrellas.
Strategie de l'espoir recuerda a ese pop rock francés melodramático y "duro" de Dominique A (esos riffs de guitarra y esos paisajes turbulentos de
Fenêtre sur desert) y de vez en cuando sorprende con un toque sixties de boite, como si estuviéramos en los buenos tiempos de Briggite Bardot y Gainsbourg (padre).
Es un disco mimado, en el que cada canción da la impresión de surgir de una meditada composición y proceso de grabación, en el que Hubert tanto ejerce como rockero de vieja estirpe (
Karaganda Camp 99) como alcanza una gran hondura con la sencillez guitarrera de
Mediocratie en la que denuncia la mediocridad del mundo actual. Es una pena que se le haga tan poco caso en España a la música francesa porque Nick Cave habría firmado muchas de estas canciones encantado de la vida.
Big Sean: Dark Sky Paradise. Hip hop
Número uno en las lista Billboard de Estados Unidos, este es un disco excelente de hip hop apto para todos los públicos en el que la huella del mentor de Big Sean, Kanye West, es muy notoria (esos coros femeninos, esos samples de soul añejo deconstruidos o los guiños a Broadway) y desde luego no en el mal sentido. El segundo álbum del rapero de Detroit se parece a los (buenos) discos del West de los inicios y ahí están esos dúos que se marcan los dos raperos en
All Your Fault y la sensacional balada
One Man Can Change the World, que tiene sabor a clásico.
Dark Sky Paradise tiene un asunto tradicional en los primeros discos de los raperos (el descubrimiento del éxito y el dinero, la enorme diferencia entre su origen de barriada y una vida de esplendor, los temores e ilusiones del incierto éxito) y a lo largo de sus doce canciones Big Sean se deja acompañar de Drake (
Blessing) E-40 (
I Don't Fuck With You) y Lil' Wayne en la apoteósico
Deep.
Es hip hop fardón y y grandilocuente en el que la voz de Big Sean suena en todo momento sincera y convicente, y por momentos sorprende con instantes de una rara y genuina emoción.
Dark Sky Paradise mejora cuanto más se escucha.